El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la designación de Marco Rubio como asesor de Seguridad Nacional interino, en medio de una reestructuración clave tras el escándalo de filtración conocido como Signalgate. Rubio mantendrá su cargo como secretario de Estado mientras asume temporalmente esta nueva función.
La medida se produce tras la destitución de Mike Waltz, quien será nominado como embajador ante la ONU. Waltz fue separado del cargo tras revelarse que compartió por error, en un chat grupal de Signal, planes militares clasificados sobre Yemen. El grupo incluía altos funcionarios del gobierno y, por accidente, al periodista Jeffrey Goldberg de The Atlantic, quien tuvo acceso a la información confidencial.
Pese a que Trump defendió inicialmente a Waltz, llamándolo “un buen hombre” que “había aprendido la lección”, la presión política y las críticas internas aceleraron su salida. También fue removido su adjunto, Alex Wong.
Con esta decisión, Marco Rubio se convierte en el primer funcionario desde Henry Kissinger en ocupar de forma simultánea los cargos de secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional. Rubio, con una postura firme en política exterior, asume el reto de reforzar la estabilidad del equipo de seguridad nacional durante una etapa marcada por tensiones y controversias internas.
La Casa Blanca indicó que se buscará pronto un reemplazo permanente para el cargo, pero no ofreció detalles sobre posibles candidatos. Esta reestructuración marca el primer gran ajuste del segundo mandato de Trump en materia de seguridad nacional.