Este viernes se confirmó la muerte de Virginia Giuffre, reconocida activista y una de las principales denunciantes de abuso sexual en el caso Jeffrey Epstein. Tenía 41 años y falleció por suicidio en su domicilio en Neergabby, Australia Occidental, según informó su familia.
Giuffre se convirtió en símbolo de lucha y valentía tras revelar públicamente los abusos que sufrió desde los 16 años a manos de Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell y el príncipe Andrés del Reino Unido. Su testimonio fue clave para la condena de Maxwell, quien actualmente cumple una sentencia de 20 años de prisión.
Además de su papel como denunciante, fundó la organización SOAR (Speak Out, Act, Rise), dedicada a brindar apoyo a sobrevivientes de abuso sexual y trata de personas. Su trabajo inspiró a muchas otras víctimas a romper el silencio y buscar justicia.
La familia de Giuffre expresó en un comunicado:
“Virginia fue una guerrera incansable. Su luz iluminó a muchos sobrevivientes y su legado vivirá en cada voz que hoy se atreve a hablar”.
Su fallecimiento ha generado conmoción global y subraya la necesidad urgente de ofrecer apoyo emocional y psicológico a sobrevivientes de abuso.