El gobierno de México respondió a los aranceles anunciados por Estados Unidos sobre las importaciones de tomate, al señalar que la medida podría tener un impacto directo en los consumidores estadounidenses, quienes verán incrementados los precios de este producto básico en su dieta diaria.
Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, destacó que el 90 por ciento del tomate que importa Estados Unidos proviene de México.
“Seis de cada diez tomates que consumen en ese país son cultivados aquí. Si se concreta esta medida, los precios subirán inevitablemente, lo que afectará desde sus ensaladas hasta productos como la catsup”, declaró.
Berdegué señaló que aún hay un plazo de 90 días para negociar y alcanzar acuerdos antes de que se apliquen los aranceles. Asimismo, sostuvo que las acusaciones de los productores de Florida sobre una supuesta competencia desleal por parte de los agricultores mexicanos carecen de fundamento: “Llevan años insistiendo en que vendemos por debajo del costo, lo cual no es cierto”, afirmó.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum respaldó la postura de seguir exportando tomate al país vecino, al manifestar que no existe un sustituto inmediato para la producción mexicana, además, dejó claro que el gobierno federal no tiene previsto ofrecer subsidios a los productores nacionales en este contexto.
