Pérdida de empleos, cancelación de inversiones y un aumento general en los precios, son las posibles consecuencias de la guerra arancelaria que inició la administración del presidente estadounidense Donald Trump, advirtieron representantes de la cúpula empresarial en Puebla.
Héctor Sánchez Morales, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), señaló en entrevista con esta casa editorial, que la entidad poblana será particularmente golpeada por la medida que impuso el presidente Trump y entró en vigor desde este 4 de marzo, con un impuesto de 25 por ciento a exportaciones mexicanas.
Lo anterior, debido a que la industria poblana depende al menos en 70 por ciento de la industria automotriz y su exportación al mercado norteamericano, estimó el empresario, aunado a la fabricación de autopartes en el estado.
A pregunta expresa, Sánchez Morales advirtió que el panorama es “crítico”, debido a que la economía mexicana no puede soportar el impacto de la guerra arancelaria al contrario de Estados Unidos e incluso mencionó el riesgo de recesión.
Además, también se afectará la Industria textil, el sector agropecuario y agroalimentario, ambos responsables de gran parte de las exportaciones en Puebla.
COPARMEX ADVIERTE COMPLICACIONES EN LAS CADENAS PRODUCTIVAS
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), presidida en Puebla por Beatriz Camacho Ruíz, señaló que la medida va a desacelerar la economía mexicana y coincidido que causará pérdida de empleos, inversiones e incertidumbre.
En un comunicado emitido este 4 de marzo, advirtió que los aranceles vulneran la competitividad de la región e impacta las cadenas productivas en Puebla, la mayoría ligadas a las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá.
El organismo reclamó que la decisión del presidente Trump trastoca los principios del Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Entre las implicaciones por la imposición de aranceles, advirtió la pérdida de empleo e inversiones productivas, inestabilidad en el tipo de cambio, incertidumbre y falta de previsibilidad, debilitamiento de la actividad productiva de cada país, así como el desajuste en los costos de producción de Estados Unidos que genere presiones inflacionarias.
“Estas medidas lejos de ayudar a fortalecer la seguridad la debilitan, abriendo otros frentes para la delincuencia. Por ello, hemos insistido en generar estrategias transversales que ayuden a combatir la delincuencia desde diversos ámbitos”, señala el desplegado.
La COPARMEX indicó que es indispensable la colaboración entre el gobierno y el sector empresarial, ya que el gremio aporta a la innovación, la generación de empleo con salarios dignos y la competitividad, mientras que el gobierno debe garantizar estabilidad, infraestructura, incentivos y un marco regulatorio eficiente.
