Unos diez estudiantes custodian una de las puertas de Ciudad Universitaria.
Si uno va a otra puerta, observa el mismo escenario.
En cada puerta, un grupito.
¿Dónde están los demás?
En sus casas.
El antiguo auditorio “Che Guevara” de la Facultad de Filosofía y Letras, en la Ciudad Universitaria de la Ciudad de México, fue tomado el 4 de septiembre del año 2000 por cien estudiantes, y al final quedaron diez.
Esa decena cómica se fue a vivir ahí.
Y ahí pernoctan, defecan, comen, vuelven a defecar, etc.
La imagen vino a mi mente ahora que vi a unos diez estudiantes custodiando las instalaciones de la BUAP en las que estudian casi cien mil.
¿Quién patrocina a esta nueva decena cómica?
Operadores que vienen del pasado reciente y que ya iniciaron las actividades incendiarias que creen que les darán los réditos suficiente para ganar las próximas elecciones.
¿Qué se elige este año?
La Rectoría, papá, diría ese clásico llamado Kamel Nacif.
La decena cómica del auditorio “Che Guevara” —antes llamado Justo Sierra— lleva en poder del mismo casi 25 años.
Nuestra decena cómica no tiene los argumentos para seguir en posesión de un campus que mide un millón de metros cuadrados, y 214 mil de construcción.
El “Che Guevara” es una pocilga que mezcla toda clase de olores: por la mañana huele a sopes y por la noche huele a… establo.
¿A qué olerá CU ahora que la desocupen?
No preguntéis más, así es la cosa.
Los cojones del senador. Donde había un toro, hay un becerro.
Y no de oro.
Un becerro flaco que ni barbacoa da.
Así quedó el senador Félix Salgado Macedonio —señalado de ser un presunto violador y acosador (muy macho él)— una vez que la presidenta Sheinbaum lo ridiculizó en La Mañanera.
El tema no podía ser otro: el nepotismo.
El autodenominado “toro”, que lleva años viviendo del erario, terminó doblándose ante la presidenta y saliendo por la “Puerta de Chiqueros”.
(Así se llama).
Más sumiso que nunca, dijo que aún es joven, y que la edad bien le puede aguantar como para contender por la gubernatura, que hoy ostenta su hija —gracias a él—, en 2033.
No hay toro.
Había.
Pero hace mucho.
Hoy sólo hay un becerrito.
Es decir: un ternero, choto, añojo, novillo, vaquilla…
