La semana pasada Néstor Camarillo fue acusado de vender una candidatura en dos y medio millones de pesos, así se escuchó en la llamada telefónica de la alcaldesa de San Pedro Cholula, Paola Angón, en la que acusa al líder del PRI y lo llama cariñosamente “el pinche Néstor”.
Esta semana, el reportero Ernesto Aroche, director del portal Lado B, descubrió que tanto Néstor Camarillo como la coordinadora poblana de Xóchitl Gálvez a la Presidencia, Nadia Navarro se hicieron pasar por indígenas de Zacapoaxtla, pues en su registro ante los órganos electorales presentaron unas cartas emitidas por el comisariado ejidal de El Molino, perteneciente a Zacapoaxtla.
El jueves por la mañana, nos enteramos por un reportaje de Ciro Calderón en Hipócrita Lector que el comisariado ejidal no se acuerda de quién es Nadia Navarro y menos que le haya firmado una carta a “cómo dice que se llama, ah sí Néstor (Camarillo)… ah ¿de dónde es?… ah sí, Quecholac”, confirmando su origen náhuatl.
Y ayer al mediodía, una abogada del PRI estatal regañó en conferencia de prensa al reportero Ciro Calderón porque según ella los periodistas no pueden investigar y todo por querer tapar la- mentira, la posible falsificación de documentos y por presuntamente hacerse pasar por otra persona por parte del líder de lo que queda del Revolucionario Institucional.
Néstor Camarillo ha confirmado que es el presidente del PRI que sepultará en Puebla a ese partido. Se le han ido militantes en desbandada, se quedaron sin diputados locales, la alcaldesa de San Pedro Cholula se refiere a él como “el pinche Néstor”.
A Néstor ya nadie lo respeta.
Eso sí, pese a todo y a sus mentirás será senador por seis años. Vivirá como senador, comerá como senador, cenará como senador, robará como senador, vivirá como senador y presumirá su origen indígena cada que le convenga.
Le faltarán al respeto, él mismo se faltará el respeto, pero vivirá del presupuesto seis años y cuando le pregunten sobre sus orígenes seguramente lo único que podrá decir en voz alta es la porra al politécnico: “¡Ixtlixóchitl, Reina Xóchitl, Moctezuma, ra,ra ra!”.
—Oiga senador (entrevista un futuro distópico), ¿es usted indígena?
—Ixtlixóchitl.
—¿Algo que recuerde de su tierra?
—Reina Xóchitl
—¿Puede comprobar su origen étnico?
—¡Moctezuma, ra, ra, ra!
Como seguramente tendrán representación legislativa y en municipios se encargará de cobrar las poquitas prerrogativas que manden del instituto electoral.
Pasará a la historia como un gran mentiroso tanto él como la senadora Nadia Navarro, pero es lo de menos, la dieta es la dieta y más cuando no se está a dieta.
Lo que tendría que ser una campaña para enfrentar al obradorismo, los líderes de los partidos del frente opositor que deberían convencer a los electores para derrumbar el segundo piso del — periférico — y de la 4T resultaron una buena broma del fin de los tiempos.
¿Cómo hacerle caso a un presidente de un ex partidazo que es acusado por presuntamente vender candidaturas en 2 y medio millones de pesos?
¿Cómo puede pedir el voto de la gente cuando todo apunta a que engañaron en su registro a los órganos electorales?
Al final es lo de menos, porque Néstor Camarillo vivirá seis años en su escaño, gane Lalo Rivera o pierda.
¡Ixtlixóchitl, Reina Xóchitl, Moctezuma, ra,ra ra!