Algo hay que reconocerle al diputado Nacho Mier: es tan cínico o ya se acostumbró a que lo señalen —con pruebas— de posibles actos de corrupción, que en público actúa como si nada. Cualquier persona estaría hecho un manojo de nervios, pero Nacho, “el Morenacho” actúa como si nada.
O es cínico o está ciego.
O quizá ambas.
No se ha dado cuenta que, aunque se autodenomine el operador de lujo de Adán Augusto López, la detención del facturero de cabecera de la empresa que también es dueño, Multisistemas de Noticias Cambio S de RL de CV, es un golpe durísimo a su credibilidad y sobre todo a su tranquilidad.
El lunes pasado, con la primicia informativa del periodista Álvaro Ramírez, nos enteramos de que fue detenido, por fin, Florencio Daniel Tavera Ramos, uno de los tres principales protagonistas en la Operación Angelópolis.
Los otros dos son Arturo Rueda, aún director del Diario Cambio y el ex auditor Superior del Estado, Francisco Romero.
La caída de Florencio N. —la caja fuerte de Nacho Mier— es la pieza que faltaba para cuadrar la investigación por presunto lavado de dinero en la que hay paraísos fiscales, más de 420 millones de pesos, extorsiones, 36 empresas creadas al vapor, cámaras de videovigilancia, constructoras y un sinfín de chingaderas.
Si el facturero Florencio está dispuesto a hablar y relatar cómo es que operaba el socio de Nacho Mier. Si cuenta cómo es que conoció a Francisco N. Y si por salvarse señala a la mente criminal detrás de la #Operación Angelópolis, Nacho se tendrá que agarrar muy fuerte de su curul porque no habrá poder humano que lo proteja.
Nacho Mier está acorralado.
Aquellos que juran, dicen, presumen que tiene todo el poder y el respaldo de Palacio Nacional o son muy buenos mentirosos o son muy ilusos, ya que en vez de que se detenga la investigación que hay a causa de la denuncia penal que presentó la Unidad de Inteligencia Financiera, cada día hay más información.
Nacho Mier está acorralado.
Por cierto, cuentan que una conocida panista —ahora muy cercana a Fernando Manzanilla—, era quien aprovechando su puesto acercaba a alcaldes para que contrataran a Mizco Consultores.
En fin que Manzanilla no ha dejado su cercanía con los Mier.
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¿Qué más se puede escribir sobre Lilia Cedillo en este primer año al frente de la BUAP? Básicamente que ella rompió el esquema y el paradigma de sus antecesores: regresó a la academia como el punto nodal de la actividad universitaria. Le quitó el tufo a frivolidad y se puso énfasis en la educación, investigación, aulas, estudiantes y, por ende, en toda la comunidad académica y administrativa.
Lilia Cedillo llegó a cambiar la imagen universitaria para bien. A fortalecer los programas académicos a responder las demandas estudiantiles, a escuchar a sus colegas investigadores, pero ya no con ese protagonismo que opacaba el trabajo de los educadores y los alumnos. Cedillo, como la capitana del barco, ha sabido allegarse de los mejores en su equipo, quienes ya tienen experiencia y conocen bien las demandas de cada uno de los actores de la institución más importante de la entidad.
Por primera vez, el informe de Cedillo no hubo mensaje político-partidista, como ya estábamos mal acostumbrados. Aquí el discurso se dirigió en la rendición de cuentas ante el Consejo Universitario y las proyecciones para este segundo año al frente de la casa de estudios, el mensaje fue para fortalecer la academia.
Si la universidad poblana está bien, los que vivimos aquí sabemos que eso le hace bien a la sociedad poblana. Vaya, pocas veces, uno como articulista puede escribir: ¡enhorabuena!
