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jueves, noviembre 21, 2024

Los que quieren la “chica”

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Qué bronca se traen los morenistas para la selección de su candidato a la alcaldía capitalina. Existen dos bandos: los que quieren a Pepe Chedraui o a Tony Gali López y los que no quieren a este par de “buenos muchachos” y, en cambio, anhelan que el botín quede entre los más “puros” de Morena. 

El licenciado Fojaco, a quien no le alcanzó para la grande, suspira por la chica. El Senado ya se lo agandalló el licenciado Bigotes, así que no hay muchos espacios para el negocio, ejem, ejem, perdón, para servir al pueblo bueno. 

Mientras tanto, ya arma otra vez a su equipo; ya llamó al licenciado Manubrio, al licenciado Menchaca, al licenciado Pipitilla y al licenciado Malagón, quien curiosamente desapareció desde que fue nombrado el coordinador estatal de la 4T. Dejó de tomar las llamadas, no contesta. Muy rara su actitud. Desapareció. Simplemente ¡caput! 

Para ello, el lic. Fojaco ya prepara, otra vez la matraca, el pandero y el confeti. La encuesta (bara, bara, bara, bara) que espera, esta vez, a que le hagan descuento o al menos le regalen un calendario del 2024 por ser cliente frecuente, como lo hacen en las carnicerías. 

El problema de fondo es que Morena a nivel nacional no ha sido muy claro en sus métodos de selección: la encuesta, por ejemplo; hay casos como el de la Ciudad de México o Chiapas, en que los perfiles mejor calificados no entran; donde el bastón de mando a veces funciona y a veces no. Un artefacto que no trae pilas, que es de juguete, pero que a veces, misteriosamente, se activa y funciona a control remoto desde Palacio Nacional. En Puebla entró el favorito en las encuestas; por eso al final trascendió como terciopelo su elección, pero no fue así en todas las entidades. 

Hay decisiones que aparentan ser democráticas, pero son cupulares. Hay una mala organización y falta de claridad en las reglas. El hecho de dejar jugar a todos sin ponerles límites es engañar a su propia militancia. Es hacer que haya pleito donde no había necesariamente. No todos entienden los símbolos ni tienen por qué entenderlos cuando el español es muy claro. 

No es un priismo renovado, como aseguran algunos, porque en muchos casos entraron los punteros sin contratiempos, por ello, los pataleos duraron sus respectivos 15 minutos; lo que pasa es que en Morena tienen una rara forma de entender la democracia interna. 

Además, extender los destapes 10 o 15 días es llevar a los contendientes al límite de la angustia, el estrés y el nerviosismo; se necesita vivir en un estado zen permanente para no irse de bruces en una contienda.  

Ahí es donde vienen los golpes bajos. 

Morena, que actúa más como una secta que como un partido político, lleva a los militantes a sentirse culpables cuando la responsabilidad es la falta de claridad en sus propios procesos. Tal como actúan las sectas, los responsables son los feligreses: “eres pobre porque quieres, eres gordo porque quieres”. La casa nunca pierde. Nunca es culpa del partido ni la causa, es porque no aplicaron o entendieron el método. 

Así que hay que relajarnos en el caso de la alcaldía por Morena. 

Quienes tienen posibilidades por lo que se han manejado en medios de comunicación y en mediciones de encuestas —confiables o no— son: Alejandro Carvajal, Toño López, Nora Merino, Pepe Chedraui, Alejandro Cruz, Tony Gali jr. y Leobardo Rodríguez.  

Se mencionó la posibilidad de Olivia Salomón, pero ella no ha confirmado dicha especie y de Claudia Rivera Vivanco a quien le fue bien en los resultados estatales, empero, habría que ver los negativos que aún carga. Si se espera unos tres años, seguramente podrá competir nuevamente por la alcaldía. Ya sin barbosistas que la atosiguen. También se ha dicho sobre Rodrigo Abdala, habrá que ver si sí le entra o busca la diputación federal.  

Tienen todos ellos una ventaja: el abanderado de Morena a la gubernatura, Alejandro Armenta, no se ha metido en ese proceso, aunque, seguramente, muchos que aspiran buscarán su consejo para saber si deben o no contender. 

No la tiene fácil el partido guinda en la capital y la mayoría de los municipios de la zona conurbada, exceptuando San Pedro Cholula, porque ahí el Frente capitalizaría, si son inteligentes, el voto anti-AMLO. 

Así que aquí ganará quien más haya talacheado y dos quien asegure el triunfo.  

¿Quién? Ahí sí, quién sabe. Y es una decisión de la gente de Morena de sus cúpulas y sus militantes.

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