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jueves, noviembre 21, 2024

Los enanitos toreros quieren el poder

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Las revelaciones hechas por los periodistas: Álvaro Ramírez, Alejandro Mondragón e Ignacio Juárez (este último en la edición del martes 15 de marzo en su diario favorito Hipócrita Lector), en el sentido de que existe un grupo anti-Miguel Barbosa y anti-Eduardo Rivera, en el que se unen panistas y morenistas liderados por el clan de los Mier, es un verdadero escándalo. 

¡Es-cán-da-lo! 

La semana pasada, una fuente confiable le habría revelado a su tundeteclas de confianza —o sea, yo mero—, que en dicho grupo ya participa gente del PAN ligada, en su momento, a Fernando Manzanilla. 

—¿Manzanilla?, pero si el pobre ya vive en el descrédito total. 

—En el descrédito y haciendo videos para Instagram de comida vegana, pero a ese grupo los une el odio a Eduardo Rivera y al gobernador. Tienen miedo de que el panista llegue a la gubernatura. Y con las detenciones recientes de funcionarios de primer nivel quieren presionar para que no los investiguen. Su tirada es generar discordia.  

Algo nunca ha sabido hacer manzanilla: conspirar. Siempre lo descubren y sus aliados lo delatan. Lo malo no es ser ladrón, sino que te encarcelen. Lo malo no es no saber música, sino que la orquesta está desafinada. Lo malo no es conspirar, lo malo es que los descubran.  

Hay otros personajes que se suman a esta “nave de los locos”. 

Mónica Rodríguez, esposa de Pablo Rodríguez, trae una guerra declarada desde hace poco tiempo. Ella había pactado con Rivera Pérez a pelear por la candidatura a la alcaldía con la finalidad de bloquear a Genoveva Huerta, pero algo ocurrió, Mónica le dio la espalda al edil poblano. No hay que olvidar que Pablo Rodríguez y el alcalde capitalino se detestan desde hace bastante tiempo. 

Así que, si bien Genoveva Huerta no aparece en las reuniones anti-Barbosa, al menos su grupo político, sí. Todo lo que huela a Barbosa y a Rivera Pérez será atacado por ellos.  

La apuesta de Ignacio Mier Velasco es juntar a la oposición al actual gobierno para llegar con “legitimidad” y volverse necesario como aspirante a la gubernatura. Piensa en ser el Marín para Melquiades Morales, el Melquiades para Manuel Bartlett, el Moreno Valle para Marín. Quiere jugar a ser el outsider. 

Está armando su estructura, sin lugar a duda. Y en esta corriente ya vimos que hay de todo, hasta parece la novela de Vargas Llosa, “La guerra del fin del mundo”. Y sí, ya andan en todo tipo de actos, reuniones, prometiendo esto y aquello.  

La pregunta es: ¿podrá? 

Lo que intentan los panistas al sumarse a un morenista es descarrilar a Rivera.  

Lo que no han visto es que Rivera apenas recibirá el presupuesto para su primer año de operaciones, se sentará con los buenos y los malos. Es muy poco tiempo para juzgarlo. Porque de ser así ¿por qué nadie se voltea a ver cómo se opera en Tecamachalco? 

Solo es cosa de sentarse a observar ¿quiénes insisten que el candidato del gobernador es Rivera Pérez? ¿Quiénes, con esa lógica, intentan dinamitar la relación entre el mandatario poblano y el alcalde? ¿Quiénes mandan mensajes sicilianos en columnas periodísticas al grupo que gobierna el estado?  

Personalmente no sé si el gobernador tiene candidato a sucederlo. Y si lo tiene, lo ha sabido guardar y proteger muy bien. 

No creo que sea Rivera Pérez porque si bien puede haber una relación de respeto y armonía entre ambos, Barbosa en política es muy hábil y siempre nos engaña con la verdad. No será desleal ni a su partido ni al actual presidente López Obrador. 

Si en las recientes elecciones federales entregó buenos resultados a nivel federal y mantuvo la cámara de diputados local con una mayoría de su partido, como por qué sería distinto lo que ocurra en el 2024. 

Barbosa sabe operar. 

Tampoco sé si es que él impondrá al sucesor, pero algo sí se podría asegurar: tendrá derecho de veto y de voto. Y tendría que ser así, porque en la política real se debe escuchar la opinión de quien se va. Ya vimos lo que ocurrió el año pasado cuando impusieron a Claudia Rivera como candidata y a personajes como Pablo Salazar, Evangelista y otros que ahora apoyan a Ignacio Mier.  

Mier, ahora aliado con panistas, le están jalando la cola al tigre. Lo malo es que se les olvida que el mandatario es el hombre más informado de un estadMier, ahora aliado con panistas, le están jalando la cola al tigre. Lo malo es que se les olvida que el mandatario es el hombre más informado de un estadoo y sabe todos sus movimientos.  

Así que esta será otra conspiración de opereta.  

Los enanitos toreros quieren ser los nuevos Armillita. 

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