Claudia Rivera Vivanco: Ella aprendió a conjugar el verbo dilapidar: Yo dilapido, mi mamá dilapida, mi hermana dilapida, ellos (mi partido) dilapidan. Si alguien dilapidó imagen, esperanza y sobre todo recursos públicos (hoy debe comprobar la friolera de mil 828 millones de pesos, según la ASF) fue la expresidenta municipal de Puebla. Llegó en 2018 y había generado muchas expectativas. Provocó la derrota de su partido en la ciudad y arrastró a la zona conurbada: San Pedro (bueno Luis Alberto Arriaga, dicen que se dobló y entregó la plaza), San Andrés Cholula, etc. Entendió muy tarde qué significa gobernar. Hoy es Bruce Willis en la película Sexto sentido: el único que no sabe que está muerta —políticamente— es ella misma.
Andrés García Viveros: Si a alguien le atribuyen la caída de Rivera Vivanco es a este personaje. Desde que llegó a la administración municipal infiltró cada dependencia, controló los recursos públicos, se confrontó con cada uno de los secretarios y los humilló. Era quien verdaderamente gobernaba la ciudad. Él ejerció la presidencia municipal pues hasta provocó la salida de Javier Palou, quien al final renunció. En una columna publicada en 2019, por este humilde tundeteclas, que se publicó en el portal de Efecto 10, dimos cuenta de su relación con el panismo, cómo es que fue empleado de Jorge David Díaz Armijo y su lealtad de Marta Erika Alonso. A Claudia Rivera siempre se le acusó de tener relación directa con el morenovallismo por algunos personajes que estaban con ella. Uno de ellos, sin duda fue García Viveros. Tiene una denuncia penal porque presuntamente acosó a una secretaria particular de Rivera Vivanco.
Pedro N. Acusado e investigado por la Fiscalía de Puebla porque, supuestamente, fue el encargado de crear campañas de terror en redes sociales en las que avisaba que habría un toque de queda en Puebla. Fue al primero que corrieron de la administración cuando fue director de Sistema Estatal de Telecomunicaciones porque encontraron que se armaba una guerra contra su propio jefe Miguel Barbosa. Su salida de aquella dependencia fue humillante, pues hasta la policía estuvo ahí. Aunque dice que no está en Puebla, la realidad es que sí. Hay fotos en las que apareció en agosto pasado hasta con la regidora Susana Riestra —hermana del diputado roba macetas— las cuales tenemos en nuestro poder y con otros personajes ligados a Fernando Manzanilla. Hay una gran carpeta de investigación en su contra. Le han adjudicado dos calificativos: loco y traidor, más lo segundo que lo primero, dicen quienes lo conocen. Su carrera —inventando troles, bots y minions en redes sociales— inició en el sexenio de Peña Nieto, pues era parte de los “Peña bots”.
Francisco Ramos Montaño. Es el espía oficial de Fernando Manzanilla. Su carrera la inició con Mario Marín Torres, pues resultó muy cercano al hijo del exgobernador —hoy en la cárcel de Quintana Roo—. Paco Ramos entró a trabajar a la actual administración, pero fue corrido de manera fulminante porque intentó espiar a Miguel Barbosa y esa información intentó llevársela a su verdadero jefe (Manzanilla). Hoy, aparece en fotos muy contento con la hija de Nacho Mier, lo cual más que confirma que su jefe trae una alianza con el diputado federal. Paco no es nada brillante, al contrario. Su mayor mérito fue casarse con la hija de Rosario Robles y divorciarse a los quince minutos. Tiene el Record Guinness en la materia, pues ni los especialistas de Boston Medical Group han podido descifrar el misterio.
Néstor Camarillo Dicen que hablar de Néstor achaparra. Decían que el PRI ha tenido dirigentes corruptos, malos y maletas (v.gr. Víctor Hugo Islas), pero el colmo es el actual presidente del expartidazo. Néstor le juró amor a Eduardo Rivera, pero también le prometió lealtad a los guindas. Es empleado de Javier Casique —famoso por los audios de Alito Moreno y por tener la cara de chile, según Enrique Doger—. Durante la dirigencia de Camarillo hay cada vez más militantes que han abandonado ese partido.
*Hace 15 días iniciamos con esta galería del horror que podrá consultar en línea, si es que usted no tuvo oportunidad. Dicho espacio, continuará creciendo.