Y ahora, ¿qué sigue?
¿Qué pesa más, la marca de un diario o sus periodistas?
La respuesta siempre es la segunda, porque un periódico, noticiario, portal de noticias no es una Coca-cola en la que hay un método para su receta secreta; no es una fórmula de cinco cucharadas de literatura, un kilogramo de reportear en la calle, 50 libros de poesía, mezcle en la licuadora, póngale canela y listo: “ahí está su diario, joven”.
Alguna vez, por azares del destino, caí en algunos cursos de administración y preguntaban cómo se elabora un portal, un diario o una revista, y querían hacer un proceso de producción sobre todo en el área creativa. No es que estuvieran mal los administradores, ellos querían darle forma a algo que se arma con hábito, pero sobre todo con sesos, corazón y huevos.
Lo difícil para ponerse de acuerdo, es que la creatividad en el periodismo no se da sentándose en un escritorio, es más un proceso un poco desordenado, viene de ver una película, leer un libro, leer una noticia, revisar revistas, tener una gran charla de lo que sea con alguien, ir a comer tortas a La Noria, se simplifica en una sola frase que tiene que ver hasta con una película de Akira Kurosawa (no se tome de manera cursi): “¡vivir!”.
El periodismo está lleno de historias. Recuerdo en la redacción de un periódico que un director me dijo: “aquí escribimos noticias, no historias”. Años después, dicho director ya escribía que en su portal “escribimos historias”, en fin.
Por qué este preámbulo tan largo, bien, porque como ustedes estarán informados ayer fue mi último día en 24 Horas Puebla como director editorial. No voy a entrar ya en detalles, que los dejé claro en mi cuenta de X (antes Twitter) @eljovenzeus. Sólo puedo asegurar que cuando llegué ahí era un periódico que prácticamente estaba desaparecido y que al menos hasta finales de agosto que realmente estuve ahí, tratamos de revivir a un diario que había sido totalmente descuidado, al menos es lo que la gente me decía en la calle o me escribía y quizá por mi ego, quiero creerles.
Desde que llegué provoqué que una ex directora de comunicación me gritoneara, que me llamaran de varios lados y por supuesto hubo quejas y muchas. Yo originalmente renuncié el 31 de agosto pasado, pero se iba a extender mi salida hasta diciembre, aunque se movieron cosas e hicieron efectiva mi carta de renuncia.
Agradecido estoy con Edgar Nava quien me dio la oportunidad y con quien guardaré siempre una lealtad y amistad. Felicito a Agustín Hernández porque asumirá la dirección editorial y si de alguien tengo que hablar bien es del buen Agustín. De la misma forma, con el equipo de trabajo que se formó aquí. Para todos ellos mi mano está extendida y reitero mi agradecimiento.
Ahora, ¿qué sigue con el ya no tan joven (en un año cumplo 50) Zeus?
En 2007, fundé con Alejandro Rodríguez Revista 360 Grados Instrucciones para vivir en Puebla. Cada quien agarró su rumbo y en noviembre cumplirá 16 años. La Revista seguirá como una publicación, empero, su portal se convertirá más en uno de noticias en la que regresarán las historias de Fojaco, Malagón, Menchaca, Manubrio, Popocatl y Pipitilla, además, que el director general (dueño, pues) de Hipócrita lector me invitó a que colabore también con mis letras en este espacio.
Cuando renuncié, hace un mes, a 24 Horas Puebla había explicado que había descuidado mi negocio que es el sustento de mi hija, mi esposa y mío. Así que en vez de cuidar a los hijos ajenos me voy de lleno a mi negocio que ya se ha consolidado.
Como bien me dijo ayer mi querido Mario Alberto Mejía, cuando platicamos vía telefónica: se solidariza con el caído, tú estás de pie.
Situación que así es, empero aún tengo una fractura en el tobillo izquierdo en la zona del peroné, pero como dicen una fractura en una obra de Teatro, es éxito asegurado.
No hay rencor contra nadie, no da tiempo de tirar basura. Agradezco también a Arturo Rueda la invitación para escribir en Diario Cambio y las llamadas, mensajes y muestras de apoyo de muchísimos amigos, no saben cómo las valoro.
Le deseo éxito a Nava y a Hernández en lo que venga.
“¡Fojaaaaaco vive… la lucha sigue y sigue!”.