No hay nada más humillante en este momento que ser antibarbosista. Apuesta que hacen irremediablemente termina mordiendo el polvo. La consulta para la Revocación de Mandato no fue la excepción, pero con un añadido: una vez más el gobernador volvió a callar a todos sus odiadores de tiempo completo y les demostró que no los necesita tanto como ellos creen.
Veamos: Los resultados del INE sobre el inédito ejercicio de este domingo 10 de abril arrojaron una participación de 925 mil 684 ciudadanos, que representan el 19.6 por ciento del padrón electoral. De ese universo de votos, 840 mil 964 (90.84 por ciento) fueron a favor de la ratificación de Andrés Manuel López Obrador.
Los sufragios en contra de la permanencia del presidente de la República apenas llegaron a los casi 60 mil, pero los votos nulos se estimaron en 24 mil 758, un poco menos de la mitad de quienes votaron en contra.
Estos números por sí mismos pueden interpretarse como una movilización pingüe, pero sería un análisis no solo es erróneo sino estúpido.
¿Qué significan los casi un millón de poblanos que fueron a las casillas para participar en un ejercicio único en la historia del país, en medio de una serie de complicaciones a raíz de la pugna entre Lorenzo Córdova Villanelo, cabeza del INE, y el inquilino de Palacio Nacional?
La respuesta está en los números, en el histórico del comportamiento electoral.
Algunos han tomado como base la elección intermedia del 2021 y es un buen indicio que confirma lo que en breve explicaré.
Desde mi punto de vista es necesario partir de la elección extraordinaria de 2019, la cual fue atraída por el INE y en donde se reportó el verdadero decantamiento de las estructuras del PRI, PAN y Morena después del morenovallismo.
Los resultados oficiales dieron cuenta de una participación del 33.37 del padrón electoral, lo que se vio reflejado en 1 millón 530 mil 191 votos en total.
Ese año, el PRI obtuvo 283 mil 299 mil sufragios (18.51 por ciento), su votación más baja en toda su historia; mientras que la coalición PAN-PRD-MC, sumó 507 mil 690 votos (33.18 por ciento); y Morena-PT-Verde sumaron 685 mil 498 papeletas (44.8 por ciento).
Tomando como base esa elección, lo ocurrido este domingo rebasa en todos sentidos el voto duro de Morena que, en estricto sentido, es el voto barbosista pues es resultado de la estructura electoral del gobernador Miguel Barbosa Huerta y no de la aportación de las otras expresiones al interior del partido guinda.
Que Andrés Manuel López Obrador sumara más de 840 mil votos de respaldo deja en evidencia que el voto duro barbosista goza de cabal salud. Insisto: aún teniendo todo en contra, incluida la grilla chicharronera de sus odiadores de tiempo completo, entre ellos Ignacio Mier Velazco, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en San Lázaro.
Incluso, si se sumaran los votos obtenidos por la coalición PAN-PRD-MC y el PRI, todavía estarían lejos de alcanzar el respaldo a AMLO.
Para la elección intermedia de 2021, Morena logró incrementar su voto duro en 803 mil 337 si tomamos como base los resultados a diputados locales, es decir, los 26 distritos electorales. El PT y Verde, sus aliados, sumaron 131 mil 748 y 137 mil 032 votos respectivamente.
Los votos obtenidos por Morena en la elección local del año pasado representan un cifra inferior al comportamiento en la consulta para la Revocación de Mandato: 803 mil 337 versus 840 mil 964.
Un dato adicional: en 2021 muchas expresiones del partido guinda se metieron lleno a la contienda pues se pretendía darle una sorpresa al mandatario estatal. Los buenos resultados de este domingo pasado se dieron con la absoluta ausencia del senador Alejandro Armenta Mier, la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco, el diputado local Carlos Evangelista y demás buenos para nada que están pegados como rémoras al partido.
Así pues, la Revocación Mandato permitió enviar un mensaje incontrovertible: Miguel Barbosa es la cabeza de la estructura político-electoral más importante y no necesita al resto de odiadores como ellos aseguran. Sin duda, su participación suma y es necesaria, pero por el momento han quedado desnudos en la plaza pública, exhibidos en su condición… una vez más.
¿Ahora entiende por qué el gobernador aseveró que los resultados de la consulta no son atribuibles a Morena sino a la ciudadanía y al liderazgo de Andrés Manuel López Obrador? Se trató de un deslinde y una aclaración necesaria: lo vivido este domingo está muy lejos de construirse con las tribus y caníbales que pululan en ese partido.
En el contexto nacional, Puebla tampoco rindió malos resultados, aunque algunos se empeñen de calificar la consulta como un fracaso. La entidad se ubicó solo dos lugares debajo de la Ciudad de México con una diferencia de dos puntos porcentuales.
Como era de esperarse, Tabasco, Veracruz, Chiapas, Oaxaca sumaron una copiosa participación, pero lo difícil era poner a caminar estructuras robustas como la Puebla y Ciudad de México. La prueba fue superada con creces.
Tras conocerse los resultados de la consulta no hay duda de que Miguel Barbosa sigue siendo el mejor aliado del presidente de la República y su estructura político-electoral goza de cabal salud.
¿Si Miguel Barbosa obtuvo estos resultados con sus propios recursos energía e inteligencia, se imagina lo que se podría construir con todo el apoyo de Palacio Nacional?
La consulta sirvió, además, para que los aspirantes presidenciales tengan claro que el activo más valioso que pueden tener en la entidad y la aduana más importante despacha en Casa Aguayo (Les guste o no a los políticos pedestres de la aldea).