En las últimas horas, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se ha convertido en el epicentro de una creciente movilización estudiantil, reflejada en una serie de filtraciones de chats y publicaciones en redes sociales.
Toman instalaciones
Las imágenes y conversaciones filtradas muestran una organización interna entre los estudiantes, algunos de los cuales han expresado su preocupación por la presencia de elementos radicales dentro del movimiento. En un chat de WhatsApp, se observa cómo integrantes de diferentes facultades coordinan reuniones y marchas, incluyendo una posible toma del Puente Atlixcáyotl.
El movimiento universitario va tras las principales vías de comunicación.
En un chat, anuncian que tomarán el Puente Atlixcáyotl.#HistoriaDeUnMovimiento #Buap #BUAP pic.twitter.com/C955kwMgz9
— Mario Alberto Mejía (@QuintaMam) February 27, 2025
La situación comenzó a descontrolarse cuando un grupo logró ingresar a las instalaciones de Ciudad Universitaria. Un video muestra a un hombre, en aparente estado de ebriedad, gritando “¡2 de octubre no se olvida!”, haciendo referencia a la histórica represión estudiantil en 1968. Esto refleja un intento de vincular la protesta con un discurso de resistencia más amplio.
Señalamientos y acusaciones
Mientras el movimiento crece, también han surgido denuncias y señalamientos. Una publicación en redes sociales acusa a dos personas, identificadas como Isaac Jiménez Mejía y Gustavo González de la María, de infiltrarse en el movimiento mediante “pedas” para ganar influencia. Además, la publicación menciona acusaciones graves como desvío de recursos, acoso y violencia en la Facultad de Derecho.
Por otro lado, en la página “Lobo BUAP”, se compartió un mensaje llamando a los estudiantes a no dejarse llevar por la manipulación de ciertos actores que buscan capitalizar la protesta. Esto sugiere que dentro del propio movimiento hay tensiones y desconfianza respecto a algunos de sus líderes o participantes.
Tensiones internas y críticas a la organización
A medida que el movimiento avanza, algunos organizadores expresaron su frustración por la falta de control sobre los participantes. En los chats filtrados, un integrante menciona que la inclusión de ciertos grupos podría restar credibilidad a la protesta. Se hace evidente que hay tensiones entre quienes buscan una manifestación organizada y aquellos que están tomando acciones más radicales.
Cómo organizar una guerrila.
(Manual básico del activista).#HistoriaDeUnMovimiento #BUAP pic.twitter.com/oCP0BNUjCN
— Mario Alberto Mejía (@QuintaMam) February 27, 2025
En otro mensaje, un estudiante advierte sobre la peligrosidad de ciertos sectores dentro del movimiento, afirmando que han sido identificados como problemáticos. Este tipo de preocupaciones internas sugiere que no todos los manifestantes están alineados con una misma estrategia o ideología.
El ambiente en Ciudad Universitaria
Las publicaciones en redes sociales muestran escenas de tensión en distintos puntos de la universidad, particularmente en la entrada 3 de Ciudad Universitaria. Las imágenes capturan grupos de estudiantes reunidos, algunos con pancartas y otros simplemente observando el desarrollo de los hechos. En medio de esta situación, un hombre visiblemente agresivo fue captado encarando a un policía, lo que ha generado preocupación sobre el rumbo de la protesta y el riesgo de enfrentamientos.
Mientras tanto, el movimiento estudiantil en la BUAP está en un punto crítico. Por un lado, existe una intención de organizar una protesta legítima con demandas concretas; por otro, la falta de cohesión interna y la presencia de facciones más radicales podrían debilitar su impacto. La filtración de mensajes internos y las acusaciones contra ciertos participantes exponen las dificultades para mantener el orden dentro del movimiento y dejan abierta la pregunta de si este logrará consolidarse o terminará disipándose en el caos.