Tras la reprimenda por parte de regidores, diputados locales y senadores por la deuda pública que adquirirá el Ayuntamiento de Puebla por 160 millones de pesos, el alcalde Eduardo Rivera Pérez exhortó a sus detractores a “informarse” pues insistió que no se trata de un crédito sino de un “anticipo” que el Congreso del Estado le permitió solicitar a los municipios en diciembre de 2021.
El munícipe justificó que el recurso será utilizado para obras de urgencia para la ciudad como ampliación de redes de agua, drenaje y pavimentación.
Acusó que debido al recorte en recursos federales fue necesario solicitar este adelanto en las participaciones del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) que se pagaría antes del término de su administración, es decir, previo al 14 de octubre de 2024.
“Hay algunas voces que he escuchado de inconformidad, les diría que se informen y si yo puedo acercarle a los poblanos y a las poblanas un beneficio lo más pronto posible, eso es lo que estoy haciendo y más aún si insisto no tenemos recursos de participaciones federales, lo estamos haciendo con recursos propios”, manifestó.
La declaración del edil sucede a pesar de la clara evidencia de que los 160 millones de pesos de deuda no se destinarán a obras para reducir la pobreza, como establece la Ley de Coordinación Fiscal que se deben utilizar los recursos del FISM.
Rivera Pérez prefirió destinar este recurso para obras en sitios que no se encuentran en zonas de marginación, por ejemplo, destinó presupuesto para 5 relaminaciones de las cuales, solo dos están en una zona con índices de marginación y se trata de la colonia San Ramón.