Al menos 153 personas murieron y aproximadamente 80 resultaron heridas, casi una veintena de ellas de gravedad, debido a la multitudinaria estampida humana ocurrida durante una fiesta de Halloween en el barrio de Itaewon, en Seúl, la capital de Corea del Sur.
Así lo indica el último balance publicado este domingo por el Ministerio de Seguridad Pública del país, que señala que 22 de los fallecidos son extranjeros.
El incidente ocurrió por la noche, cuando una multitud se reunió en un estrecho callejón de unos cuatro metros de ancho, una cuesta abajo al lado del Hotel Hamilton, en el centro de Itaewon.
“A las 22:46 horas del 29 de octubre hubo un accidente por amontonamiento en cerca del Hotel Hamilton”, hizo saber en su primera valoración la Oficina Central de Desastres y Seguridad del Ministerio del Interior surcoreano, después de que los servicios de emergencia recibieran al menos 81 llamadas de aviso desde la zona del Hotel Hamilton por dificultades respiratorias desde las 23:30 horas.
Un testigo presencial citado por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap, explicó que la gente comenzó a salir cerca de las 22:30 horas y diez minutos más tarde: “Todo el mundo comenzó a caer de repente y la gente que quedó abajo fue aplastada”. Otras personas presentes describieron que las personas quedaban amontonadas en “capas” de hasta cinco y seis niveles.
Las autoridades indicaron que la mayoría de los fallecidos eran jóvenes de aproximadamente 20 años de edad. Hay tres militares muertos y cuatro heridos -se desconoce si estaban de servicio- y al menos una veintena de extranjeros entre las víctimas, cuyas nacionalidades no se han dado a conocer.
En total, 45 perdieron la vida en los primeros minutos de la tragedia y sus cuerpos fueron trasladados temporalmente al gimnasio de Wonhyo y después llevados a la morgue del Hospital Universitario de Soonchunhyang en Yongsan.
La Policía Metropolitana de Seúl abrió ya una investigación y los Bomberos activaron una respuesta de Nivel Tres a las 23:50 horas y enviaron a personal a la zona, donde se instaló un hospital de campaña con apoyo del Hospital Nacional Universitario de Seúl, el Hospital Universitario de Kyunghee y el Hospital Universitario de Hanyang.
Al menos 143 vehículos de emergencias entre ambulancias y camiones de Bomberos fueron enviados al lugar junto con 848 profesionales rescatistas. Según la agencia coreana Yonhap, estos efectivos llevaron a cabo el trabajo de búsqueda hasta las 3.00 horas.
Los equipos de Bomberos constataron la “dificultad para respirar” de los afectados a su llegada a la zona, cuando practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar nada más trasladar los cuerpos a la carretera principal. Los medios locales reportaron que amigos y ciudadanos también hicieron esfuerzos por reanimar a los afectados, ante el gran volumen de víctimas.
Comerciantes locales entrevistados por Yonhap explicaron que la multitud comenzó a congregarse en la zona durante el día y al caer la noche decenas de miles de personas llenaron las estrechas calles de Itaewon.
La Policía había informado previamente de que esperaba una gran concentración de unas 100 mil personas en la fiesta de Halloween en la que ocurrió la tragedia. Los agentes cerraron todos los bares y restaurantes cercanos al lugar del accidente desde las 1:00 horas.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, anunció un periodo de luto oficial hasta el 5 de noviembre y ordenó que las banderas ondeen a media asta “hasta que el accidente esté bajo control”, en una intervención en el canal de televisión YTN.
“Es horrible, esta tragedia nunca debió haber sucedido. (…) Como presidente, mi responsabilidad es la seguridad de la vida de los ciudadanos, por lo que me pesa el corazón y batallo para hacer frente a este duelo”, expresó.