Una ciudad que reflejó un repunte del 7 por ciento en la opinión de sus habitantes respecto a la violencia que viven todos los días, donde 7 de cada 10 personas considera que la situación de inseguridad seguirá igual o peor en el próximo año y que casi en la misma medida percibe poco efectivo al gobierno municipal para resolver sus principales problemáticas, fue el resultado que arrojó la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI.
El balance arroja que de septiembre de 2022 al mismo mes de este año, el porcentaje de habitantes que se percibe inseguro en su entorno incrementó siete puntos porcentuales, al pasar de 70 a 77 por ciento.
La percepción de inseguridad que vive la capital poblana incluso superó en porcentaje a otros sitios de alta incidencia delictiva en el país como Iztapalapa, donde el 69.6 por ciento de sus habitantes cree que su entorno es inseguro, pero que sigue siendo un porcentaje menor al registrado en la Angelópolis.
Según la ENSU, al corte de septiembre la población de 18 años y más que se siente insegura lo hace en el cajero automático en un 70.8 por ciento, en el transporte público en 64.2 por ciento, en el banco en 55.4 por ciento y en las calles que habitualmente utiliza en 54.1 por ciento, de acuerdo con el compilado a nivel nacional.
Pero en lo que respecta a Puebla, 8 de cada 10 siente temor al acudir a un cajero automático localizado en la vía pública por un posible robo, 9 de cada 10 en el transporte público y 7 de cada 10 en el banco.
En cuanto a las expectativas sobre la delincuencia, el 65.1 por ciento de habitantes del municipio de Puebla consideró que la delincuencia continuará igual de mal o empeorará en el próximo año.
Por otro lado, el 70 por ciento de los encuestados por el INEGI manifestó haber presenciado consumo de alcohol en las calles, un 68.1 por ciento vio la comisión de un robo o asalto, 54.61 por ciento presenció actos de vandalismo como grafitis y otros daños, en tanto que 38.1 por ciento han visto la venta o consumo de drogas en la calle.
Un 34 por ciento de los poblanos de la capital escuchó disparos con armas de fuego, 14.1 por ciento presenció o escuchó sobre robos de energía eléctrica mediante ‘diablitos’, y 9.1 por ciento escuchó sobre huachicol en los alrededores de su vivienda, siendo de los pocos municipios con alta incidencia en este rubro.
La delincuencia ha llevado al 66.5 por ciento de los habitantes a cambiar sus hábitos, como no llevar cosas de valor por temor a la delincuencia, el 69.3 por ciento ha dejado de permitir a menores salir y el 56 por ciento ya no camina de noche, mientras que el 38.8 por ciento ha dejado de visitar a parientes o amigos por miedo a ser víctimas de la delincuencia.
Cuando se trata de evaluar la eficacia del gobierno de la ciudad de Puebla en la resolución de los problemas más apremiantes, los números pintan un cuadro revelador: sólo 41.5 por ciento de la población muestra confianza en la administración local.
Aún más llamativo, apenas 4 de cada 10 ciudadanos depositan su fe en la policía preventiva municipal, en tanto que la mayor confianza en las fuerzas del orden es hacia personal de la Marina, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
En el horizonte de preocupaciones de los habitantes de Puebla, una marea abrumadora del 98.8 por ciento de la población identifica una serie de problemas que afectan la vida cotidiana.
Entre estos problemas destacan los baches, mencionados por un significativo 85.9 por ciento de los encuestados. El suministro de agua potable, una necesidad básica, también inquieta a un 50.8 por ciento de la población.
