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sábado, diciembre 14, 2024

Sentencian a Gerardo Espinosa, diácono de Aquixtla, a 21 años

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Gerardo Espinosa Rubí, diácono de Aquixtla, Puebla, recibió una sentencia condenatoria de 21 años y ocho meses de prisión, tras ser declarado culpable por abuso sexual contra el menor Abner, hecho ocurrido en el año 2021.

La noche del pasado 18 de diciembre, el juez de control Francisco Javier Orozco dictó la sentencia después de una exhaustiva evaluación de los elementos presentados durante el proceso judicial, esto en una audiencia de individualización.

Esta decisión sigue a la declaración de culpabilidad del religioso emitida el 11 de diciembre debido a las presiones en el caso y tras ser evidenciada su liberación previa en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador

 

FUE TRASLADADO AL PENAL

El sacerdote, anteriormente declarado culpable por el delito de violación en grado de tentativa, fue trasladado al penal de Chignahuapan para cumplir la pena impuesta, medida que pone fin a un proceso legal que ha mantenido a la comunidad de Aquixtla en vilo desde que salieron a la luz las acusaciones de abuso sexual contra el menor Abner. 

Al diácono Gerardo se le acusa de abusar sexualmente al niño de siete años y estar involucrado en el abuso de otros 10 menores en dicho municipio. 

La red de violencia también implica al juez Aarón Hernández Chino, quien, según activistas, habría liberado a al menos siete individuos acusados de delitos sexuales contra menores, incluido el mismo diácono Espinosa. 

Desde mediados de año, la Red Plural de Mujeres sacó a la luz el caso de abuso infantil, protagonizado por el diácono originario de Tezontepec, Hidalgo.  

Este sacerdote, según relatos, agredió a un menor apenas dos semanas después de llegar a Aquixtla para prestar sus servicios religiosos. 

 

SORPRENDIDO INFRAGANTI

La alarma se encendió el 26 de octubre de 2021, cuando los pobladores detuvieron al clérigo, sorprendido abusando sexualmente del monaguillo; sin embargo, el sacerdote a cargo del templo logró persuadir a los padres del menor para detener la turba y el agresor fue entregado a las autoridades. 

Las audiencias judiciales se vieron envueltas en estancamientos al cambiar de juez en cuatro ocasiones, hasta que el caso llegó a manos de Hernández Chino. Sorprendentemente, este juez liberó al diácono el 17 de julio, fallando a favor de tres amparos presentados por su defensa. 

Abogadas de la red advirtieron que el juez debió desestimar los amparos, ya que el criterio jurídico obliga a garantizar el interés superior de la niñez, por lo que consideraron que el religioso recibió apoyo de la jerarquía eclesiástica, permitiendo que sus presuntas agresiones sexuales, que datan desde hace 12 años, pasaran desapercibidas. 

 

DENUNCIA DE LA MADRE

Esperanza González Martínez, madre del menor, había denunciado constantes actos de revictimización durante el proceso judicial, al exponer que al juez Hernández se le permitió presentarse virtualmente a las audiencias, dando explicaciones evasivas sobre el avance de la denuncia. 

La participación del juez poblano en la liberación del agresor sexual fue expuesta en la conferencia mañanera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.  

Tras el escándalo, el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial inició investigaciones a través del Procedimiento de Responsabilidad Administrativa para revisar la actuación del juez de Zacatlán. 

Este llamado surgió después de que Hernández Chino permitió en julio la liberación de Gerardo Espinosa, hasta que el 17 de agosto se emitió nuevamente una orden de aprehensión que fue cumplimentada. 

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