Rusia ejecutó durante la madrugada un ataque aéreo de gran escala contra diversas regiones de Ucrania, con un saldo preliminar de seis personas fallecidas y decenas de heridos en la capital, informaron autoridades locales.
El operativo ruso incluyó el lanzamiento de 430 drones —la mayoría de tipo kamikaze Shahed— y misiles de distintos tipos, en una de las ofensivas más intensas registradas en los últimos meses. Las defensas ucranianas reportaron haber interceptado 405 drones y 19 misiles, entre ellos varios hipersónicos Kinzhal y balísticos Iskander, cuya intercepción había sido poco frecuente en ataques previos.
En Kiev, los impactos alcanzaron múltiples distritos y provocaron daños severos en edificios residenciales, además de afectar infraestructura eléctrica y de calefacción. Entre las víctimas mortales se encuentra una mujer embarazada, según informaron las autoridades municipales.
El presidente Volodímir Zelensky condenó el ataque, al que calificó como “deliberado y malvado”, y subrayó la necesidad urgente de reforzar los sistemas de defensa aérea con apoyo internacional. Asimismo, destacó que la mejora en la capacidad de interceptación demuestra la efectividad del equipamiento reciente recibido por Ucrania.
El ataque también dejó afectaciones en inmuebles diplomáticos, entre ellos la embajada de Azerbaiyán en Kiev, que resultó dañada por escombros de misiles derribados.

