Un conflicto estalló entre los comerciantes del tianguis Piedad Nacozari y los más de 300 vendedores ambulantes de la agrupación comercial 28 de Octubre, que recientemente se instalaron en este espacio tras ser desalojados de las inmediaciones de la Central de Abasto.
Comerciantes del tianguis Piedad Nacozari acusaron que el Ayuntamiento de Puebla no los tomó en cuenta para reubicar en los accesos principales a los comerciantes de la agrupación que lidera Rubén Sarabia Sánchez.
Ante esta situación, el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, aseguró que los comerciantes de la Piedad Nacozari no deben preocuparse, ya que la presencia de los vendedores de la 28 de Octubre en inmediaciones de su centro de trabajo es una medida temporal.
Rivera Pérez expresó que el secretario de Gobernación municipal, Jorge Cruz Lepe, se reunirá con los comerciantes del Tianguis Piedad Nacozari para abordar y calmar sus inquietudes en torno a la instalación de este grupo comercial.
“No es que se vayan a instalar ahí de manera definitiva, no es cierto; entonces, estamos precisamente acercándonos con ellos para que podamos resolver de manera integral en la Central de Abasto y todo el polígono que tenemos”, apuntó.
Señaló que el pacto alcanzado en la Central de Abasto tenía como propósito establecer un sistema de organización en las áreas de camellones y estacionamiento, una decisión que contó con el respaldo tanto del consejo de representantes como de la organización 28 de Octubre.
No obstante, aseguró que la reubicación de los vendedores a la zona del tianguis La Piedad Nacozari se concibió como una medida de carácter temporal.
“Es muy importante recalcar que la política que tenemos es que las diferencias se resuelven con diálogo y acuerdos, no a trancazos, si las queremos atender de otra forma en nuestra casa, en la colonia, no, eso es un pésimo camino y este gobierno siempre ha propiciado el entendimiento de las partes”, expresó.
En una reunión reciente, se acordó liberar los espacios en la 104 Poniente, en Circuito Interior Oriente, y en el predio utilizado como estacionamiento en la esquina de estas calles en la zona de la Central de Abasto.
La UPVA 28 de Octubre se comprometió a reubicarse temporalmente en calles aledañas y el Ayuntamiento acordó que se les facilitará un espacio fuera del polígono de la Central de Abasto para su reubicación definitiva. Hoy se sabe que uno de estos espacios para reubicación fue el tianguis Piedad Nacozari.
Simultáneamente, el Consejo General de la Central de Abasto, en colaboración con el Ayuntamiento, acordó trabajar en el ordenamiento de las áreas de rodamiento, estacionamiento, espacios verdes y vialidades, buscando restaurar la paz y el orden en la zona.
Sin embargo, esta solución no ha sido bien recibida por todos. Comerciantes del Tianguis Piedad Nacozari expresaron su descontento, ya que afirman que no fueron invitados por el Ayuntamiento de Puebla a la reunión que llevó a este acuerdo.
Calificaron la situación de “irregular” y advirtieron que, a pesar del acuerdo que establece que los vendedores de la 28 de Octubre solo podrán instalarse en los accesos del tianguis, esta agrupación intentará expandirse dentro y fuera del perímetro acordado.
Esta problemática deriva de que comerciantes de la Central de Abasto han estado protestando por la invasión de la organización 28 de Octubre en sus instalaciones. Esta indignación colectiva se manifestó con una marcha, el pasado 15 de octubre, que culminó en el Palacio Municipal de Puebla, donde exigieron el apoyo de las autoridades municipales para la pronta remoción de los miembros de la mencionada organización.
La marcha no solo se limitó a una expresión pacífica de descontento, sino que también se tradujo en el cierre del transitado bulevar 5 de Mayo, lo que resultó en un significativo congestionamiento vehicular en la zona.
El enojo de los comerciantes es el resultado de varios factores, entre ellos, que la organización 28 de Octubre, presuntamente se había encargado de cometer abusos, como extorsionar a los locatarios de la Central de Abasto, quienes se habían visto obligados a pagar cuotas para poder mantener el uso de sus espacios comerciales.