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viernes, abril 19, 2024

Pese a acuerdo, Qatar prohíbe venta de cerveza en los estadios

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A tan sólo dos días del partido inaugural, Qatar prohibió ayer la venta de cerveza en las inmediaciones de los estadios de la Copa Mundial, un giro de última hora en el acuerdo que el emirato musulmán pactó para asegurar la sede del torneo.

La decisión sacó a la luz la tensión que rodea la puesta en escena de la máxima justa futbolística –que no es sólo una competición deportiva sino una auténtica fies-ta de todo un mes– en un país autocrático donde la venta de alcohol está muy restringida.

También es un duro golpe para Budweiser, la cerveza oficial del Mundial, toda vez que afecta al acuerdo por 72 millones de euros entre la marca y la FIFA. Además, suscita un cuestionamiento sobre el verdadero control que tiene el órgano rector del futbol internacional sobre su torneo.

Cuando Qatar presentó su candidatura por la sede, el país aceptó permitir la venta de alcohol en unas zonas para fans alrededor de los estadios desde tres horas antes y una después de los partidos. También lo hizo cuando firmó los contratos tras imponerse en la votación en 2010, pero conforme se acercaba la fecha de inauguración del Mundial, las autoridades del emirato han ido cambiado los acuerdos.

Apenas la semana pasada, obligaron a Budweiser a mover sus puntos de venta a lugares menos visibles y un poco más alejados de los estadios.

No obstante, la FIFA envió ayer un comunicado donde divulgó otro cambio de planes. Indicó que se seguirá vendiendo cerveza sin alcohol (con un costo aproximado de ocho euros), en todos los estadios y en los 64 partidos.

Se podrá servir champaña, vino, whisky y otras bebidas alcohólicas en las zonas para personalidades de los estadios. Fuera de esos espacios, la cerveza de Budweiser (con un precio de entre 13 y 14 euros) era el único tipo de alcohol habilitado para los compradores de boletos.

Pero la vasta mayoría no tiene acceso a esas áreas. Podrán beber cerveza con alcohol por las noches durante el llamado FIFA Fan Festival, zona de fiesta alejada de los estadios que ofrecerá música en vivo y otras actividades.

Lejos de estos sitios, Qatar ha impuesto estrictos controles sobre la compra y consumo de alcohol, aunque se permite la venta en los bares de los hoteles desde hace años.

“Tras las conversaciones con las autoridades del país organizador, se decidió centrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival, otros lugares de encuentro de los hinchas y los locales que dispongan de licencia para ello, y eliminar los puntos de venta de cerveza del perímetro de los estadios”, indicó la FIFA en un comunicado.

Al trascender la noticia, Budweiser publicó un tuit en el que manifestó desconcierto: “Bueno, esto es incómodo”, sin entrar en detalles. El texto fue borrado poco después

Ab InBev, dueña de Budweiser, reconoció en un comunicado que algunos de sus planes “no podrán seguir adelante debido a circunstancias fuera de su control”.

La compañía con sede en Bélgica desembolsa decenas de millones de dólares en los Mundiales por los derechos exclusivos de vender cerveza y ya había transportado la mayoría de su producto, de Gran Bretaña a Qatar, con la expectativa de venderlo a millones de aficionados.

El contrato de la compañía con la FIFA comenzó a partir de México 1986 y las partes mantienen negociaciones con el fin de renovar el acuerdo para el próximo Mundial en Norteamérica.

Al respecto, el arquero inglés Aaron Ramsdale confió en que su selección pueda rendir lo suficientemente bien en la Copa como para que los aficionados no necesiten una bebida para divertirse.

“Como no podrán beber, esperemos tener un buen desempeño para darles emoción y entusiasmo, aunque creo que los aficionados encontrarán alguna forma de tomarse una cerveza. Tenemos que respetar las reglas y seguir trabajando, así que nos presionaremos para entretenerles desde la cancha”, señaló antes de que Inglaterra se enfrente el lunes a Irán en su primer partido del Grupo B.

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