El gobierno de la ciudad de Puebla, a cargo del alcalde José Chedraui Budib, asestó un nuevo golpe a la delincuencia organizada con la desmantelación de una red de vigilancia presuntamente operada por criminales en el Centro Histórico de Puebla. En conjunto con el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, el Ayuntamiento retiró 19 cámaras de vigilancia utilizadas “para delitos” y con las cuales los presuntos delincuentes se cuidaban de los operativos.
Los puntos de vigilancia, que hacían la suerte de “halcones”, estaban localizadas en 12 puntos estratégicos del Zócalo y las principales calles del primer cuadro de la ciudad, además de la periferia, dónde agrupaciones de vendedores ambulantes se disputan el control del territorio.
Estos dispositivos estaban instalados en postes de luz y telefonía, fachadas de establecimientos y domicilios particulares, sin que los dueños autorizaran la colocación en su propiedad.
El operativo se realizó desde el mediodía del pasado viernes; abarcó la plancha del Zócalo y fue peinando el Centro Histórico rumbo al norte. En una grúa de la Dirección de Emergencias y Respuesta Inmediata (DERI), personal retiró las cámaras custodiadas por militares, así como policías municipales y estatales con armas largas.
Durante el despliegue, algunos vendedores de la zona reclamaron por la confiscación de sus cámaras y acusaron que la autoridad no les explicó la razón por la cual se desinstalaron, no obstante, la Secretaría General del municipio de Puebla informó que se quitaron dos cámaras tipo domo, tres cámaras tipo PTZ 14 cámaras bullet.
Los dispositivos se encontraban en la avenida Reforma y 16 de Septiembre, además del pasaje del Ayuntamiento y la calle 2 Sur. También en la plancha del Zócalo, la 3 Oriente y 2 Sur, la calle 10 Poniente entre 5 y 7 Norte, calle 7 Norte y 10 Poniente, calle 16 Poniente y 5 Norte y la calle 18 Poniente y 5 Norte.