Una empresa constituida en Chalco, Estado de México, que modificó su razón social a escasos 22 días antes de presuntamente cometer un fraude por más de 6 millones de pesos por la compra de una vivienda y que lo mismo se dedica a la venta de bisutería como a la compra y venta de bienes raíces, fue la involucrada en el robo de una propiedad en la ciudad de Puebla en detrimento del ciudadano Fabian G.
La firma lleva el nombre de Servicios Kran SA de CV y además de tener múltiples sospechas de tratarse de una empresa fantasma, fue utilizada por el notario suplente 46 de Puebla, Carlos Joaquín Briones Velázquez, el supuesto cerebro del fraude, para llevar a cabo una velada estrategia para arrebatar a una víctima su vivienda localizada en el Residencial La Calera, a cambio del irrisorio pago de un peso.
El afectado narró que tras entregar las escrituras de la vivienda y firmar el proceso de compra-venta de su patrimonio, brókers bancarios, personal de la notaría 46 y el suplente de la misma, enviaron la cantidad de 6 millones 63 mil 416 a una cuenta bancaria totalmente distinta, de la que no hay una explicación de dónde surgió.
La cuenta bancaria pertenece a la firma Servicios Kran, la cual fue constituida el 31 de mayo de 2016 bajo la venia del entonces notario de Chalco, Salvador Ximénez Esparza, con el registro de Hilda Esther Gutiérrez Juárez como administradora única y de Fidelia Ofelia Hernández Hernández como socia, cada una con acciones por 25 mil pesos.
En el caso de la administradora única, señaló vivir en la colonia Ampliación Vicente Villada, en Nezahualcóyotl, en el Estado de México, mientras que su socia mayoritaria colocó tener su vivienda en la colonia Ejido de San Agustín, del mismo municipio.
ARTÍCULOS DE NOVEDAD
Desde ese momento, la compañía se ostentó como fabricante y vendedora de “toda clase de artículos de novedad”: joyería de fantasía, bolsas, carteras y monederos, entre otros artículos.
No obstante, su giro no se especializó únicamente en productos de belleza, sino que también establecieron facultades para la construcción de casas-habitación, condominios, naves industriales y oficinas; la construcción de líneas de conducción y redes de distribución de agua; hasta la colocación de pavimento de concreto asfáltico e hidráulico, actividades que distan de ser similares una de la otra.
Un dato que causa sospecha es que la compañía no fue localizable a través de alguna página de internet, tampoco cuenta con dirección de sus oficinas, número telefónico o información sobre contratos o prestaciones de servicios.
El 26 de agosto de 2016, Servicios Kran decidió agregar a Felipe Román Flores con atribuciones a la firma, por lo que se le otorgó poder general para pleitos y cobranzas, pero lo que marcó un dato relevante fue que el 23 de abril de 2019; es decir, solo 22 días antes de que se perpetrara el fraude contra Fabian G., la firma hizo modificaciones a su objeto social y agregó a un hombre llamado Salathiel González Romero como delegado especial de la sociedad.
En una cuarta acta notarial, las dueñas de la compañía validaron ante el notario 1 de Tlaxcala Leonardo Adolfo Daniel Molina Yano, —conocido por su posible participación en la creación de diversos casos de empresas fantasmas—, la colocación de una mujer llamada Laura Valdez Lemus como gerente general operativo de la sociedad, quedando pactado así el 23 de marzo de 2020.
¿SE TRATA DE UNA EMPRESA FANTASMA?
A partir de los nombres de Laura Valdez y el notario 1, Leonardo Adolfo Daniel Molina Yano, la trama toma un punto interesante. Y es que, el nombre de la presunta empresaria ya había figurado en una investigación en la que se le relaciona con dos empresas fantasmas.
La investigación elaborada por el diario español El País precisa que las empresas llamadas Dizoal y Esrome, en donde Laura Valdez es accionista, fueron registradas en 2017 a nombre de ancianos pensionados, pero en realidad se utilizaron para recibir pagos millonarios de la Policía Federal para proveer equipos y sistemas de espionaje.
En la información se señala que ambas empresas fueron creadas el mismo día y fueron detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por diversas irregularidades, pero lo que sobresale en este caso es que Salvador Ximénez Esparza, exnotario de Chalco, es quien avaló la creación de ambas compañías.
Esta persona, a la par, también constituyó Servicios Kran, empresa en la que la notaría 46 de Puebla habría desviado el pago de la vivienda de Fabián G. por más de 6 millones de pesos.
En 2017, a Salvador Ximénez Esparza le retiraron la notaría 126 de Chalco por diversas irregularidades que lo involucraban con documentos falsos tras una denuncia presentada por la hoy virtual candidata presidencial, Xóchitl Gálvez. Este exnotario es hijo de Héctor Ximénez González, quién fue Senador de la República, Procurador General de Justicia del Estado de México, presidente del CDE del PRI, entre otros cargos.
Después de firmar los contratos con la Policía Federal, tanto Esrome como Dizoal realizaron asambleas extraordinarias en noviembre de 2019 para cambiar de administradores y accionistas. Las asambleas fueron avaladas por el notario Leonardo Molina, de Tlaxcala, quien tiene antecedentes por irregularidades, incluyendo el registro de 15 empresas fantasma entre 2015 y 2018.
Laura Valdez Lemus, quien trabajó en la dirección de finanzas de Sapase hasta al menos octubre de 2017, se convirtió en la accionista mayoritaria de ambas empresas como resultado de estos cambios.
Tanto Adolfo Molina como Laura Valdez, también aparecen en la última acta notarial de la empresa Servicios Kran: el primero validando la instalación de la segunda como representante legal y apoderada general de la empresa, tal como ocurrió con las dos empresas investigadas por El País en la investigación en mención.
La compañía Kran es prácticamente inexistente si se intenta localizar en los buscadores de internet, al igual que las empresas Dizoal y Esrome, que se encuentran en edificios de lujo en la colonia Polanco, pero están vacíos y no cuentan con personal trabajando en ellas.