En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemoró el 25 de noviembre, colectivos e integrantes del Movimiento Feminista Radical exigieron al Congreso del Estado aprobar la llamada “Ley 3 de 3” para frenar la violencia contra las mujeres y despenalizar el aborto, un tema pendiente desde más de 15 años.
El nutrido contingente de mujeres marchó de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), ubicadas en el boulevard Héroes del Cinco de Mayo, a la sede del Congreso local, que se ubica en la 5 Poniente en el Centro Histórico.
“Que nos detengan, somos las abortistas, radicales, feministas y no nos van a controlar; la policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, fueron algunas de las consignas de la marcha.
La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres reunió a mujeres que exigían cese a la violencia, a las madres de las mujeres desaparecidas y a víctimas de violencia vicaria, todas con la misma causa.
“No más violencia contra las mujeres”, “el amor no va acompañado de la violencia”, se podía leer en algunos carteles que portaban las manifestantes durante el trayecto del boulevard Cinco de Mayo.
La marcha estuvo acompaña por una batucada y sus integrantes iban, en su mayoría, vestidas con prendas de color morado. En el paso por el Congreso local colocaron un tendedero con fotografías de presuntos violentadores y deudores alimentarios.
A los diputados exigieron aprobar la “Ley 3 de 3” contra la violencia, mediante la cual se buscará impedir que hombres que hayan sido investigados por violencia familiar o sexual, o hayan incumplido su responsabilidad alimentaria, accedan a un cargo de elección.
Frente al recinto legislativo, las féminas denunciaron algunos casos en los que han sido violentadas, así como retrasos en las investigaciones y omisiones en las carpetas de investigación que sigue la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Estando embarazada esa persona me ahorcó, casi me deja muerta; las autoridades no hacen nada, mi carpeta de investigación está mal, los nombres están mal escritos. Él sigue libre”, fue uno de los relatos que se escucharon en la protesta.
El cese a la violencia vicaria fue uno los principales reclamos de las colectivas, sus integrantes denunciaron trabas y tortuguismo por parte de las autoridades judiciales para poder encontrar justicia.
Una de ellas señaló que, al momento de presentar una denuncia en el Ministerio Púbico, le exigieron que presentara tres testigos para acreditar que es víctima de violencia familiar. “Es horrible vivir todas las noches escuchando un sonido de una camioneta, y no puedo dormir porque tengo miedo de que se lleve a mi hija o de que me mate”, denunció.
La marcha se dirigió hacia Casa Aguayo en donde realizaron una protesta frente a las instalaciones de la sede del Poder Ejecutivo estatal, así como un pase de lista de las víctimas de violencia en este año.
Al menos unas cuarenta mujeres fueron nombradas por las colectivas, entre ellas, la abogada y activista Cecilia Monzón Pérez, quien fue asesinada en mayo de este año. En la explanada fueron colocadas decenas de cruces de color rosa con los nombres de cada una de las víctimas.
Con algunas consignas recriminaron la actuación de los jueces en los casos de violencia vicaria, pues debido a sus decisiones han perdido a sus hijos. “Señor, señora, no sea indiferente, se llevan a las crías con ayuda de los jueces”, fue uno de los reclamos.
