Una integrante más del Partido Acción Nacional (PAN) evidenció el sectarismo de la dirigencia estatal del partido y del candidato de Mejor Rumbo para Puebla, Eduardo Rivera Pérez. Se trata de la diputada local Lupita Leal, principal impulsora de la Ley de Movilidad que dejó al descubierto la simulación dentro del proceso de selección de candidatos.
En un vídeo colgado en sus redes sociales, la legisladora recordó las iniciativas presentadas en el Pleno del Legisla- tivo en materia de movilidad, transporte público, arbolado, discapacidad e imagen urbana, por mencionar algunos otros.
Sin embargo, acusó que el trabajo desde el Congreso no fue suficiente para que la dirigencia estatal del PAN, a cargo de Augusta Díaz de Rivera, le diera la oportunidad de poder competir nuevamente por la diputación local, dando el es- pacio para un alfil de Eduardo Rivera, el regidor con licencia, Manolo Herrera, de quien poco se sabe sobre su trabajo en el Cabildo de Puebla.
“Todo esto no fue suficiente para los órganos partidistas, tengan la certeza de que seguiremos trabajando para participar en el ejercicio de la política, del activismo y del emprendimiento social, dándole significado al verdadero sentido de servir. Evolucionar a una política que evite ser de simulación y sí de acción, no es lucha de un sólo día”, manifestó.
Lupita Leal destacó que desde hace algunos días se había apuntado en el proceso de selección de candidatos en el Comité Estatal del PAN, con intenciones de participar por una reelección, con la idea de que habría piso parejo en las definiciones.
Sin embargo, al encontrarse con que las candidaturas fueron otorgadas de manera desequilibrada, recordó que ésta no era la primera ocasión que se encontraba con una negativa del PAN, pues con anterioridad ya había recibido una cerrazón de su propio partido.
“No es la primera vez que me dicen no en el PAN y tanto en la primera ocasión como en esta me siento en paz y a la vez determinada a seguir luchando, porque la decisión de que no participara en las elecciones de 2024 fue de los órganos partidistas y no de un método o proceso de selección de los militantes o la ciudadanía en general fueran los que lo decidieran”, dijo.
Expuso que los poblanos merecen que sean representados por los mejores cuadros y que en cada comparecencia o iniciativa velen por sus intereses, mas no los de ‘cúpulas’, en relación a Eduardo Rivera Pérez y sus perfiles impuestos en los cargos de elección popular.
SE VAN DE LA COALICIÓN
Con esta respuesta, suman más perfiles panistas que han señalado directamente a la dirigencia del PAN por las imposiciones en las candidaturas. Un caso fue el de María de la Barreda, quien recientemente renunció al blanquiazul al señalar que el partido “ha dejado de ser el instrumento de participación ciudadana” que era antes.
En febrero pasado, denunció que la dirigencia canceló el diálogo serio y respetuoso y lo cambió por decisiones cupulares que únicamente responden a “intereses personales y de grupo”.
Pronunciamiento similar corrió a cargo del regidor Fernando Sarur, al bajarse de la inscripción para ser integrado en la planilla del precandidato Mario Riestra Piña, luego de que acusó que el candidato de la alianza opositora en Puebla colocó a las mismas familias que ha beneficiado históricamente y que ya había línea sobre las designaciones.
La crisis también se ha extendido en los municipios, tal es el caso de Izúcar de Matamoros, donde comenzaron una rebelión contra la dirigencia estatal de los partidos PAN, PRI y del exedil Eduardo Rivera.
Allí, los Comités directivos municipales de PAN y PRI renunciaron en protesta, alegando que el candidato a la presidencia municipal, Lorenzo Suarez, fue impuesto por el dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina.
Sandra Montalvo Domínguez, expresidenta del ONMPRI Puebla, se sumó a la lista de renuncias destacadas por el PRI, al acusar al dirigente estatal del partido de obstruir la participación política de las mujeres.
Montalvo relató que al buscar la candidatura a la presidencia municipal de Cuetzalan del Progreso, el dirigente le negó la oportunidad, argumentando la existencia de un ‘jefe político en la región’, identificado como el edil Gerson Calixto, quien según él, tenía la autoridad para decidir quién sería el candidato.
