La historia es sencilla: el Ayuntamiento de Puebla ha sido acusado de permitir que la capital poblana se convierta en una cantina y, en un hecho pocas veces visto en su administración, decidió poner orden en la venta de alcohol. Su objetivo fue La Resurrección, una junta auxiliar plagada de violencia y crimen organizado.
La respuesta, contrario a lo que esperaban las autoridades, fue la de decenas de pobladores de la comunidad que se plantaron frente a la puerta principal del Palacio Municipal en demanda de que la gestión de Eduardo Rivera Pérez permita la reapertura de los establecimientos, ya que a decir del propio edil, los permisos habrían sido otorgados por el presidente auxiliar Adolfo Reyes Pérez, quien en abril de este año fue detenido por el delito de resistencia de particular, luego de que tratara de impedir que la Policía Estatal detuviera a su hijo tras conducir una pipa de gas de la que no pudo demostrar su lícita posesión.
PRESENTARÁN DENUNCIAS
Con el conflicto a cuestas, Eduardo Rivera tuvo que salir por peteneras y anunciar que su gestión presentará denuncias penales en contra del edil subalterno por presuntamente incurrir en usurpación de funciones al otorgar licencias de funcionamiento falsas para bares de la demarcación.
Sin embargo, la advertencia del alcalde, lejos de calmar las aguas, exacerbó las tensiones en La Resurrección. Y es que, la clausura de establecimientos dedicados a la venta de alcohol durante el fin de semana desató la ira de los pobladores, quienes amenazaron con tomar unidades de transporte público y por ende, estas dejaron de prestar servicio las primeras horas de este martes por miedo a represalias.
Por si fuera poco, los inconformes convocaron a una manifestación al exterior del Palacio municipal al filo de las 13:00 horas de este martes, por lo que granaderos montaron un operativo en las inmediaciones del recinto histórico para evitar daños a la infraestructura municipal.
Sin embargo, ni el despliegue pudo evitar que se desatara un zafarrancho en el que los inconformes amagaron con derrumbar las puertas del Palacio municipal con un vehículo tractor que se apostó en el acceso principal.
La protesta se radicalizó cuando los quejosos, en su intento de tener audiencia con el presidente municipal, lanzaron piedras, palos, cadenas, botellas y hasta macetas del mobiliario urbano para abrirse paso al recinto municipal, mientras pregonaban “el pueblo unido, jamás será vencido”.
MUJERES GOLPEAN A UNIFORMADOS
Mujeres indígenas de La Resurrección también aprovecharon el ajetreo y lanzaron golpes a los uniformados, quienes no tuvieron otra opción más que retraerse para evitar ser atacados.
Los ánimos se calentaron aún más cuando un grupo de féminas de La Resurrección subieron a Israel Chávez, delegado de Gobernación municipal, a una unidad de transporte público que llevaban consigo, por no llegar a un acuerdo por el decomiso del tractor que previamente fue resguardado por elementos de la policía municipal.
Minutos después, el secretario de Gobernación de Puebla, Jorge Cruz Lepe, se reunió con la comitiva de los pobladores de La Resurrección para fijar una fecha para entablar una mesa de diálogo.
Fue así que posteriormente, con un fuerte equipo de seguridad y sin dar declaración alguna a medios de comunicación sobre el conflicto, Cruz Lepe ingresó nuevamente al Palacio municipal, con un semblante preocupado de a quien la gobernación de la ciudad se le salió de las manos.
HARTAZGO CIUDADANO
Al respecto, el regidor de Morena, Leobardo Rodríguez Juárez, lanzó un video en redes sociales explicando que toda esta pugna fue el resultado del hartazgo ciudadano, toda vez que ellos acusan que el Ayuntamiento ha intentado extorsionarlos a fin de obtener la reapertura de sus negocios e inclusive han sido víctimas de amenazas por parte del área de Normatividad Comercial.
Explicó que la semana pasada en La Resurrección, el Ayuntamiento clausuró un negocio que no tenía permisos, pero antes de eso los propietarios fueron extorsionados, además de que habrían sido amenazados directamente por el secretario de Gobernación, Jorge Cruz Lepe y Benito Fernández de Lara, titular de Concertación en juntas auxiliares, a fin de que no realizaran ninguna protesta.
El regidor también precisó que la policía municipal, sin tener elementos necesarios, apresó ayer al presidente auxiliar de La Resurrección, Adolfo Reyes, al bajarlo del tractor que acompañaba a pobladores, lo que desató la provocación de los pobladores contra los policías municipales.
“Lo que hicieron (personal de Normatividad) fue tratar de extorsionar y pedirle moche a los pobladores y ellos no se dejaron, porque va Normatividad acompañado de cuatro patrullas, pero cuando piden auxilio los pobladores de que llegue la policía municipal nunca llegan, esa es parte de la molestia, porque hace unas semanas hubo un intento de linchamiento y la policía nunca llegó”, manifestó Rodríguez.
El conflicto culminó cuando después de estar privado de la libertad por varias horas, pobladores de La Resurrección entregaron en las oficinas de la Secretaría de Gobernación a Israel Chávez alrededor de las 18:30 horas.
Uno de los inconformes sostuvo que el acuerdo fue que entregando a Israel Chávez les regresarían el tractor y dejarían en libertad al presidente auxiliar, situación que reprocharon no ocurrió. Después de alrededor de seis horas de la trifulca, los pobladores se retiraron a sus hogares, anunciando una manifestación en Palacio Nacional para hacer llegar sus quejas al presidente López Obrador.