El alcalde Eduardo Rivera Pérez, guardó mutis sobre el irónico mensaje que le envió el jefe político de Morena en Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y prefirió desviar su atención al senador Alejandro Armenta Mier, pero solo sirvió para que confirmara que continuará aferrado al cargo de presidente municipal hasta que arranque oficialmente el proceso electoral, lo cual se estima que sea en noviembre.
El munícipe prefirió evitar una afrenta contra el titular del Ejecutivo y en su lugar se fue encima al senador Alejandro Armenta Mier, aspirante a Coordinador en Defensa de la 4T en Puebla, al reclamarle por la publicidad en espectaculares y bardas que se han colocado en la entidad sin que los recursos de colocación sean fiscalizados.
Rivera Pérez respondió a las acusaciones del senador morenista, asegurando que no solicitará licencia de su cargo hasta que comience oficialmente el proceso electoral de 2024, toda vez que en el Frente Amplio por México aún no ha sido lanzada la convocatoria.
El alcalde dijo ser respetuoso del proceso interno de Morena de cara a las elecciones de 2024 y advirtió que continuará en su cargo como presidente municipal hasta que el Instituto Nacional Electoral (INE) marque los tiempos de arranque de todas las coaliciones y partidos para la sucesión a la gubernatura.
“Temblarán mis adversarios”, aseguró el alcalde, insinuando que varios de ellos se sintieron inquietos tras sus declaraciones durante su segundo informe de gobierno este domingo en el auditorio GNP, donde realizó un destape con líderes del PAN, PRI y PRD.
“Yo vi que varios se pusieron nerviosos, ni siquiera puse nombre y apellido, lo único que yo digo es que seguiré ‘chambeando’ y que se den cuenta de que todavía no inicia el proceso electoral, todavía no inician las precampañas y observen quién ya colocó espectaculares, lonas y bardas pintarrajeadas en toda la ciudad y como dicen ¿Quién pompó?”, expresó Rivera.
El munícipe también rechazó el reto del senador, respecto a presentarse en el Zócalo de la ciudad para realizar un debate y discutir los temas que aquejan a los poblanos, en congruencia sobre su advertencia de hacer “temblar” a sus adversarios de Morena en la próxima contienda electoral.
ESCALADA DE TENSIONES
De lo que Rivera Pérez no habló fue del mensaje del gobernador, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien un día después de su destape dijo irónicamente “Uy, qué mello”, en alusión a la frase popular de Chico Che. Además, pidió al edil no distraerse de sus obligaciones como alcalde de Puebla.
“Quien tenga proyecto, que se dedique al proyecto, quien no, que se dedique a cumplir con la ciudadanía a lo que se comprometió, eso es lo fundamental para este tipo de acciones y que nos permita generar ya un cierre muy importante para Puebla, son 365 días por delante con muchas áreas de oportunidad”, sentenció.
La aspirante morenista, Olivia Salomón, no escatimó críticas al alcalde panista, pues lamentó que las verdaderas personas que están temblando en Puebla son las familias que padecen la inseguridad en las calles, resultado de lo que considera la incapacidad del gobierno municipal para combatirla. Asimismo, exigió que Rivera cumpla con su compromiso de gobierno o separe sus aspiraciones personales de su cargo actual, apelando a la honestidad y la transparencia.
Por su parte, el líder de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, se mostró respetuoso de las aspiraciones políticas de Eduardo Rivera, pero destacó la distancia significativa que deberá recorrer para alcanzar al movimiento lopezobradorista, que lidera con una ventaja de 40 puntos.
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso de Puebla, Eduardo Castillo López, sugirió que Eduardo Rivera debería seguir el ejemplo de miembros de Morena que han renunciado a sus cargos en la administración estatal para participar en el proceso interno y añadió que el uso de recursos públicos en el acto de rendición de cuentas del alcalde debe ser revisado cuidadosamente.
Mientras que Alejandro Armenta, senador de Morena, puso el dedo en la llaga al argumentar que, ante la aspiración del edil Eduardo Rivera a la gubernatura, este debería presentar su renuncia al cargo y rendir cuentas sobre la administración municipal y lo desafió a un debate en el Zócalo de la ciudad de Puebla, una vez que se haya separado de su cargo, en un intento por conectar con la población.