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sábado, febrero 22, 2025

La faena, el gobernador y el “comentócrata”

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Si algo sabe Alejandro Armenta Mier es el timing para subirse al tatami político. 

Y, en el día 61 de su administración, decidió que era momento salir al paso de una campaña emprendida por Latinus y Carlos Loret de Mola en contra de sus hijos Alejandro y Blanca Cecilia Armenta Arellano. 

¿Qué dijo el reportero investigado penalmente por un montaje realizado con toda la complicidad del policía del calderonismo Genaro García Luna?  

Que el mandatario poblano emulaba a Andrés Manuel López Obrador en su decisión de imponer a su hijo como “asesor honorífico” en temas especiales del gobierno, principalmente, en ciencia y tecnología; además de sugerir que había un interés económico detrás de ese impulso, a raíz de una empresa creada por los hijos del mandatario dedicada al rubro. 

Sabedor de cuando respirar y cuando soltar el golpe, Armenta actuó en consecuencia para desmentir la vileza sugerida por el vocero de los enemigos de la 4T.  

Y también lo hizo como mejor sabe: trabajando.   

Por eso tomó una pala y se fue a la colonia Constitución Mexicana, al sur de la capital poblana, para encabezar la sexta faena para remozar y recuperar espacios públicos, una tarea en la que participan sin distingo todos los secretarios estatales y funcionarios de los diferentes niveles. 

Armenta llegó a la colonia con la sonrisa de oreja a oreja. Ya lo esperaban pobladores y amigos que ha hecho a lo largo de 40 años de carrera política, lo mismo que José Chedraui Budib, alcalde de Puebla; la dirigente estatal de Morena, Olga Romero Garci-Crespo; y demás. 

Pala en mano, con el pico, las tenazas, el mandatario le entró duro a la faena, esta vez convocada por la dirigente morenista, pero en la que también participaron militantes de la organización Antorcha Campesina, al ser uno de sus bastiones.   

Entre risas y repartido muy bien el trabajo, Armenta siguió en lo suyo. Deshierbando, pintando muros, plantando árboles… mientras sus funcionarios y el alcalde de Puebla sudaban la gota gorda por el esfuerzo.  

La jornada concluyó hasta que se rescató el espacio público. No fue el acto para la foto. La instrucción dada y supervisada a todos en su gobierno es esa: no simular y ponerse a trabajar cuando se realicen las faenas.  

Allí, entre Antorchistas y morenistas, Alejandro Armenta se encontró con Miguel Téllez, a quien conoce desde 1990, cuando jugaba futbol en las en los campos de San Sebastián Teteles, en Acatzingo. 

Miguel fue la carta, el escudo y la muestra de quien es y ha sido Armenta como político. ¿Por qué un paisano suyo que ahora vive en la capital? Porque desde hace 40 años que inicio su carrera hasta ahora nadie le ha demostrado ningún caso de corrupción, a pesar de que el panista Rafael Moreno Valle Rosas le armo un expediente hechizo para impedirle que continuara como uno de los acérrimos críticos de esa gestión estatal.  

Con esa carta credencial arropándolo, vino la durísima contestación ante la vileza.  

“Este es un mensaje para Latinus, este es un mensaje para el comentócrata… ¿cómo se llama? ¡Loret!, que como no le toca chayote, pega. Ojalá hicieras una faena, ojalá supieras tomar una pala, un machete, solo usas la pluma para calumniar, ofender, denigrar. ¡Qué vergüenza das, eres una lacra del país!”. 

Continúo:  

“Aquí está Miguel Téllez es un ejemplo, lo conocí en 1990, conocí también a su papá, don Miguel Téllez, en paz descanse, íbamos a hacer faena. Es maestro de obra y es mi hermano”. 

Y luego apareció el Armenta que sabe ironizar ante la pequeñez.  

-Oye, Migue, Migue, pero no es un montaje ¿verdad?, ironizó el mandatario. 

-No, no, no. 

– ¿Te pagué? ¿Te pagué para que vinieras a hablar? ¿Te hablé en la mañana o te pagué la producción o te mandaron cámaras de Latinus para que grabaras algo a favor? 

-Jamás, jamás. 

Y el cierre como dardo envenenado: “¡Para que veas que esto no es montaje, Loret de Mola!”.  

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