El boxeo vuelve a colocarse en el centro del debate con el combate entre Jake Paul, creador de contenido convertido en pugilista, y Anthony Joshua, excampeón mundial de peso pesado, una pelea que se celebrará este viernes y será transmitida en vivo por Netflix.
Aunque el enfrentamiento ha generado enorme expectativa mediática, las probabilidades están claramente inclinadas a favor de Joshua, dos veces campeón mundial y medallista olímpico, quien llega como amplio favorito frente a Paul. En plataformas de apuestas como Polymarket y Kalshi, donde se han apostado más de 13 millones de dólares, Joshua concentra entre 85% y 87% de probabilidades de victoria. En DraftKings y FanDuel, el británico también domina las previsiones, con apuestas que anticipan incluso un nocaut.
El combate se llevará a cabo tras una cartelera preliminar que iniciará a las 4:45 p. m. EST, mientras que la pelea estelar comenzará a las 8:00 p. m. EST. Los preliminares incluirán combates femeninos de campeonato y la participación del olímpico brasileño Keno Marley.
Sobre las ganancias, las cifras no han sido confirmadas. Jake Paul afirmó en redes sociales que el monto total ascendería a 267 millones de dólares, aunque Joshua negó que se trate de la mayor bolsa de su carrera. Aun así, se espera que el evento sea un éxito de audiencia, con proyecciones que apuntan a romper récords en Netflix, plataforma que ha reforzado su apuesta por los eventos deportivos en vivo.
El combate no ha estado exento de críticas. Especialistas señalan la desigualdad física entre ambos —Joshua supera a Paul en estatura y peso— y advierten que una derrota del campeón británico sería “devastadora” para su legado. Promotores como Frank Warren y Eddie Hearn han calificado el riesgo como extremo, aunque reconocen el valor comercial del enfrentamiento en Estados Unidos.
La tensión también se ha trasladado a las declaraciones previas. Joshua aseguró que sería un fracaso no noquear a Paul en el primer asalto, palabras que desataron polémica en el mundo del boxeo. La expectativa ahora se centra en si el espectáculo confirmará los pronósticos o reabrirá el debate sobre los límites del deporte.

