(Segunda parte)
En esta segunda entrega de la larga conversación que sostuvimos el 2 de agosto, el gobernador Miguel Barbosa Huerta admite que el diputado Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, anda presionando en todos lados en aras de deslindarse de la denuncia interpuesta por Santiago Nieto, en su calidad de titular de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Y no lo dice con esas palabras. Lo dice así, muy coloquialmente.
Además, el gobernador habla de Santiago Nieto, de la relación que mantuvo con la prensa que lo golpeó en 2018, de una conversación con el exauditor Francisco Romero y de un caso que no ha terminado de investigarse: la ejecución de tres ministeriales en Tecamachalco.
Mario Alberto Mejía (MAM): Un tema toral que ocurrió las últimas semanas, gobernador: dos periodistas nacionales, Víctor Hugo Arteaga y Néstor Ojeda, dieron a conocer un reportaje basados en una denuncia presentada por Santiago Nieto, a la sazón titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que dominaron operación Angelópolis. Y que tenía que ver con uso de recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero y evasión fiscal. Y apareció el nombre de Arturo Rueda Sánchez de la Vega, director del periódico Cambio, socio de Ignacio Mier. A partir de ahí se suscitó un auténtico escándalo que culminó con la aprehensión de Rueda. Tú has dicho que te enteraste de esa investigación en una de las mesas nacionales de seguridad pública.
Miguel Barbosa Huerta (MBH): Así es. A nivel federal se llaman Mesas de Judicialización. En una de las ocasiones en las que acudí, Santiago Nieto habló de ese asunto.
¿Le preguntaste sobre el tema a Nieto una vez concluida la reunión?
Al término de la reunión le dije a Nieto que si podíamos tener más información, y me dijo: “Va a llegar”.
¿A dónde llegaría?
A la Fiscalía General del Estado.
¿Fue una sola denuncia la que presentó?
No. Fueron dos. Y los documentos los envió a dos instancias: la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía General de la República. ¿Quién pidió la investigación?
He ahí la clave.
Y quien pidió la investigación a la Unidad de Inteligencia Financiera tuvo acceso a la información. ¿De acuerdo? Nosotros no tenemos acceso a eso. Cuando viene este escándalo, Mier ya sabía…
¿Mier ya sabía que tú no tenías que ver?
No sé si sabía o no eso. Pero sí sabía de la investigación.
Claro. Tuvo acceso a ella.
Por eso…
Él y Arturo Rueda.
Así es. Tuvieron acceso.
Incluso se reunieron con Santiago Nieto.
Exactamente. Lo que sí quiero decirte es que Francisco Romero, el exauditor superior del estado, no está detenido por esa investigación, sino por su desempeño en el cargo.
Pero sí está involucrado en la carpeta.
También forma parte de la carpeta, pero no está detenido por esa razón. ¿De acuerdo? Él está detenido por toda la corrupción que desarrolló durante el tiempo que fue auditor. ¿Imagínate, ya en mi tiempo, que yo tolerara que el auditor superior del estado estuviera metido en toda la corrupción que desarrolló? ¡Extorsión, chantajes, todo! ¡No, no, no, no! No saben que esto tiene que ser diferente.
¿Quién pudo haberles filtrado la denuncia a los periodistas Arteaga y Ojeda?
Pues cualquiera que tuvo acceso a la misma, ¿verdad? Y la publican. Y se hace el gran escándalo. Y vienen las cortinas de humo. Mier habla de que fue ilegal la filtración. Y es cierto. Pero olvida que su socio Rueda durante años se dedicó a publicar documentos filtrados ilegalmente. De toda la vida.
En ese contexto surge una vieja denuncia que estaba archivada en la fiscalía del estado y que, en varias ocasiones, Nacho Mier y Rueda negociaron con los gobernadores en turno su no ejecución. Me refiero a la denuncia de…
La de las manitas, ¿verdad? (Risas).
¡Exacto!
Dos manitas que parecían racimos de plátanos dominicos. (Risas).
Y que tenía que ver con una denuncia interpuesta por Jorge Estefan Chidiac…
¡Sí, sí, sí!
Sobre un intento de extorsión.
Sí. Eso de vender tlacoyos y administrar reputaciones, y todas esas cosas, ¿verdad?
Y todo eso culmina con la aprehensión de Arturo Rueda.
Así es.
Tú y Arturo Rueda se habían sentado en varias ocasiones, gobernador.
Sí. Muchas.
Incluso te llegó a entrevistar durante las rondas de entrevistas que eventualmente das. ¿Cómo inició tu relación con Rueda?
Yo. como gobernador, tengo que tener trato con todos. Y entiendo las funciones que tuvo la prensa en los tiempos de Moreno Valle. El político más atacado en el país, en el 2018, fui yo. Por la prensa nacional y la prensa estatal, ¿eh? Fue una estrategia profesional que costó cientos de millones de pesos. No sé cuánto. Un buen día me avisan que, en un periódico nacional muy importante, iban a sacar una noticia sobre una casa que yo compré en la Ciudad de México, en Coyoacán. Una casa de tres recámaras con sus bañitos, sala, comedor, patio… Esa casa está en la privada de Francisco Sosa. En el reportaje iban a presentarla como la Casa de los Leones, la residencia, enorme, donde vivió Miguel de la Madrid. Pero esa casona sí está en la calle de Francisco Sosa, no la privada de Francisco Sosa. Mi casa es de 350 metros y la compré con un crédito hipotecario que hasta hoy pago. Entonces hablé con el señor dueño de este medio importantísimo. Y le dije: “oye, yo quiero que se detengan y que vean que mi casa no es la que saldrá en tu reportaje”. De nada sirvió. Pese a la aclaración, publicaron la mentira. ¿Qué me provocó a mí esta situación? Indignación. Pero también saqué las agallas. Muchas agallas. Yo vivía en un hotel…
Crowne Plaza.
Crown Plaza.
En la avenida Hermanos Serdán.
Ahí. En una habitación de discapacitados donde solamente cabían mi cama y mi silla de ruedas. Yo no tenía sillón porque no cabía. Nomás una mesita pegadita. Ahí vivía yo. Todos los días me paraba con una actitud de guerra contra todo ese escenario. Y desafiaba a todos, y así me mantuve. ¿Por qué me lo preguntaste?
Por Arturo Rueda.
Ah, bueno, Arturo Rueda fue uno de los que más me golpeó. ¡Como tú!
¡No! ¡Yo no!
¡Tú me golpeaste!
No. El periódico donde estaba.
Tú me golpeaste.
No. Nunca te agravié.
Era de Eukid Castañón, mi querido Mario Alberto. Eran las épocas.
Eran las épocas.
Eran las épocas. Y yo aguanté todo. Hoy somos grandes amigos. Pero me preguntaste por qué hablé con Rueda.
Sí.
Hablé porque tenía yo que hablar.
¿Cómo fue tu relación con él?
Fue hasta afectuosa después. Pero vi que no tenía un comportamiento sano. A ti te trato porque siempre te he tenido afecto.
Gracias. Igualmente.
Y tú lo sabes, ¿sí?
Es recíproco, gobernador.
Hasta en los peores momentos yo te diferencié.
Siempre mantuvimos la conversación.
Siempre te diferencié. Y contigo, que eres un poeta, se puede platicar, y te diviertes.
Gracias.
¿Verdad que sí? Nos respetamos. Y espero que nos respetemos el resto de nuestras vidas.
Así ha sido, y así será.
¿Verdad que sí? Pero con Rueda no. ¿Para qué te describo la personalidad de alguien que hoy está detenido?
¿Llegaste a confiar en él?
¡No, no, no! Para nada. Esa parte no.
Porque trató de ganarse tu confianza.
Sí, claro. Y claro que platicaba yo con él, pero hay gente que trata de tener control mental sobre la gente. ¿Imagínate que quieran controlarme mentalmente?
Ya en el contexto de que trascendiera el tema de esa denuncia de la UIF, ¿Rueda te llegó a buscar?
Nunca me dijo que tenía un pendiente en la fiscalía derivado de ese hecho. Nunca fue un tema que me tratara.
¿Paco Romero te llegó a comentar el tema?
Sí, alguna vez aquí.
¿Qué te pidió?
Vino a decirme que sabía que existía esa investigación y que estaba siendo presionado por la persona de la que estamos hablando.
O sea, ¿por Rueda?
¡No me hagas decirlo!
Tú no lo dijiste, lo dije yo.
Y entonces, le dije: “mira, solamente dile que tiene una condición igual que tú, ¿sí? Y ya no hables de ese tema con nadie, por favor. Ya no hables de ese tema con nadie”. Pues no. No obedeció. No acató las recomendaciones y se fue a divulgar el hecho.
Una vez que Rueda ingresó a prisión, y que Mier empezó a salir a los medios para deslindarse de todo, vino un extrañamiento de la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo de Pablo Gómez, que más bien parecía un…
Regaño.
Un regaño.
Sí.
Creo que ha sido el primer extrañamiento hecho por la UIF.
La UIF, como institución, no tiene atribuciones sobre las fiscalías generales de los estados. Fue un excesito de don Pablo. Pero nada más. Pero yo le tengo mucho cariño a Pablo Gómez. Mucha admiración. Es un ideólogo al que yo respeto. Es un gran parlamentario. No pasa nada.
Dio la impresión de que Ignacio Mier, en su calidad de coordinador de la bancada de Morena, andaba…
¡De chillón! (Risas). Así te lo digo: ha andado de chillón por todos lados. ¿Ya? ¿Es lo que querías que dijera?
¿Ha ido a Palacio Nacional a llorar?
A todos lados.
¿Y te han llamado de Palacio Nacional?
¡Nadie, nadie!
¿Ni de Bucareli?
Nadie.
¿Nadie ha pedido que…
¡Nadie! Y además yo no soy el instigador de nada.
Pero a ti te denunció junto a otros personajes diciendo que habían filtrado…
Que había yo filtrado información junto con otros. Por mí nunca ha pasado ningún expediente judicial, ni ministerial. Y mi gobierno no filtra información. El poder es serio y responsable. No es arrogante.
LAS PRESIONES DE MIER
En el contexto del extrañamiento, gobernador, hubo algo que me llamó la atención: entrevistan a Santiago Nieto y prácticamente exonera a Ignacio Mier.
No lo exonera en sí. Dice que en la investigación que hacen no le encuentran responsabilidad. A ver, Santiago Nieto no es fiscal, pero sí lo estaba presionando Mier.
Se notó.
Claro.
Porque lo…
Santiago otra vez baja las orejas.
Otra vez.
Agacha las orejas.
Qué curioso que digas eso. Una vez el propio Nieto, en un libro que publicó que se llama “Sin filias ni fobias”, hizo una referencia a que tú le dijiste: “Te faltó grandeza Santiago”. ¿Le volvió a faltar grandeza?
Se lo dije en el comedor de mi casa. Allá en México. Se lo dije porque toda esa lanzada que tuvieron el PAN y el PRI contra Santiago la íbamos a resistir. Lo íbamos a apuntalar. Si la ley te ampara, sostente, sostente. Fue en ese contexto. Yo le tengo cariño a Santiago. Mucho cariño.
Tu respuesta fue un poco dura.
Aquí estamos para lo que venga.
¿Te decepcionó?
Pues no quiero decir esa palabra, pero sí usé esas palabras: “te faltó grandeza, Santiago”.
Y en el contexto de la UIF y de Mier, y de todo esto, ¿le volvió a faltar grandeza?
Pues otra vez lo vi muy presionado. Lo vi respondiendo a un escenario en el que él se sintió muy presionado. Así lo vi.
¿Han hablado por teléfono estas semanas?
No, no, no. Yo hablé con él después de eso para decirle: “estoy viendo las cosas así, Santiago. Estoy viendo las cosas así. Lamento mucho que esto esté ocurriendo”. Sí se lo dije. Pero nada más. Yo lo respeto. Él es un experto en materia electoral y creo que tuvo un desempeño protagónico muy importante. Tiene complicaciones en la propia UIF. Por ahí viste una declaración que hace Pablo Gómez frente al presidente de la República, ¿verdad?
Durísima.
Durísima.
Donde dice que la corrupción no se investigaba en la UIF, sino que la UIF era parte de la corrupción.
Así lo dijo.
Lo dijo en una mañanera.
Sí.
En la famosa mañanera donde habla de Peña Nieto.
Exactamente.
EL CASO TECAMACHALCO
Cierro el caso de Mier con el caso Tecamachalco. ¿Sí tiene que ver el diputado Mier con lo que pasó en Tecamachalco?
Yo no soy quien debo de establecer vínculos públicos de hechos. La ejecución de tres policías ministeriales por la policía municipal de Tecamachalco no se ha investigado, ¿sale? Está detenido el director de Seguridad Pública, Santizo, que fue el que con un arma de esas de grueso calibre R-15 o cuerno de chivo se paró en medio de la calle, y ¡pum! ¿Cuántos policías ministeriales murieron?
Tres.
Tres, ¿verdad? ¿Tres?
Los mató a los tres.
Eso no se ha investigado.
¿Por qué?
Pues porque faltan diligencias por llevar a cabo.
¿Hubo presiones de Palacio Nacional…
No.
¿De Bucareli?
No, no, no.
Para que no…
Créeme que no.
Para que no apareciera involucrado el hijo de Nacho Mier…
Créeme que no.
Que es el alcalde…
Pero no se ha terminado todo lo que se debe de investigar.
Está en curso.
Yo no voy a ser quien diga quién tiene vínculos o no. En todo caso son las personas señaladas las que tienen que aclarar su participación.
