El gobierno del estado reingresó la solicitud de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el distribuidor vial “Ejército de Oriente”, en la zona de Amalucan, luego de que la Semarnat rechazó el primer trámite para obtener los permisos ambientales por promoverlo de manera extemporánea.
La Dirección Regional de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitió un resolutivo respecto a la primera solicitud presentada por el gobierno de Puebla, el pasado 5 de julio.
A partir del ingreso de la solicitud, el gobierno estatal contaba con cinco días para publicar un extracto del proyecto, dicho término que vencía entre el 11 y 12 de julio; sin embargo, lo hizo el 13 del mismo mes, por lo que se resolvió que fue presentado como extemporáneo.
De acuerdo con la Gaceta Ecológica número 36 de la Semarnat, publicada la semana pasada, la Dirección Regional de Impacto y Riesgo Ambiental determinó negar la autorización del proyecto para la construcción del Distribuidor Vial “Ejército de Oriente” a la administración estatal.
Sin la manifestación de Impacto Ambiental, el gobierno del estado no podrá ejecutar el proyecto, por lo que fue reingresada una solicitud el pasado 14 de agosto para contar con este permiso ambiental a la brevedad, a fin de que puedan iniciar las obras.
“Hacer del conocimiento de la promovente, que tiene a salvo sus derechos para ejercer de nueva cuenta las acciones correspondientes para someter a esta Dgira. Asimismo, se le previene que, hasta que no cuente con la autorización respectiva en materia de Impacto Ambiental, no podrá realizar obra o actividad alguna relacionada con el proyecto”, señala la resolución.
A través de una nueva solicitud registrada con el número 21PU2023V0064, la Secretaría de Infraestructura volvió a realizar el trámite ante la Semarnat, dependencia que encabeza María Luisa Albores González.
En el proyecto se detalla que se trata de una obra nueva y su objetivo principal es construir un distribuidor vial en una zona con alto conflicto en esta materia, por el elevado flujo vehicular que converge en la ubicación de donde será ejecutado.
En el documento se justifica la obra por el deterioro de la superficie de rodamiento actual en la carretera federal a Tehuacán debido al constante flujo de vehículos y transporte pesado, generando problemas de movilidad en esta zona conurbada de Puebla.
La obra consiste en la construcción de dos puentes superiores, intervención en calles laterales, un colector pluvial y arquitectura de paisaje, así como reordenamiento de la geometría de las vialidades que confluyen en las vialidades 18 de noviembre y carretera federal Puebla-Tehuacán.
Para la obra se tiene un monto destinado de 750 millones 385 mil 475 pesos, de los cuales el 50 por ciento es aportación federal y el otro tanto, es aportación del gobierno del estado, con la consideración de medidas de prevención y mitigación.
Las etapas de preparación del sitio y construcción, contemplan una duración de diez meses, mientras que para la operación del proyecto se establece un tiempo de vida útil indefinido, ya que se trata de una vía de comunicación permanente.
PERMISO PARA DISTRIBUIDOR DE LA CENTRAL DE ABASTOS ESTÁ EN PROCESO
Como se recordará, también en el mes de julio, se ingresó la solicitud para obtener la MIA del nuevo distribuidor vial elevado que construirá el gobierno del estado en la zona de la Central de Abasto, la cual tendrá un plazo de ejecución de diez meses y tiene como objetivo dar solución al congestionamiento que existe en el área por donde transitan hasta 21 mil vehículos diarios.
De acuerdo con el proyecto integral, la construcción del “paso superior vehicular Central de Abasto” se ubicará en la carretera Puebla-Belén, conocida como Vía Corta a Santa Ana, al norte de la capital poblana.
Para la construcción del distribuidor vial se ejecutarán actividades propias de la industria de la construcción, por lo que el gobierno estatal requiere de la autorización en materia de impacto ambiental por tratarse de una obra que se asentará sobre una zona federal.
Para ello, se delimitó un Sistema Ambiental Regional (SAR) y Área de Influencia, en la cual se encuentra la superficie de afectación, que va de la zona de Villa Frontera a la Central de Abasto, en los límites con San Pablo del Monte, municipio perteneciente al vecino estado.
El proyecto integral establece una duración de diez meses para desarrollar las etapas consistentes en preparación de sitio, construcción del paso superior vehicular y abandono -o conclusión- del sitio. “A partir de la conclusión de las actividades de construcción, la vida útil se determina en entre 15 y 25 años”, señala el documento.
La obra tendrá un impacto regional en materia de movilidad en una zona con alto conflicto vial provocado por el elevado flujo vehicular que converge en el área “dando una solución integral que permita la movilidad de forma segura en el tramo Central de Abasto”.