Tras los recientes accidentes relacionados con carreras clandestinas, el Gobierno del Estado a cargo de Alejandro Armenta planteó un viraje en su estrategia: en lugar de perseguir estas prácticas de forma aislada, buscarán regularlas y canalizarlas hacia un espacio seguro.
La propuesta fue anunciada por el coordinador de Gabinete, José Luis García Parra, quien adelantó que el Autódromo Miguel E. Abed de Amozoc podría convertirse en el sitio autorizado para quienes participan en arrancones.
El funcionario explicó que la intención es ofrecer una alternativa controlada para evitar poner en riesgo a jóvenes y automovilistas.
La iniciativa llega en un contexto en el que la Vía Atlixcáyotl se convirtió en punto recurrente para estas carreras nocturnas. El secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, explicó que el fenómeno no es nuevo: hace una década los encuentros se concentraban en el bulevar Hermanos Serdán y posteriormente se desplazaron a Zavaleta, corredores donde la coordinación con municipios ayudó a reducir la incidencia.
Ahora, con el crecimiento de la zona metropolitana, los arrancones se han movido hacia la Vía Atlixcáyotl y también a la autopista a Atlixco, a la altura de la caseta.
Por tanto, Aguilar Pala dijo que se mantiene vigilancia estatal, pero insistió en que el reto es hacia los gobiernos municipales para evitar que estas carreras sigan migrando de un punto a otro.
El secretario de Seguridad Pública, Francisco Sánchez González, también abordó otro factor que ha incidido en la seguridad vial: los alcoholímetros.
Señaló que en varios municipios estos operativos terminaron envueltos en prácticas indebidas, al grado de convertirse en herramientas de extorsión a automovilistas, por lo que explicó que varios puestos de revisión fueron suspendidos hasta reordenarlos.
Lo anterior luego de que la madrugada de este sábado 22 de noviembre una carrera clandestina sobre la Vía Atlixcáyotl derivó en un choque que terminó con dos vidas y mantiene a una joven en estado crítico.
De acuerdo con los reportes, tres automóviles deportivos disputaban un pique a alta velocidad sobre la vialidad, pero en cuestión de segundos, un vehículo Subaru perdió el control y se proyectó contra un poste de alumbrado.
La colisión fue tan severa que los cuerpos de emergencia tuvieron que usar equipo hidráulico para sacar a los tres ocupantes atrapados entre los restos del vehículo, pero a pesar de los esfuerzos, el conductor, identificado como Rubén Alonso N., de 21 años, murió en el lugar, mientras que su acompañante, César Emilio, de 25, fue llevado con vida al Hospital Puebla, pero no logró sobrevivir a las heridas que presentaba.
La tercera pasajera, Paulina N., de 21 años, permanece hospitalizada en estado delicado y requiere una intervención quirúrgica de alto costo. Además, su familia inició una colecta en GoFund México, donde hasta ahora solo se ha reunido una fracción del monto necesario, poco más de 105 mil pesos de los más de 500 mil requeridos.

