Durante los 24 meses que Eduardo Rivera Pérez estuvo al frente del Ayuntamiento de Puebla, la estrategia de combate a la inseguridad fue un rotundo fracaso que propició, entre otras cosas, la consolidación de la tendencia al alza del crimen, además de que los ilícitos cometidos por cada 100 mil habitantes siempre estuvieron por arriba de la tasa estatal y nacional, lo mismo que en los 18 delitos de alto impacto, algunos incluso con un aumento de tres veces.
Peor aún: El edil fue rebasado en un delito sobre el que ahora ha puesto la mira política: el robo a transportistas. Al llegar a la Comuna, había una incidencia de 156 casos, pero al año siguiente se disparó a 252 (85.32 por ciento) y, para diciembre de 2023, la cifra alcanzó los 405 reportes (60.7 por ciento).
De acuerdo con datos oficiales, disponibles en las diferentes plataformas de seguridad en la entidad y el país, el municipio se mantiene en la primera posición en incidencia delictiva del estado, al acumular 32 mil 315 carpetas de investigación, lo que equivale al 41.8 por ciento de todos los ilícitos denunciados en Puebla.
Cuando Rivera Pérez puso un pie en el Palacio Municipal se observó una tendencia de crecimiento de la delincuencia, la cual terminó por consolidarse. Por ejemplo, de 28 mil 839 ilícitos anuales reportados en 2021, con un promedio mensual de 2 mil 403, en diciembre de 2023 los indicadores terminaron en 32 mil 315, un promedio de 2 mil 692 mensuales. Esto significa que la cifra total creció 89.24 por ciento.
Si se hace énfasis en el comportamiento de la incidencia delictiva de los últimos seis años en la capital poblana, los años 2022 y 2023, en los que gobernó Eduardo Rivera Pérez, son los que registran las cifras más altas y la tendencia es ascendente.
EL EVIDENTE FIASCO
La situación se agrava cuando se mide la incidencia delictiva anual por cada 100 mil habitantes. En 2021, la tasa municipal llegó a mil 684 delitos, mientras que a nivel estatal fue de mil 127 y mil 585 en el país. Dos años después, la tendencia creció. Así pues, en la capital se registraron mil 858 actos delictivos, pero en el estado y el país se ubicaron en mil 139 y mil 656 respectivamente.
Al realizarse un desagregado en los 18 delitos considerados de alto impacto por cada 100 mil habitantes, la situación se recrudece. Mientras en Puebla capital la incidencia de 2021 fue de 928 ilícitos, a nivel estatal y nacional fueron de 578 y 694. Dos años después, la medición quedó de la siguiente forma: mil 56 en el municipio capitalino, 633 en el estado y 694 en el país. Lo anterior significa que en 2023, la media municipal fue 59.9 por ciento mayor que la reportada en toda la entidad.
Y esa situación no cambia al considerar el comportamiento de los últimos seis años. La capital poblana se colocó por encima de las cifras estatal y nacional, destacando 2023, en donde se observa una diferencia de 362.15 eventos al comparar con la cifra nacional y 423.02 con la cifra estatal.
La actual administración municipal tomó posesión en octubre de 2021, de ahí que en su primer año de gestión (2022) 13 de los 18 rubros de alto impacto mostraron un importante incremento al comparar con el año anterior, destacando el robo a transportista (85.3 por ciento), narcomenudeo (50.8 por ciento) y Homicidio doloso (31.2 por ciento).
En tanto, al comparar 2023 con 2022, se observa que 10 de los 18 rubros mostraron incremento, destacando feminicidio (200 por ciento), Trata de personas (113 por ciento), robo de autopartes, (78.5 por ciento); robo a transportista, (60.7 por ciento); robo en transporte público, (46.2 por ciento); violación, (19.5 por ciento); y robo de vehículo, (16.4 por ciento).
Si se quiere profundizar todavía más sobre la consolidación de la tendencia al alza del crimen en la capital, solo basta con realizar un comparativo respecto a la tasa de incidencia de los 18 delitos de alto impacto de enero de 2022 a diciembre de 2023 frente a la media nacional y estatal. Los resultados indican que en 10 de los 18 ilícitos, la capital estuvo por arriba de Puebla y el país.
