La noche del pasado viernes 6 de octubre, una tragedia sacudió la tranquila localidad de Tepexilotla, perteneciente al municipio de Zoquitlán, en el estado de Puebla, cuando una familia indígena perdió la vida en circunstancias aún por esclarecer.
Las víctimas fueron identificadas: Angélica, la madre; Uriel, el padre; y sus dos hijos pequeños, Uriel Abad, de nueve años, e Iker de seis años. Todos fallecieron en un incendio que envolvió su hogar, dejándolos atrapados en su interior.
Hasta el momento, dos versiones de los eventos han circulado en la comunidad. La primera sugiere que un incendio inexplicable se desató en la vivienda. Sin embargo, habitantes y familiares de los fallecidos están solicitando que la Fiscalía General de la República (FGR) investigue este suceso como un posible multihomicidio.
La segunda versión, plantea un escenario aún más sombrío: residentes aseguran haber escuchado disparos de armas de fuego la misma noche del incidente, minutos antes del temblor que sacudió parte del sureste del país el pasado viernes.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal tiene una respuesta más firme sobre los hechos que marcaron la noche del pasado viernes, al señalar en un comunicado que la muerte de la familia podría estar relacionada con la problemática delictiva en la zona limítrofe con el estado de Veracruz.
Esta dependencia se comprometió a colaborar con la Fiscalía General del Estado (FGE) para proporcionar la información necesaria y contribuir al esclarecimiento del caso.
“La dependencia tiene como hipótesis que los hechos están relacionados con la problemática delictiva que se presenta en la zona limítrofe con el estado de Veracruz. Ante el hecho, la SSP coadyuvará con la Fiscalía General del Estado (FGE) a fin de aportar la información necesaria, que contribuya al esclarecimiento de este suceso conforme a las atribuciones de esta Secretaría y guardando el sigilo correspondiente”, precisaron en un comunicado.
En tanto, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, condenó el trágico suceso y expresó su apoyo para esclarecer el suceso, además de que destacó que la violencia en todas sus manifestaciones es condenable, especialmente cuando involucra a personas inocentes.
“La @SSPGobPue participa en el esclarecimiento del caso aportando lo conducente a la @FiscaliaPuebla. Más allá del móvil que la autoridad ministerial determine, la violencia en cualquiera de sus expresiones siempre será condenable, más aún cuando involucra a personas inocentes”, sentenció el gobernador a través de la red social X.
Familiares de las víctimas, primos y tíos, afirmaron que la familia no tenía ninguna conexión con actividades delictivas y que fueron víctimas de la inseguridad que se vive en la Sierra Negra de Puebla, donde el cobro de piso y otros actos delictivos han afectado gravemente a la comunidad.
De acuerdo con los deudos, Uriel, de 34 años, era comerciante y mayordomo de la iglesia local, por lo que desmintieron cualquier asociación con actividades delictivas.
No obstante, versiones periodísticas apuntan que una posible causa detrás de esta tragedia podría estar relacionada con un conflicto previo en el que Uriel habría confrontado a un hombre que se apropió de un manantial que pertenecía a la familia, conflicto que habría escalado hasta amenazas de muerte.
Cuatro meses atrás, la familia de Uriel vivió una experiencia igualmente angustiante cuando Serafín Vázquez, un pariente cercano, desapareció junto a su hijo Ricardo, además, vecinos compartieron que los últimos meses han sido marcados por una escalada de secuestros y homicidios.