En medio de diversas acusaciones contra el alcalde Eduardo Rivera por dejar la ciudad en medio de un desastre financiero para buscar la gubernatura de Puebla, el Ayuntamiento contrató al exsenador marinista Ricardo Urzúa Rivera para la renta de un helicóptero por una suma de 34 millones de pesos durante 10 meses, adquisición que ha sido catalogada por diputados, regidores y militantes de partidos como innecesaria.
El alcalde, quien dejará su cargo este jueves para postularse a la gubernatura, entregó
la cifra millonaria a la empresa Servicios Aéreos Milenio SA de CV —que tiene como socio mayoritario al exlegislador poblano priista—, pese a numerosas controversias a su nombre y de las empresas de las que es socio.
La divulgación del nombre de la firma se ha mantenido en secreto, a tal grado que el medio de comunicación e-consulta filtró la información ante la total discreción de la Comuna para transparentar los costos de la renta de la aeronave.
Las denuncias contra el exsenador son amplias. El periódico Reforma, por ejemplo, previamente expuso a Ricardo Urzúa como uno de los empresarios favorecidos por el exgobernador Mario Marín Torres, quien otorgó contratos a su empresa Servicios Aéreos Milenio, por hasta 132 millones 485 mil pesos, por la renta de aeronaves.
Urzúa también habría recibido favores políticos, siendo suplente de Ardelio Vargas Fosado como diputado federal y al final del sexenio, obteniendo una diputación local.
Durante la administración de Mario Marín, la empresa de Urzúa, Servicios Aéreos Milenio, recibió contratos millonarios por la renta de aeronaves, beneficiándose con pagos de hasta 61 mil pesos diarios por los viajes del exmandatario.
El gobierno marinista también desembolsó, entre otros, 4 millones 569 mil 841 pesos por el “servicio de arrendamiento de una aeronave para seguridad”, en enero de 2010, según facturas publicadas por el medio de información citado.
Además, se revela que los viajes de Marín no parecen tener fines de trabajo, ya que no hay registros de actos oficiales en los destinos visitados como Houston, San Antonio y Laredo, en Estados Unidos, o al interior de la República como Acapulco, Guadalajara y Oaxaca, por mencionar algunos.
La trama se complica aún más al recordar el incidente de octubre de 2015, cuando una aeronave con matrícula XA HUR, propiedad de la empresa Potosina del Aire SA de CV, de Ricardo Urzúa, fue detenida en el aeropuerto de Mexicali con 2.6 millones de pesos y 54 mil 200 dólares en efectivo, sin un plan de vuelo registrado.
La confiscación de la aeronave y el dinero, seguida por la misteriosa liberación de las dos personas detenidas el 10 de diciembre del mismo año, levantó serias preguntas sobre la integridad del exsenador y su conexión con el poder político en Puebla.
En 2017, El Universal evidenció que el exlegislador había sido identificado como uno de los funcionarios también beneficiados en el sexenio de Enrique Peña Nieto, toda vez que empresas vinculadas a Urzúa, como Bexel Group SA de CV, de la cual fue socio mayoritario y presidente del consejo de administración, firmaron contratos para la prestación de servicios de difusión a la Casa de Moneda de México.
Además, otra empresa asociada, Video Grylm Televisión SA de CV, fue contratada por Aeropuertos y Servicios Auxiliares para la transmisión de un evento por circuito cerrado por un monto de un millón 101 mil pesos.
Los contratos también abarcaron al gobierno de Quintana Roo en el sexenio de Roberto Borge —acusado de lavado de dinero—, pues el empresario nuevamente fue contratado por 101.2 millones de pesos, en 2017, en dicha gestión para el servicio de traslados aéreos.
Los negocios de Ricardo Arzúa no se limitan al ámbito de las aeronaves, pues por igual, en 2019, un reporte del gobierno federal evidenció que cuenta con 45 gasolineras en el país a través de la firma Servicios Gobernadores, siendo uno de los empresarios con mayor cantidad de unidades en el país.