“Vengo solito, no vengo con el presidente municipal, respeto mucho al presidente, pero las cosas deben ser así, por separadito, con mucho respeto”, así fue como el gobernador Miguel Barbosa Huerta cumplió su palabra de no acompañar en actos públicos al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, luego de que el fin de semana el panista inició de manera anticipada su campaña rumbo a la gubernatura.
La inauguración de la rehabilitación del Mercado “José María Morelos y Pavón”, mejor conocido como El Alto, se convirtió en el primer acto público en el que el alcalde de la capital ya no acompañó al gobernador, tras la tunda que le generó la visita del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, quien vino a dar luz verde a los aspirantes de su partido a la gubernatura.
Durante la reapertura, que tuvo como fondo la emblemática fachada del mercado, el mandatario estuvo acompañado por su esposa, Rosario Orozco Caballero; de la secretaria de Gobernación estatal, Ana Lucía Hill Mayoral; de Luis Roberto Tenorio, secretario de Infraestructura, y de Raúl Roberto Méndez Castillo, vecino del Barrio de El Alto.
El gobierno del estado frenó el intento de la administración panista de pintar algunos muros y el portón de hierro del mercado con el típico color azul PAN, lo cual había generado la molestia de los locatarios e incluso ocasionó un retraso en la obra, pues el ayuntamiento había condicionado estos apoyos a los locatarios.
“Les digo que su mercado, píntenlo del color que quieran, que nadie les venga a decir que sea de color guinda de Morena, menos azul del PAN. Píntenlo del color del mole de panza, del pozole… no dejen que la politiquería los contamine”, expresó Miguel Barbosa.
El gobernador y su esposa fueron recibidos al ritmo de mariachi que interpretó algunas piezas tradicionales como Encanto Ranchero, este ensamble también es llamado el corrido del Barrio de El Alto. Las piezas fueron acompañadas con la danza de una cuadrilla de huehues del lugar.
A diferencia del color azul que pretendía dejar el Ayuntamiento de Puebla, el mercado lucía diferentes colores en su fachada, mientras que el portón de hierro fue cambiado de color a azul un tono café.
El emblemático Mercado de El Alto representa el corazón de uno de los barrios fundacionales de Puebla, envuelve la gastronomía poblana y encierra mucha cultura, no solo por su arquitectura, sino por las tradiciones que ahí persisten, como la danza y el mariachi.
El inmueble fue inaugurado el 16 de septiembre de 1930 bajo el nombre de “José María Morelos y Pavón”, popularmente conocido como El Alto, por lo que está por cumplir 92 años de vida; no obstante, fue hasta este gobierno cuando se pudieron tramitar las escrituras del predio donde se ubica, pues durante muchos años estuvo en la incertidumbre jurídica.
El secretario de Infraestructura, Luis Roberto Tenorio García, explicó que la obra de rehabilitación del Mercado de El Alto contó con una inversión superior a los 20 millones de pesos y se intervinieron más de mil metros cuadrados.
Se intervino la estructura del inmueble, se realizaron trabajos de albañilería, instalación hidrosanitaria, acabados, cancelería, instalación eléctrica e instalación de gas para los locales donde venden comida típica poblana.
“Con esta acción se fortalece la economía social, así como el sentido de comunidad, identidad y pertenencia, haciendo posible generar empleos, redignificando y valorizando espacios históricos, así como el lugar de trabajo de nuestros comerciantes”, dijo Tenorio García.
Raúl Roberto Méndez, beneficiario del mercado, expresó que se abre paso a una nueva etapa de cultura, gastronomía y musicalidad con nuevos espacios, con el compromiso de quienes ocupan estos espacios de continuar preservando la tradición.
“Por más de 20 años fue nuestro sueño y anhelo ser remodelado, hoy aún no podemos creerlo y esto fue gracias a usted señor gobernador, por darnos una nueva esperanza, una nueva oportunidad de trabajo, tenga seguro que el barrio del Mercado de El Alto siempre tendrá presente lo que ha hecho por su gente, nos sentimos totalmente agradecidos por su apoyo”, expresó.
El gobernador Miguel Barbosa se dijo a gusto de estar “con los bravos y las bravas” del Barrio de El Alto, como les conoce los oriundos de esta zona fundacional de Puebla, en donde se pueden encontrar hornos de barro en los que se elaboran ollas y comales.
Casi frente a este mercado se ubican las oficinas del mandatario, pues actualmente ocupa la vieja casona conocida como Casa Aguayo, por ello aprovechó para reclamarles que a pesar de que son vecinos —por lo menos hasta el 13 de diciembre de 2024, fecha en que concluya su mandato— “nunca me han mandado ningún molito de panza”, bromeó.
