Se trata de espacios que fueron fundados para favorecer la economía local. Administraciones de todos los colores partidistas han prometido mejorar sus condiciones, pero ni los constantes operativos han podido frenar la realidad: al menos 13 de los 31 mercados que operan en la capital poblana, han sufrido desde homicidios, narcotráfico, extorsiones y en muchos casos, las organizaciones comerciales que los gestionan tienden a buscar el dominio del lugar para acaparar la mayor cantidad de bienes.
La propia autoridad municipal ha reconocido que las mafias ocupan los mercados municipales como guaridas para la delincuencia, sin embargo, en centros de abastecimiento como el Unión, La Cuchilla, Morelos o el Hidalgo, las actividades ilícitas están a la orden del día sin que la policía municipal ataque de raíz.
De acuerdo con el Ayuntamiento de Puebla, en la capital operan 31 mercados, de los cuales 21 son municipales, dos especializados y ocho de apoyo, siendo estos últimos donde más anida la delincuencia, toda vez que en la mayoría de los casos hay antecedentes sobre decomisos de armas, drogas o personas detenidas.
El desorden no se limita solo al plano de la delincuencia. La recaudación por la ocupación de espacios también se mantiene por los suelos: 85 por ciento de los locatarios de mercados no paga por sus derechos de ocupación a la Comuna y sólo un ínfimo 15 por ciento cumple con sus obligaciones, según el alcalde Eduardo Rivera.
A esto se suma que en lo que va del año, 62 locales en mercados han sido clausurados por motivos como operar sin licencias, atraso en pagos de mantenimiento o cambios de giro sin solicitar permisos. Estas revisiones ocurrieron en febrero, abril, mayo y junio, de acuerdo con información disponible en el apartado de Gobierno Abierto de la Comuna poblana.
Entre los mercados que más irregularidades presentaron están El Parral y La Acocota, con 14 clausuras en cada uno, así como El Carmen con siete y el Venustiano Carranza con cinco casos reportados ante la Fiscalización de Mercados Central e Industrial de Abasto.
MERCADOS, MADRIGUERA DEL NARCO
Balaceras, venta de drogas, extorsiones, homicidios e inclusive túneles que sirven para el huachicol, son los encabezados que más se leen cuando de teclear en el buscador la palabra “mercados”.
Esta realidad ha sido bien conocida por los gobiernos municipales que llegan y se van, pero hasta la fecha la problemática no ha sido erradicada y las mafias han aprovechado la oportunidad para abrirse camino a la propia vista de los uniformados.
Es el 27 de julio de 2022 y ante los micrófonos de la prensa, el secretario de Gobernación municipal, Jorge Cruz Lepe, hace una declaración: en mercados municipales y de apoyo, delincuentes han tomado sus espacios para vender drogas y cobrar derecho de piso a comerciantes.
La aclaración cayó con poca sorpresa para muchos, pero hasta ese momento, solo el entonces gobernador poblano, Miguel Barbosa Huerta, había señalado directamente la actuación de mafias en la Angelópolis para controlar principalmente la venta de drogas en la ciudad.
Este pronunciamiento, en principio, fue dirigido por el exmandatario a la morenista Claudia Rivera Vivanco, a quien señaló por el solapamiento de grupos delictivos en la capital por parte de policías municipales que permitieron que la delincuencia se alojara en mercados como La Cuchilla y la 46 Poniente.
En lo que respecta a La Cuchilla, aunque no está catalogado como mercado municipal, actualmente conserva la fama por ser uno de los más inseguros en la ciudad, donde los múltiples operativos han derivado en la detención de delincuentes, el decomiso de armas y de vehículos con reporte de robo.
Es imposible señalar La Cuchilla sin mencionar el nombre de Javier Francisco N., El Caimán, a quien la Fiscalía de Puebla tiene plenamente identificado como generador de violencia en este centro de abasto, además de que sería el principal responsable de coordinar el homicidio de una pareja de comerciantes en julio del año pasado y cuyos cuerpos fueron localizados al interior de una fosa en el mismo inmueble.
Debido a su constante actividad delictiva, desde inicios de septiembre del año pasado, Miguel Barbosa Huerta planteó la expropiación de este mercado y de la 46 Poniente, para acabar con los mercados negros de narcotráfico y venta de autopartes, respectivamente.
Una situación que por igual impactó a los poblanos fue el hallazgo de un huachitúnel en junio de este año, el cual tenía una longitud de 100 metros y que conectaba con una taquería localizada en la Central de Abasto de Puebla.
Los mercados de apoyo en la ciudad son algunos de los que más conductas delictivas han registrado. Un ejemplo es el de Independencia, donde apenas el 8 de agosto fue hallado un picadero de drogas que llevó a ocho delincuentes a ser presentados ante la justicia.
En el mercado Morelos, versiones periodísticas apuntan que la disputa por la actividad del narco está ahora a cargo de Los Michoacanos, cuyo líder es Eulalio F., El Michoacano, célula delictiva que se ha encargado de relegar a los vestigios de lo que fue la banda de José Christian N., El Grillo. En este sitio hace menos de una semana 10 delincuentes también fueron capturados.
El mercado Unión también se convirtió en uno de los puntos preferidos para los delincuentes. La Secretaría de Seguridad Pública estatal identificó a personajes como Abraham H., El Croquis, y Victor N., La Vicky, quienes operaban en este centro de abasto, mientras que recientemente se habla que el recinto se lo disputa El Caimán.
La inseguridad también alcanzó a locatarios del mercado Ignacio Zaragoza, donde, por ejemplo, en septiembre del año pasado un comerciante fue ultimado a balazos por resistirse a un atraco, en tanto que, en el mercado de La Piedad, en 2019 se habló de extorsiones a vendedores de presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El mercado de la Merced no fue la excepción si de mercados delictivos se habla. Y es que, en julio del año pasado, el Ayuntamiento de Puebla también detuvo a 19 delincuentes luego de la ejecución de tres operativos en los que además detectaron un picadero de drogas.
LA LUCHA ENTRE COMERCIANTES
La Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre también es acusada por la desestabilización, por la intentona de apoderarse de locales comerciales en sitios como el mercado Emiliano Zapata o en Amalucan.
De hecho, en este último sitio, los integrantes de la agrupación fueron acusados directamente por agredir con palos a Antorcha Campesina, en julio pasado, como método de presión para que se afiliaran a su agrupación comercial y con ello, tener el dominio total del inmueble.
Aunque la cifra de mercados que presentan una problemática es de 13, según se ha hecho público en medios de comunicación, ya sea por peleas entre locatarios, narcomenudeo o cobros de derecho de piso, por mencionar algunos, la Secretaría de Gobernación solo ha reconocido que en siete de estos existe venta de drogas o extorsiones: Emiliano Zapata, Francisco I. Madero, Héroes de Puebla, Ignacio Zaragoza, Independencia, José María Morelos y Pavón y Unión.
