A cuatro días de que las autoridades elevaron el semáforo de alerta a la fase 3, en los municipios de Calpan y San Nicolás de los Ranchos hay una percepción de que el volcán Popocatépetl ha entrado en calma pero lo toman con reserva. Y es que el fantasma de la evacuación de hace aproximadamente 20 años, inquieta a sus habitantes porque no dejarían nuevamente sus viviendas debido a las malas experiencias del pasado.
Las personas más grandes de las comunidades lo recuerdan, aquellas que sí dejaron sus hogares en las evacuaciones de 1994 o del año 2000, cuando “Don Goyo” registró una mayor actividad que el episodio mostrado entre el viernes y el pasado lunes, el cual nuevamente hizo recordar a sus habitantes que ahí está, imponente.
Las calles de San Andrés Calpan y San Nicolás de los Ranchos -dos de los municipios ubicados en la zona de mayor riesgo volcánico- se tiñeron de un color grisáceo desde el sábado, generando preocupación y asombro entre los vecinos de ambas cabeceras.
El comercio en la zona, que ya venía recuperándose tras la pandemia por Covid-19, no se detuvo ante la constante caída de ceniza y tomaron precauciones. En la plaza de Calpan, Omar Hernández siguió vendiendo pollo fresco, al igual que Jazmín Rugarcía en su puesto de jugos.
Ambos coinciden en que el Popocatépetl se ha tranquilizado, aunque sea un poco. Platican a Hipócrita Lector sus experiencias ante las explosiones recientes en el coloso que cimbraron puertas y ventanas, como si temblara, dicen; todo lo conversan mientras atienden a sus clientes.
“Ahorita por el momento ya no está cayendo mucha ceniza. El último día fue ayer en la noche, ya el día de hoy y ayer en la tarde ya está tranquilo, ya podemos trabajar más a gusto, ya no hay tanta preocupación porque ya al momento dejemos el trabajo o la familia van a estar más lejano”, expresó Omar Hernández.
Ante la falta de información oficial, los comerciantes de la plaza continuaron ofreciendo sus productos, algunos adoptaron medidas como el uso de cubrebocas y cubrir con plásticos su mercancía.
“Habíamos pensado en eso, porque no sabíamos si se iba a permitir o no se iba a permitir la venta, solo eso, pero no dejamos de vender”, dice el comerciante, quien relata también que sus familiares mayores se han mostrado renuentes a salir en caso de que el semáforo de alerta se eleve a Rojo Fase 1.
Debido a la delincuencia la gente no se saldrá, vislumbra, pues en años anteriores durante las evacuaciones algunas familias fueron víctimas de robo en sus viviendas, ahora lo recuerdan. “Es algo que no se puede predecir, hasta ahora ni los investigadores puede predecir como tal”, dice, con mucha razón.
En los tres años que tiene con su puesto de jugos en la plaza de Calpan, Jazmín Rugarcía señaló que no había visto tanta caída de ceniza, pues las fumarolas del Popocatépetl habían sido solo esporádicas. La intensa actividad registrada entre sábado, domingo y lunes bañó de polvo las calles de Calpan.
“Hoy ya está todo tranquilo, desde el viernes, sábado y domingo, ayer todavía un poco, pero ahorita ya no. El domingo se escuchaba bastante, hasta las puertas y ventanas retumbaban como si se estuviera moviendo algo”, dijo. Sus padres fueron evacuados en el 94, pero la experiencia en los albergues fue mala por la alimentación que recibían.
“YA NO’MÁS ECHA PURA CENIZA. YA ERUPCIÓN YA NO”
Los pobladores de San Andrés Calpan están conscientes de los peligros que conlleva estar asentados en el radio de los 30 kilómetros más próximos al cráter del Popocatépetl. De acuerdo con el “Programa Espacial para Contingencias del Volcán Popocatépetl”, en zonas de peligro mayor se encuentran 56 mil 394 habitantes de seis municipios: Calpan, San Nicolás de los Ranchos, San Juan Tianguismanalco, Atlixco, Atzizihuacan y Tochimilco.
“Ya no más echa pura ceniza. Por aquí no ha llegado mucho la ceniza ya, poco. La que se siente es por allá por Nealtican, allá sí cae mucho. No hace nada, tiene su bocota grande, ya erupción ya, no, echa lava, pero nomás resbala como una olla. Yo como quiera no salgo”, dice el señor Tiburcio Castellanos, quien a sus 95 años es uno de los habitantes que no ha salido de la comunidad en las evacuaciones.
Mientras barre el frente de su vivienda para levantar la ceniza que se acumuló por montones, la señora Eugenia Caro relata que fue una de las vecinas que sí evacuó en el año 2003, llevando a su familia a Cholula, aunque la experiencia de sus vecinos no fue del todo buena porque no estaban acostumbrados a otros alimentos y enfermaron en el albergue.
Uno de sus vecinos no quiso dejar su vivienda en aquel año debido al riesgo de perder a sus animales de granja y porque “luego se los llevan y se dedican a robar”, lamenta. “No se escapa uno de la ceniza. Ahorita está un poco tranquilo, como que ya está calmado. Según dicen que ya no (subirá de intensidad)”, confió.
Aunque es poco el contacto con la junta auxiliar de Santiago Xalitzintla, pero confió en que ya sus pobladores le hayan realizado su fiesta a Don Goyo, pues de acuerdo con las creencias, el volcán estaría enojado porque este año no tuvo celebración de cumpleaños el pasado 12 de marzo.
“Estaba muy enojado porque no le hicieron su fiesta, pero ya le hicieron su fiesta, dicen, por eso hoy amaneció calmado. No sé si sea verdad o no, porque ya le hicieron su fiesta. Solamente Dios sabe”, dijo.
El señor Constantino Asomoza, quien atiende una farmacia cerca de la plaza de Calpan, señaló que desde hace varios años las rutas de evacuación están establecidas y la mayoría de la población las conoce. Durante la evacuación de 1994 más de la mitad de la población dejó sus hogares por la actividad el Popocatépetl.
Pero hoy, con la experiencia previa, mucha gente se reniega a salir ya que varios vecinos presentaron enfermedades del estómago debido a la alimentación que recibían en los albergues que, aunque no era de mala calidad, el uso de condimentos diferentes a los que estaban acostumbrados los hizo presentar padecimientos.
Aunado a ello, existía la preocupación por sus bienes y por los animales que dejaron para salirse a un albergue. Fue hasta 2014 cuando del gobierno del estado realizó un primer censo agropecuario y dispuso de lugares para resguardar a animales de granja y domésticos como mascotas.
LA POBLACIÓN ESTÁ TRANQUILA, EN CALMA
En San Andrés Calpan se observó la presencia de autoridades de Protección Civil y de Seguridad Pública. Un trabajador del área refirió a Hipócrita Lector que la población se encuentra tranquila después del episodio del fin de semana.
“Ha tenido muy buena respuesta la población, se mantiene estable, con calma y atendiendo las indicaciones que nosotros les hacemos llegar”, comentó Adrián Cuautle.
La gente se acerca a la presidencia municipal a preguntar sobre la situación del volcán y está atenta a los avisos que emiten las autoridades estatales, las cuales han realizado visitas a esta cabecera municipal que se ubica a unos 24 kilómetros del cráter.
El municipio apoyó a la ciudadanía a organizarla en Comités Vecinales y a disponer de vehículos para una posible evacuación, por lo que esperan que pudiera modificarse el semáforo, aunque esa es una determinación únicamente de la autoridad federal de Protección Civil.
Ante temor fundado de los vecinos por sus pertenencias en caso de una evacuación, los cuerpos de seguridad pública estarán realizando vigilancia en la zona, aseguró, aunque el llamado es a que dejen bajo resguardo sus viviendas.
El transporte público también se encuentra listo en caso de ser requerido, sin embargo, las unidades que normalmente prestan servicio en Calpan son tipo mototaxis, los cuales no será requeridos en caso de una evacuación.
Emilio Cornejo, un operador de mototaxi, señala que los pobladores de esta zona siguen trabajando con normalidad y prevén que así continúen, pues la actividad en el Popocatépetl ha ido disminuyendo.
LA PANDEMIA DEJÓ GRAN LECCIÓN A LOS NIÑOS PARA REGRESARA A MODALIDAD A DISTANCIA
Aunque con reservas, en la primaria Eufrosina Camacho de Ávila de la cabecera municipal, se alistan para habilitar las aulas como refugio temporal. Su directora, Marisol Cravioto Cortez, encabeza los preparativos con el apoyo de los padres de familia.
A través de faenas, son los padres y las madres de los alumnos quienes barren la ceniza acumulada en los techos y las áreas comunes de este plantel educativo, que se ubica a tres calles de la presidencia municipal y del exconvento franciscano de Calpan.
Existe una preocupación entre los padres por la actividad del volcán, reconoce, pero principalmente por el cuidado de los menores de edad, quienes pudieran presentar dermatitis o malestares en las vías respiratorias a consecuencia de la caída de la ceniza.
Buscan no transmitir esa preocupación a los niños, quienes continúan con sus estudios a través de la modalidad a distancia según indicó la Secretaría de Educación en el estado para 40 municipios de la zona de riesgo.
La docente confió en que los alumnos puedan regresar lo más pronto posible a las aulas para evitar un mayor rezago educativo, pues la pandemia dejó una gran lección entre los estudiantes para adaptarse a esta modalidad.
“La pandemia nos dejó un gran aprendizaje, nos dejó un camino ya establecido. Esperemos regresar lo más pronto posible, esperemos que no haya tanto rezago educativo, pero estoy muy segura de que los padres de familia nos apoyarán mucho en casa”, apuntó.
CONTINGENCIA VOLCÁNICA PEGA A EDIL DE SAN NICOLÁS POR ATRASO EN OBRAS
A 4.3 kilómetros se encuentra San Nicolás de los Ranchos, un municipio que está conectado por una carretera de dos carriles cuyo estado es transitable. Una de las tres localidades de mayor importancia, después de Santiago Xalitzintla, es San Pedro Yancuitlalpan, cuyos habitantes gozan una la maravillosa vista hacia Don Goyo.
Aunque la mañana de este miércoles el cielo nublado impidió que el coloso pudiera ser observado. Las calles de San Pedro Yancuitlalpan y la cabecera, San Nicolás, lucen en un tono más blancuzco por la caída de ceniza.
En San Pedro Yancuitlalpan sus habitantes realizan sus actividades de manera normal, en su mayoría han acatado la recomendación de las autoridades estatales de utilizar el cubrebocas, aunque en menor grado sobre la restricción de la venta de alimentos al aire libre.
En la cabecera municipal, San Nicolás, la caída de ceniza no solo generó preocupación entre los habitantes, pues la situación se vino a agravar por el malestar de habitantes de este lugar por el atraso en las obras del zócalo de este municipio el cual es gobernado por Abundio Sandre Popoca.
“El Popo sabemos que está en constante actividad, pero de que cayera tanta ceniza, de que ha caído sí cae, pero era menos, ahorita esta semana que cayó, cayó más. Aquí nos afectado porque para empezar no nos han dado información, en años pasados ya nos habían dado trípticos”, dijo María Elena Huilotl.
Las obras en el centro de la localidad comenzaron en octubre del año pasado y estaban programadas a realizarse en tres meses, sin embargo, han pasado siete sin que éstas concluyan, denunciaron pobladores.
LAS RUTAS DE EVACUACIÓN, TRANSITABLES
Llegar al municipio de San Andrés Calpan no es nada complicado, menos abandonarlo. La ruta de evacuación número 2 que corresponde a San Nicolás de los Ranchos, San Andrés Calpan, Santiago Xalitzintla, San Pedro Yancuitlalpan, San Lucas Atzala y San Mateo Ozolco a Cholula se encuentra transitable.
Durante un recorrido por esta vialidad, se pudo notar que recientemente recibió mantenimiento en algunos tramos, sin embargo, carece de suficiente señalética que índique a la población por dónde circular, sobre todo en las intersecciones con otras vialidades.
Los topes son una constante en esta vialidad, así como los tractores y yuntas que utilizan esta carretera para trasladarse de comunidad a comunidad, lo que retrasaría un poco el recorrido.