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jueves, diciembre 5, 2024

El sonido de los bastones tomó las calles

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Bajo el resplandor del sol, un grupo de ciudadanos invidentes marchó con un mensaje claro en las calles de la ciudad de Puebla: “la inclusión no es un privilegio, es un derecho”. Cerca de 50 integrantes de la Asociación Cultural y Recreativa para la Proyección del Invidente (ACRIP), se presentaron en las puertas del Palacio Municipal con la esperanza de que sus demandas sean escuchadas, pues en dos años de gestión del alcalde Eduardo Rivera han sido completamente ignorados. 

Desde el Paseo Bravo hasta el Palacio Municipal, el rítmico sonido de bastones y voces entrelazadas marcó un camino lleno de significado. Y es que, este grupo de invidentes llevaba consigo la carga de años de demandas ignoradas. 

En este desfile de personas, que en su mayoría eran de la tercera edad, el sonido guió su camino para una lucha en la que exigieron no sólo calles transitables, sino también un gobierno municipal que reconociera sus derechos y despejara el camino hacia la verdadera inclusión. 

 

DEMANDAN RETIRO DE OBSTÁCULOS

En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, las demandas no se limitaron a mejoras en la infraestructura, sino que se extendieron a la retirada de obstáculos cotidianos como casetas telefónicas y hasta la petición de una mejor cultura ciudadana, pues algunos conductores del transporte público evitan subirlos a sus unidades para ahorrar tiempo. 

Tomados de manos y hombros y a pesar de protestar en un trayecto atropellado por la falta de dirección, el grupo de ciudadanos exigió al Ayuntamiento panista más huellas podotáctiles y de mejor calidad, toda vez que las existentes carecen de los materiales para que las personas con debilidad visual puedan sentirlas y desplazarse o, por el contrario, simplemente no existen. 

Alejandro Ramírez Campos, presidente del ACRIP, criticó que las obras de rehabilitación vial del Centro Histórico únicamente incluyeron “raspaduras” para simular que son guías podotáctiles que son imperceptibles para las personas con debilidad visual. 

Expresó que las motocicletas, vehículos en las banquetas y exhibidores de negocios, son algunos de los obstáculos más significativos para este sector poblacional, quienes pese a la dificultad que enfrentan para caminar, son revictimizados con comentarios dirigidos en tono agresivo como: “fíjate por dónde andas”, “camina más despacio” o “No deberías salir en estas condiciones” 

“Yo siempre he dicho que la discapacidad no se queja, la discapacidad ha adquirido una actitud noble y eso lo hemos tenido que pagar diario; caminar a prueba de choques, accidentes, caídas en tapas sin registro, le hacen más caso a una mujer joven que se cae que a un invidente que se cae y luego los tenemos que ir a visitar al hospital”, manifestó.

En este juego de movilidad, Ramírez Campos manifestó que los vendedores ambulantes también han sido una problemática, toda vez que al ocupar la banqueta invaden las guías podotáctiles, pero han sido estos expendedores callejeros los que se molestan cuando les tiran sus artículos, cuando son ellos los que ocupan espacios que están prohibidos. 

En el estado de Puebla, unos 700 mil habitantes presentan discapacidad visual, además, de acuerdo con el Índice de Desarrollo Inclusivo (IDI), Puebla ocupa el puesto 27 entre los 32 estados mexicanos en términos de inclusión laboral para personas con discapacidad, ya que solo 32.22 por ciento de este grupo tiene empleo, en contraste con 51.95 por ciento a nivel nacional. 

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