Mientras el mundo observa con preocupación el auge del fentanilo, una droga mortal y silenciosa, Puebla y sus estados vecinos se han convertido en el epicentro de la producción de esa droga, luego de que los laboratorios del Cártel de Sinaloa que antes operaban en el norte del país fueran reubicados.
Lo anterior fue revelado por Dámaso López Serrano, El Mini Lic, un exnarcotraficante de alto nivel, en una entrevista con la revista Proceso, en la que reveló que esta droga llegó a Sinaloa en 2013 y era conocida como la chiva sintética, una mezcla de heroína y fentanilo, y que era producida en laboratorios clandestinos.
El Cártel de Sinaloa se dio cuenta del potencial de esta sustancia y comenzó a producirla en México, desatando una fiebre de ganancias que alcanzaron cifras millonarias.
“Recuerdo que fue una locura cuando vimos cómo y cuánto habían aumentado las ganancias para el cártel. Le invertíamos aproximadamente 300 a 400 mil dólares y con eso fabricábamos unos 350 kilos de chiva sintética y cada kilo se vendía en Culiacán en 18 mil dólares, y ya cruzado, en Los Ángeles, 30 o 35 mil dólares. Te estoy hablando de más o menos 2014″, señaló López Serrano a Proceso.
Sin embargo, la presión de las autoridades estadounidenses provocó un alto en la producción en Culiacán, ordenado por la banda de Los Chapitos, pero la ambición y la necesidad de ganancias llevaron a la reanudación de la producción, desafiando las advertencias.
Fue entonces que, según la declaración, muchos laboratorios se trasladaron a Puebla y otros estados cercanos a la Ciudad de México, donde continúan operando en la sombra, fuera de la vista de las autoridades.
EL PASO DEL FENTANILO EN PUEBLA
La facilidad para obtener ganancias con el fentanilo ha convertido a esta droga en un negocio multimillonario y su detección resulta complicada para las autoridades gubernamentales debido a su relativa novedad en el mercado.
Los decomisos de fentanilo en Puebla eran prácticamente inexistentes hasta hace tres años. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente, con al menos tres casos documentados de distribución en la actualidad. Aunque el estado no lidera en decomisos, la creciente popularidad del fentanilo plantea serias preocupaciones.
El fentanilo se ha convertido en un problema de salud pública, con efectos que van desde la euforia y sedación hasta paros cardiorrespiratorios y muerte por sobredosis. A medida que las rutas de tráfico de esta droga se extienden, Puebla se encuentra en la mira de los cárteles de la droga, que han identificado al estado como un punto clave en su operación.
En abril, el exsubsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ofreció detalles sobre el consumo de fentanilo en México, al precisar que, si bien el fentanilo puede tener efectos adversos en la salud, su consumo no ha alcanzado niveles alarmantes en el país.
Aseguró que la epidemia de fentanilo en México es importada y no se compara con el problema de salud pública que enfrenta Estados Unidos: en 2021, México registró 19 defunciones relacionadas con el fentanilo, una cifra significativamente menor en comparación con las 80 mil 411 muertes reportadas en Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas han identificado a Puebla como uno de los puntos clave en las rutas utilizadas por los cárteles de Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa para traficar fentanilo hacia Estados Unidos. Estas organizaciones, señaladas como los principales exportadores de estupefacientes, principalmente hacia el país del norte, han encontrado en Puebla un territorio estratégico para su operación.
En 2019, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), ubicó a Puebla entre las 13 rutas utilizadas para el tráfico de fentanilo.
La lista de estados que concentran estas rutas de transporte del fentanilo hacia Estados Unidos incluye a Ciudad de México, Estado de México, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Durango, Baja California, Baja California Sur y Sonora.
El año 2021 dejó una marca especialmente alarmante en Puebla, ya que la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) y la Guardia Nacional reportaron el aseguramiento de 10 kilogramos de fentanilo en Los Reyes de Juárez, un municipio que también es conocido por su alta concentración de actividades de huachicol.
La salud pública se ha visto afectada por el consumo de fentanilo, toda vez que la Secretaría de Salud estatal registró dos casos de hombres de 20 años de edad durante 2017 y 2018, quienes tuvieron que ser trasladados al Centro Estatal de Salud Mental en la ciudad de Puebla debido a los efectos adversos de la sustancia.
En diciembre de 2022, se produjo un incidente en el que se inspeccionó un autobús de la empresa ETN Turistar procedente de Guadalajara, Jalisco, con destino a la Central de Autobuses de Puebla (CAPU).
Se descubrió en el área de carga un paquete que contenía 40 kilogramos de fentanilo, con un valor estimado en el mercado nacional de 327 millones 943 mil 48 pesos.
Según el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, a nivel nacional, a inicios de este año, se habían decomisado 6 mil 115 kilogramos de fentanilo, lo que representa un aumento del mil 49 por ciento en comparación con la administración anterior.