La mañana del 13 de octubre, autoridades ministeriales cumplieron con la detención de la agente del Ministerio Público, María Fernanda López Villafuerte, hija del expolítico priista Javier López Zavala, quien actualmente enfrenta cargos por el feminicidio de la abogada y activista Cecilia Monzón Pérez.
La detención de López Villafuerte se produjo en inmediaciones de la Coordinación General de Información de la Fiscalía de Puebla, en el municipio de San Andrés Cholula, a manos de agentes de la Agencia Estatal de Investigación.
Junto a ella también cayó Alí Eduardo N., y ambos serán imputados por el delito de ejercicio indebido de funciones.
Fue a las 10:00 horas del pasado viernes cuando María Fernanda N. fue aprehendida tras un cúmulo de denuncias por presuntamente solicitar dinero a cambio de agilizar carpetas de investigación en la instancia de procuración de justicia.
La hija del excandidato a la gubernatura de Puebla fue identificada, de acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, como una mujer de tez clara con cabello teñido de rubio y de cara redonda, quien, al momento de ser trasladada a Casa de Justicia de Huauchinango, vestía una blusa a rayas blancas, pantalón negro y botas negras. Sus características particulares incluyen un tatuaje en el brazo derecho con la figura de un escorpión y en el izquierdo la leyenda “Not Today”.
Hasta abril de este año, María Fernanda N. se desempeñaba como agente del Ministerio Público adscrita a la Fiscalía de Investigación Regional en Puebla. Su destitución de estas funciones se debió a numerosas quejas por malos tratos y corrupción.
Sin embargo, en julio, un juez federal le otorgó la suspensión definitiva, permitiéndole regresar a su puesto y percibir su salario al 100 por ciento.
Este caso develó una red de corrupción y abuso de autoridad que involucra a la hija del político influyente, ya que se alega que cobraba hasta 30 mil pesos por la integración de expedientes.
Además, López Villafuerte era acusada de realizar despidos y reacomodos de personal a su conveniencia dentro del Ministerio Público de Xicotepec, mientras influía para que los casos se resolvieran de acuerdo a su interés.
Incluso, algunas de las denuncias fueron dirigidas al diputado por Xicotepec, José Miguel Huerta Rodríguez, quien fue solicitado por litigantes para intervenir en el despido de la funcionaria.
Estas acusaciones revelan un patrón de abuso de poder y menosprecio hacia la ciudadanía, especialmente hacia aquellos de origen indígena y comunidades marginadas que buscaban justicia.
Un caso emblemático fue el de una mujer indígena de Temaxcal, Tlacuilotepec, quien denunció que López Villafuerte se negó a abrir un caso por violencia familiar, argumentando que “no la molestara con esos temas” y menospreciando su situación.
“¿Nada más por tu pleitecito y los rasguños que se dieron piensas que voy a mandar un ejército de policías a tu pueblo a defenderte?, no mi hijita, así no se arreglan las cosas, primero que nada, al marido se le respeta, más si ya abriste las piernas para que te hiciera dos hijos”, respondió Fernanda López a la denunciante, de acuerdo con información publicada por El Universal.
Un acto más de abuso salió a la luz en julio del año pasado, cuando un hombre y su madre denunciaron que la carpeta de investigación FGEP/CDI/FIR/XICO-1/006955/2022 fue archivada por parte de María Fernanda López, debido a que le recriminaron por no informar sobre el desarrollo de las investigaciones de su denuncia.
