A mitad de la semana pasada, los principales amanuenses del diputado Ignacio Mier Velazco anunciaron un gran evento al que concurrirían las “corcholatas” presidenciables, gobernadores, liderazgos nacionales y el olimpo de la Cuarta Transformación.
La realidad tiró cualquier pronóstico que pretendió magnificar el cuarto informe del coordinador de la bancada de Morena, quien está vinculado con investigaciones por lavado de dinero, empresas fantasma, la ejecución de agentes de la Fiscalía y uso de programas sociales con fines electorales.
De los 22 gobernadores que actualmente tiene Morena, los cuatro peor evaluados y con una pésima fama pública, debido a sospechas por vínculos con el narcotráfico y desvío de recursos, asistieron al acto a respaldar a Mier Velazco.
Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, denunciado por uso indebido de recursos públicos; Alfredo Ramírez Bedolla, de Michoacán, cuyo estado está hecho un polvorín, al igual que el estado que gobierna Rubén Rocha, de Sinaloa; y José Ricardo Gallardo, de San Luis Potosí, quien estuvo preso por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Ni un solo secretario del gabinete federal hizo acto de presencia en el acto celebrado en el Cholula Center al mediodía del pasado sábado.
Los presidenciables también despreciaron al coordinador, pues a pesar de que preveía la plana mayor política en Puebla, sólo Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y Adán Augusto López, secretario de Gobernación, se animaron a grabar un video de felicitaciones para el diputado, pero no pisaron territorio poblano.
La indiferencia del canciller Marcelo Ebrard Casaubón hacia el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, confirmó el rompimiento de este, tras propinarle tremenda traición al decantar su apoyo hacia Adán Augusto.
Siendo su principal aliado en el olimpo de la 4T, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, se negó a destapar al coordinador de bancada, lo que frenó de fauces sus aspiraciones; en cambio, quien le hizo el hizo el juego al poblano —pese a su cercana amistad con el gobernador Miguel Barbosa— fue el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, a quien las encuestas lo ubican como uno de los políticos más reprobados y reprobables por la ciudadanía.
El informe motivó un reencuentro de una generación de priistas, liderada por Enrique Doger Guerrero, con quienes Mier Velazco compartió el poder en el ayuntamiento de Puebla y a quienes mantiene como aliados en el Revolucionario Institucional: Jorge Ruiz Romero, extesorero; Miguel Quiroz Escalona, exsecretario de Administración; Alfredo Rivera Espinosa, exsecretario de Fomento Económico, Turismo y Empleo; Marcela Domínguez Cuanalo, exdirectora Turismo; Enrique Chávez exsecretario particular.
Hasta acudió el exregidor Iván Galindo, alfil de Enrique Doger, a quien se le vio en su faceta de organizador-guardaespaldas de Mier Velazco.
Todos ellos bajo la cabeza de Enrique Doger, quien por cierto fue uno de los principales encargados de hacer el juego sucio a la candidata del PAN, Martha Erika Alonso, atacando al entonces candidato Miguel Barbosa durante la campaña a la gubernatura de 2018.
El contenido del cuarto informe de actividades pasó como mero trámite y como un acto protocolario más, de un evento político con tintes violatorios de la ley electoral, como actos anticipados de campaña, uso de recursos públicos con fines electorales y uso indebido de programas sociales.
LA FINA CONCURRENCIA
El Cholula Center convertido en una sauna fue testigo de una serie de encuentros desafortunados entre priistas, algunos temporalmente morenovallistas como el exauditor David Villanueva y, solo por mencionarlos, morenistas, aglutinados para
escuchar el cuarto informe del diputado federal Ignacio Mier Velazco, a quien algunas familias como las de José Luis y Rosaura Flores, vecinas de Atlixco, desconocían.
Al igual que ellos, la andanada de operadores —que al más viejo estilo priista— acarrearon a decenas de familias completas de municipios cercanos como Atlixco, Huaquechula e Izúcar de Matamoros, pero también de las lejanías de la capital como Teziutlán y Zacapoaxtla.
Aun así, el Cholula Center registró algunos espacios y sillas vacías, algunas personas optaron por quedarse en las jardineras del estacionamiento, pues entrar al recinto significaba soportar el ambiente soporífero que predominaba por el apabullante calor y los discursos de los oradores.
El tan esperando destape de Ignacio Mier no sucedió. En su lugar prefirió anunciar una consulta para definir si encabezará el proyecto de su partido a la gubernatura del estado. Ni con los tres impulsos que le dieron el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna; el más relegado de las corcholatas, Gerardo Fernández Noroña, y veladamente el propio Mario Delgado Carrillo, Moisés Ignacio se aventó al ruedo, no amachinó, pues.
“Le digo al presidente de mi partido, a todos los integrantes del movimiento que en el momento oportuno voy a realizar una visita a las poblanas, a los poblanos, a los indígenas, a los obreros, a las amas de casa, a los empresarios, a los campesinos, a las madres trabajadoras, a todos les voy a preguntar si ustedes en verdad quieren que encabece un gobierno transformador”, soltó Nacho Mier, dejando en la incertidumbre a muchos.
Por el contrario, su discurso estuvo lleno de lugares comunes como el combate a la corrupción y la austeridad republicana, su apoyo comprometido al presupuesto para el próximo año —aunque no especificó si para beneficiar a Puebla— y su lealtad con la Cuarta Transformación.
En el templete, las únicas caras reconocidas para los asistentes eran el presidente nacional de Morena, y El Cuauh, el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco. También estuvieron otros personajes como en subsecretario César Yáñez, esposo de Dulce Silva, con quien construye una mansión en el exclusivo residencial La Vista.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, de plano abandonó a quien un día antes había apoyado en su aventura por ser gobernador del estado, en cambio sólo le envió un mensaje videograbado, al igual que Claudia Sheinbaum, pero quien de plano lo despreció fue el canciller Marcelo Ebrard, quien ni mensaje ni presencia hizo en el evento.
Priistas de antaño como el auditor en la época del morenovallismo, David Villanueva Lomelí, quien fue el responsable de revisar las cuentas del fallecido gobernador sobre las cuales hoy se tienen diversas investigaciones por hechos de corrupción, volvieron al grupo del viejo PRI que representa Mier Velazco.
Entre la desorganización que imperó en el Cholula Center, no pudo pasar por desapercibido el desaire de diputados locales y federales que son férreos opositores del gobernador Miguel Barbosa Huerta hacia el cuarto informe del diputado federal Ignacio Mier Velazco.
En fotos han presumido su cercanía y hasta sus alianzas; sin embargo, en realidad la exalcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, se negó ofrecer su apoyo en público a Mier Velazco; la misma suerte corrió su madre, Eloísa Vivanco, presidenta de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena.
De igual manera, el exdelegado Rodrigo Abdala Dartigues fue otro de los que le hicieron hueco al poblano, a pesar de que operaron juntos el acarreo de militantes de Morena en la pasada elección interna de consejeros estatales y nacionales.
Algunos de sus compañeros de bancada que también se ausentaron fueron Julieta Kristal Vences Valencia e Inés Parra, o al menos no figuraron en la lista de invitados especiales.
Todos ellos tienen un común denominador, ser el bloque de prominentes antibarbosistas que en su momento prometieron apoyar al legislador federal en su aventurada carrera por la candidatura de Morena a la gubernatura.
El grupo antibarbosista en el Congreso del Estado que estaba conformado por cinco diputados se redujo a dos, pues únicamente Iván Herrera y Daniela Mier, atendieron la invitación de Ignacio Mier.
Don José Luis y su esposa, quienes asistieron con todo e hijos, así como doña Rosaura, observaron todo lo que ocurrió —los discursos y las porras— desde una de las últimas filas colocadas en el recinto, al terminar pasaron por un lunch y partieron hacia Atlixco. Se fueron como llegaron, sin conocer quién es Ignacio Mier.
VIEJA GUARDIA
El informe motivó un reencuentro de una generación de priistas, liderada por Enrique Doger Guerrero, con quienes Mier Velazco compartió el poder en el ayuntamiento de Puebla y a quienes mantiene como aliados en el Revolucionario Institucional: Jorge Ruiz Romero, extesorero; Miguel Quiroz Escalona, exsecretario de Administración; Alfredo