Mario Alberto Mejía /
Primera de dos partes
Se sumó al movimiento de Andrés Manuel López Obrador poco después de 2006, cuando el hoy Presidente fue víctima de un fraude electoral. El exdiputado local Fernando Jara lo fue acercando en su momento. Luego, él siguió por su cuenta.
Pese a haber estudiado en el Colegio Americano y en la UDLAP, Rodrigo Abdala Dartigues sintió a sus veintitantos años de edad una fascinación por ese hombre que hoy despacha en Palacio Nacional. Desde el primer momento acudió a sus mítines de protesta y poco a poco se fue ganando un lugar en el movimiento.
El actual delegado de Bienestar fue fundador de Morena en Puebla, y ya ha sido diputado federal y parte de la administración pública en el gobierno de la Cuarta Transformación. En esta primera parte de la entrevista que concedió a Hipócrita Lector, Abdala —de 42 años de edad— admite que le encantaría ser gobernador de Puebla y que, en su momento, tomará la decisión de buscar la candidatura por el partido que ayudó a fundar. También confiesa que Manuel Bartlett, su mentor y amigo, es quien lo aconseja cotidianamente. “Vas bien, vas bien”, le dijo recientemente el director general de la Comisión Federal de Electricidad.
¿Con qué candidato de Morena a Palacio Nacional simpatizas?
Podría decirte que tengo preferencia por los cuatro. Te lo digo en serio.
¿Te llevas con los cuatro? ¿Has tenido trato con los cuatro?
Sí, sí. Mucho menos con el canciller, pero sí he tenido contacto.
Pero tienes tu corazoncito.
No… (Risas). Mi corazoncito… (Risas). Me catalogo como “obradorista”. Yo soy seguidor del presidente. Soy fiel a él.
En Puebla ya hay compañeros tuyos que han salido a hacer campaña. Se están moviendo mucho. Hacen asambleas, presentan libros, cuelgan espectaculares, publican encuestas que los favorecen, dan entrevistas… Tú, en cambio, estás muy tranquilo.
Y seguiré tranquilo.
¿Por qué? ¿Qué sabes que no sabemos?
No, no, no. Al contrario. El encargo que me encomendó el presidente es lo primero. Más adelante, cuando sea el momento de tomar decisiones, lo haré con mucha mayor conciencia. Por el momento estoy muy tranquilo porque éste es mi trabajo.
Pero tu nombre sale en las columnas. Se te menciona como aspirante a la gubernatura.
Sí, señor.
Como probable…
Sí, señor. Cosa que yo agradezco no sabes de qué manera. Infinitamente agradezco esta deferencia de que expertos en política, expertos en información, me consideren como aspirante a la gubernatura. Agradezco infinitamente la deferencia. Agradezco que digan: “Suena, no lo descarten”. Claro que me encantaría ser gobernador. Es una idea que acaricio desde hace muchos años.
¿Desde hace cuánto?
Desde que tenía 28, 29 años.
¿O sea que de pronto se te atravesó esa idea?
Pues para qué entras a la política si no es para eso.
Claro.
Claro que me gustaría ser gobernador. Si eres delantero quieres ser campeón goleador. Y he trabajado para prepararme. He trabajado para adquirir experiencia. He trabajado para hacerme cada vez más experimentado, más profesional. Y seguiré en ello.
Tú eres de los fundadores de Morena en Puebla. ¿A quiénes recuerdas como cofundadores?
A Fer Jara…
Me refiero a los que están sonando.
María Luisa Albores.
¿Sigue sonando?
Bueno: sonó. A Claudia Rivera. ¿Quién más suena?
Nacho Mier.
Nacho Mier ya estaba. No sé si formó parte de esa asamblea fundacional, pero Nacho Mier ya estaba. Fue el coordinador de la campaña de Manuel Bartlett en 2012.
¿Trabajaste con él?
Sí, por supuesto. Tuve la oportunidad de hacer una buena amistad con él.
¿Son buenos amigos?
Tenemos un rato de no vernos, aunque nos encontramos en el acto que convocó el gobernador.
¿Te ha invitado a su proyecto?
No.
En algún momento se dijo que estabas en su equipo.
Ah. Se dijo… (Risas).
¿No fue cierto?
No.
Entre aspirantes lo más natural es que hablen del tema que a todos nos ocupa, ¿no?
Obviamente siempre sale a la plática.
El presidente López Obrador pondera mucho que quienes aspiren sean fundadores de Morena y sean cercanos a los verdaderos morenistas.
Así es.
Eso es música para tus oídos.
(Risas).
Da la impresión de que se están vaciando los otros partidos y que todo mundo se está yendo a Morena.
No da la impresión. Es la realidad. Este fenómeno es avasallador. Me refiero al fenómeno Andrés Manuel López Obrador. A mí me tocó organizar un acto en 2017 al que vino el Presidente, pero en su calidad de líder nacional de Morena. Fue un acto en el que se sumaron a nuestro movimiento muchos miembros de otros partidos.
Lo recuerdo. Por ejemplo: Fernando Manzanilla y Emilio Maurer.
Es correcto.
Había gente que venía del morenovallismo, del marinismo…
Es correcto.
Del priismo, del perredismo…
¿Alejandro Armenta?
Alejandro no estuvo en ese acto, pero pocos días después anunció que se sumaba.
Cuando salga la convocatoria para los aspirantes a la gubernatura de Puebla, ¿vas a analizar si te registras o no?
Por supuesto.
Yo creo que te vas a registrar.
(Risas). Seguramente, seguramente.
EL FACTOR BARTLETT
¿Quiénes son tus grandes maestros de la política?
Manuel Bartlett y Andrés Manuel López Obrador.
Con don Manuel tienes un gran trato.
Sí.
Desde hace años.
Sí. Trabajé con él, aprendí de él.
¿Qué es lo que más admiras de Bartlett?
Muchas cosas.
Tres cualidades…
Su preparación, la capacidad que tiene de ser una persona muy preparada, muy culta. Su capacidad de no abandonar esa pasión. Devora decenas de libros al mes. El señor lee en inglés, en francés y en español, y está permanentemente actualizado. Sabe quiénes son los autores de vanguardia.
Y lee a los clásicos también.
Sí. Constantemente recurre a su biblioteca. Tiene una biblioteca impresionante.
¿Qué otra cosa admiras de él?
La educación que tiene. Lo pulcro que es. Lo caballero que es en todo momento.
Y estamos hablando de un medio en el que salvajismo es brutal.
Es una persona increíblemente educada. Increíblemente.
Y supo transitar del viejo México al nuevo país.
Y lo hizo manteniendo ideales y valores. También admiro su fortaleza. Es un hombre increíblemente fuerte. Mental y físicamente. Es el primero en llegar a la oficina y el último irse.
¿Has hablado con él de tus aspiraciones?
Por supuesto que le he transmitido mis intereses.
¿Y qué te dice?
“Tú lucha y trabaja por lo que quieres”. Eso me dice.
¿Tu trato con él es cotidiano?
Sí.
¿Lo ves seguido?
Sí. Procuro.
La última vez que hablaste con él, ¿qué te dijo?
“Vas bien, vas bien”.
