Se trata de un problema ambiental que afecta directamente a más de dos millones de habitantes que viven en los alrededores de la cuenca, sus afectaciones económicas rondan entre uno y hasta 16 millones de dólares anuales, sin mencionar que los sectores de la agricultura, turismo, salud e industria son los más afectados por su contaminación.
Hasta este miércoles, la Cuenca del Alto Atoyac —un afluente que ha sido ampliamente estudiado desde décadas atrás— tuvo un primer planteamiento para la consolidación de un Programa de Ordenamiento Ecológico Regional de su Subcuenca.
El estudio El costo de la contaminación en la Cuenca del Alto Atoyac: una revisión sistemática de literatura, publicado por diversos investigadores de la Universidad Iberoamericana Puebla, muestra parte de la problemática que llevó este miércoles a las autoridades de Tlaxcala, Puebla y del gobierno federal, a tomar cartas en el asunto para iniciar con una política ambiental.
El tema es cuantioso desde todas las aristas: se trata un río cuya longitud es de aproximadamente 200 kilómetros, atraviesa los estados de Puebla y Tlaxcala y es considerada una de las dos cuencas con mayor contaminación en todo el país.
De ahí que a nadie sorprende que al pasar por algún tramo del cuerpo de agua sean notorias las descargas industriales o comerciales y el común denominador: la basura de viviendas particulares que van desde heces fecales, hasta muebles y electrodomésticos.
HASTA 16 MDD EL COSTO POR LA CONTAMINACIÓN
Aunque no hay a ciencia cierta un monto económico de afectaciones por la contaminación de la cuenca del Atoyac, los especialistas investigadores de la Universidad Iberoamericana ofrecen en su estudio un panorama aproximado a la realidad.
Señala que el sector salud reporta por año entre 10 mil y hasta 10 millones de dólares por costos de contaminación debido al Río Atoyac, en tanto que el sector de la industria reporta 9.3 millones de dólares derivados de los costos por el tratamiento de aguas residuales.
La agricultura y los servicios de turismo también han sufrido afectaciones económicas, toda vez que presentan costos de contaminación de entre 2 a 16.1 millones de dólares anuales, en tanto que el costo por el daño a la biodiversidad es de aproximadamente 1.9 millones de dólares por año.
En la pirámide de afectaciones económicas por la contaminación a la cuenca del Alto Atoyac se encuentran los sectores de la pesca, la ganadería y el saneamiento del río, que, aunque no fueron representados con una cifra, sí se explica que son los de menores costos por polución.
Aun así, según refieren los investigadores de la Universidad Iberoamericana, aunque algunos estudios presentan cifras sobre los costos de contaminación en diferentes sectores económicos, esto no se ha establecido de forma profunda.
De ahí que, por ejemplo, en el caso del sector industrial que su costo es de 9 millones de dólares, sólo existe un estudio en el que se señala el gasto de esa cantidad para instalar equipos para tratar sus propias aguas residuales.
LOS PELIGROS DE LA CONTAMINACIÓN
De la mano de las afectaciones económicas que representa la contaminación del Atoyac, la Secretaría de Salud de Puebla también ha reportado cuáles son las posibles enfermedades asociadas a la contaminación del río.
Entre las enfermedades destaca el cólera, fiebre tifoidea, ascariasis, amebiasis, hepatitis A, esquistosomiasis, legionelosis, paludismo, intoxicación por plomo, intoxicación por plomo o arsénico.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés, organización civil especializada en derechos ambientales, son cerca de 150 sustancias tóxicas las que fluyen en la corriente del río Atoyac, siendo altos niveles de arsénico y otros metales como aluminio, cromo y níquel, los que más prevalecen.
Por lo anterior, desde 2017, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación donde se advertía la falta de saneamiento y tratamiento de los desechos industriales del Río Atoyac.
A la fecha, de acuerdo con el director General del Organismo de Cuenca del Balsas, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Eduardo Andrés Galván Torres, 62 de las 118 plantas de tratamiento que están instaladas en la cuenca del Atoyac están inoperantes.
El funcionario informó además en diciembre pasado que, en 2022, se destinaron 106 millones de pesos para el saneamiento del Atoyac y 97 por ciento de este recurso fue dirigido a las plantas tratadoras, mismas que operan con deficiencia.
Es en este sentido que este miércoles el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina firmó un convenio de coordinación para la creación del Programa de Ordenamiento Ecológico Regional de la Subcuenca del Alto Atoyac con autoridades de otros dos órdenes de gobierno para incidir en el comienzo de la limpieza para este afluente.