La discusión sobre la solicitud de licencia de Eduardo Rivera Pérez fue un encuentro cargado de tensiones que arrojó luz sobre la realidad que experimenta la ciudad después de dos años bajo la administración panista.
A pesar de que la aprobación unánime de la licencia se llevó a cabo para no limitar los derechos político-electorales del edil, dicha decisión no escapó de críticas contundentes que se centraron en los notables vacíos que la renuncia del munícipe dejó en la gestión municipal, en el contexto de su búsqueda de la gubernatura.
En la sesión de Cabildo de este jueves, se permitió a un regidor por cada partido político un pronunciamiento ante el punto de acuerdo presentado. El PVEM, con la primera participación a cargo de la regidora Mariela Alarcón, dijo que “no serán una piedra” en medio de las intenciones del edil para buscar la gubernatura.
Luego, en un mensaje lleno de servilismo, el regidor del PRI, Leobardo Soto, sostuvo que seguirán apoyando al candidato en sus aspiraciones políticas como lo hicieron a lo largo de dos años en cada propuesta presentada; en tanto, Ricardo Grau del PAN, enlistó los proyectos desarrollados en los cortos dos años y dos meses que Eduardo Rivera gobernó la ciudad.
CRITICA A LA GESTIÓN
El regidor de Morena, Leobardo Rodríguez Juárez, tomó el micrófono para desnudar la realidad de las acciones del gobierno municipal panista, uno que dijo, siempre se caracterizó por el revanchismo hacia “los fantasmas del pasado”, haciendo referencia a las acusaciones constantes contra Morena, así como por la represión, como fue el caso del encarcelamiento del edil auxiliar de La Resurrección.
El morenista llegó hasta las entrañas de la gestión de Eduardo Rivera. Expuso, por ejemplo, que el gasto público, con un monto de 16 mil millones de pesos, con resultados que distan de la visión utópica proyectada por Rivera, con 127 ejecuciones violentas y casi 32 mil delitos del fuero común en tan solo este año.
“Sus cuentas son muy malas. Apenas han hecho lo mínimo indispensable con los más de 16 mil millones de pesos que han ejercido, lo hecho en estos 26 meses de gestión deja Puebla muy lejos de la visión que plantearon de ser una ciudad ejemplar, ordenada y segura; hoy la ciudad que deja, señor presidente, vive la crisis más alarmante en temas de seguridad”, sentenció.
Contratos defectuosos, adjudicaciones directas cuestionables y compras fraccionadas, revelan una administración en la que los sobrecostos se vuelven moneda corriente, junto con lo que catalogó como un “criminal” subejercicio de 2 mil 300 millones de pesos al cierre del año.
Rodríguez Juárez sostuvo que los programas emblemáticos además resultan ser engañosos, toda vez que, por ejemplo, el de pavimentación llamado “mil calles”, en realidad se trata de números convertidos mañosamente para simular que cumplieron promesas de campaña, lo mismo que ha ocurrido con las estancias infantiles que carecen de presupuesto real y el crédito con Banobras que generó intereses por más de 20 millones de pesos.
La incapacidad de la Secretaría de Desarrollo Económico y la desidia de la Secretaría de Gobernación, expuso, han sumido a los mercados que están en total abandono. En tanto, las juntas auxiliares son víctimas de amenazas y chantajes, forzadas a firmar reconocimientos a cambio de servicios públicos de calidad que nunca llegan.
La falta de un plan para los panteones, concesiones de limpia caóticas, parques en absoluto abandono, unidades habitacionales descuidadas y un alumbrado público que incumple sus propias metas, para el regidor Leobardo Rodríguez, también pintan un panorama desolador, donde la ciudad sufre además una deficiencia en el suministro de agua.
El morenista expresó que mientras Rivera se prepara para su campaña, la ciudad queda en manos del ambulantaje, con casos de corrupción sin resolver, violencia policial, muertes evitables y desorden administrativo que son el legado que Puebla carga como herencia de la gestión panista.
Rodríguez Juárez remató con un misil: “En esta segunda oportunidad, les volvieron a fallar”, tras resaltar que uno de los problemas más recordados de la gestión será el encarcelamiento de pobladores de La Resurrección por no convenir a los intereses del Ayuntamiento.
“El 26 de diciembre compañeras y compañeros, cuando empiece su campaña, un día después de Navidad, recuerden que su gobierno, como dijera Antonio Gramsci desde la cárcel: a la tortura del hambre se le sumó la tortura de la incertidumbre, a la tortura de la desesperación social se le sumó la tortura de la cárcel. Vayan pues, hagan campaña y vuelvan a pedir el voto y díganle a los electores que tal vez, y digo tal vez, en esta ocasión sí les van a cumplir porque en esta segunda oportunidad les volvieron a fallar”, sentenció.
Este pronunciamiento se suma al de su homóloga, Elisa Molina Rivera, quien, en una sesión de Cabildo previa, preparó un recuento de los huecos del gobierno municipal. Entre las acusaciones, se encuentra la denuncia de un abandono sistemático en las colonias más pobres, con obras públicas mal ejecutadas que perjudican más de lo que ayudan.
Calles sin pavimentar, baches crónicos, parques destruidos o privatizados, así como zonas sumidas en la oscuridad que propician un caldo de cultivo para el crimen y la inseguridad, fueron otros de los vacíos que señaló en la gestión panista.
La regidora también puso de manifiesto la falta de agua en colonias durante meses, la alta inseguridad generalizada, y una percepción de que el gobierno municipal solo se hace presente cuando se trata de cobros y multas.
Multas impagables y clausuras sin previo aviso a negocios locales, sostuvo, ilustran una desconexión evidente entre el gobierno y las necesidades reales de la población.
En cuanto a la seguridad, Molina Rivera destacó la notable disparidad entre las zonas comerciales y los fraccionamientos de lujo, que gozan de una protección envidiable en comparación con el resto de la ciudad.
Además, criticó la actitud del alcalde al culpar a las víctimas de crímenes violentos, evidenciando una falta de empatía y comprensión de los problemas reales que enfrentan los poblanos.
“Me gustaría decir que esperamos que quien lo releve haga un mejor trabajo, pero sabemos con seguridad que no será así, porque esta actitud no es de una sola persona, sino de un grupo que considera que es mejor que nosotros estemos mereciendo esta circunstancia de inseguridad y ellos pueden vivir en la impunidad y lo han demostrado”, manifestó.
EDUARDO RIVERA SE DICE SATISFECHO
Pese a las críticas hacia su gobierno, Eduardo Rivera Pérez se dijo agradecido y satisfecho con el papel que desempeñó durante dos años, pero su discurso se fue de lleno a una crítica hacia la gestión de Claudia Rivera, de quien dijo, heredó cámaras de seguridad inoperativas, patrullas descompuestas, problemas en la junta auxiliar de San Miguel Canoa y el Centro Histórico en estado de abandono.
En su mensaje de despedida, Eduardo Rivera aseguró que deja una ciudad con gobernabilidad, estabilidad y paz y atribuyó este supuesto éxito a la planeación, disciplina y el cumplimiento de las metas.
“Era urgente corregir el rumbo de la ciudad y en equipo lo hicimos posible, un gobierno de coalición que por primera vez en la historia se pone de acuerdo para no solamente ir a campaña, sino integrar un gobierno con diferentes opiniones, sí tanto partidistas como ciudadanos y lo que quiero decirte poblana y poblano es que cumplimos nuestra palabra y cumplimos también con la sociedad para recuperar una ciudad con rumbo”, dijo.
El ahora presidente municipal suplente, Adán Domínguez, se comprometió a garantizar la continuidad al trabajo de su antecesor, y trabajar de la mano del gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, respetando los procesos electorales del 2024.
Tras solicitar su licencia definitiva, Rivera simuló apoyo tras ser recibido afuera de las puertas del Palacio municipal por decenas de personas, pero se trató de personal del propio Ayuntamiento de Puebla, toda vez que entre los asistentes se apreciaron a empleados uniformados de la Comuna, conocidos como “naranjitas” del Organismo de Limpia.
A un costado de la Catedral, Rivera hizo su primer mitin político, anunciando con un megáfono que decidió separarse del cargo para participar en el próximo proceso electoral, en medio de gritos de ¡gobernador!, que corearon los burócratas municipales.
En su discurso, Eduardo Rivera aseguró que “Morena no es invencible” y que ganará los comicios, aún pese a la desventaja que lo colocan distintas encuestas y pese a haber perdido la elección del 2018 por la presidencia municipal.
Aseguró además que la alianza que se conformó para impulsarlo como candidato, que conforman los partidos PAN, PRI, PRD y PSI, es “poderosa” pues como ejemplo puso que con su apoyo ganó la elección para la presidencia municipal en el año 2021.
