LandSpace dio un paso decisivo en la carrera espacial comercial de China al lograr que su cohete Zhuque-3 alcanzara la órbita, aunque su ambicioso intento de recuperar la primera etapa culminó en un fallo durante el aterrizaje. El ensayo, realizado en un remoto sitio del noroeste del país, marcó el primer intento chino de retorno controlado de un propulsor por parte de una empresa privada.
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La compañía informó que una anomalía tras la ignición del motor durante el descenso impidió el aterrizaje suave sobre la plataforma prevista, provocando que los restos cayeran en el borde de la zona de recuperación. LandSpace aseguró que llevará a cabo una revisión exhaustiva para perfeccionar su tecnología de reutilización.
Aunque no alcanzó su objetivo final, el intento sitúa a LandSpace a la cabeza del creciente ecosistema espacial comercial de China, que busca competir con gigantes como SpaceX, cuyo éxito se basa en cohetes íntegramente reutilizables. Analistas como Blaine Curcio calificaron el ensayo como “impresionante”, con un grado de éxito superior al 90 %, destacando la precisión del descenso pese a la falla final.
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El avance de LandSpace ocurre en un contexto de fuerte impulso estatal: Beijing ha identificado al sector como una industria estratégica, y el próximo plan quinquenal prevé consolidar a China como una “nación aeroespacial fuerte”. Nuevos programas gubernamentales y un departamento dedicado al sector comercial buscan acelerar este crecimiento.
Empresas privadas y desarrolladores estatales también se aproximan a sus propios vuelos de prueba reutilizables, señal de un ecosistema dinámico que evoluciona con rapidez. Para muchos expertos, el fracaso forma parte de un proceso natural de innovación acelerada que permitirá a China reducir costos, reforzar capacidades estratégicas y expandir su presencia en órbita y más allá.
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LandSpace, que ya logró el primer lanzamiento orbital del mundo con un cohete de metano y oxígeno líquido en 2023, aspira además a apoyar misiones a la estación espacial Tiangong a partir de 2026, lo que haría aún más crítica la consolidación de sistemas completamente reutilizables.

