El gobernador Miguel Barbosa Huerta confirmó el desencuentro sostenido con funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), a quienes responsabilizó de financiar obras con fines electorales para favorecer los caprichos de la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco.
Durante la primera sesión de la Comisión de Ordenamiento Metropolitano Puebla-Tlaxcala, en la que se encontró con su homóloga de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, el gobernador poblano aprovechó para reconocer que en los más de dos años que tiene en el cargo no ha tenido la mejor relación con la dependencia federal, aunque confió en que esta situación cambie con el impulso de acuerdos a favor de la ciudadanía.
“No he tenido la mejor relación con la Sedatu porque vinieron a hacer obras electorales a Puebla; planeen y ejecuten las cosas para beneficio de todos, se los digo con mucho respeto”, manifestó.
La Sedatu impulsó un par de obras en el municipio junto con el Ayuntamiento de Puebla regido por Claudia Rivera Vivanco en su etapa final como alcaldesa: la remodelación del Mercado Amalucan y del Zócalo de la ciudad.
El resultado de ambos fue desastroso para la exedil, pues en el caso del Zócalo tuvo que modificar todo el proyecto, además de que le representó una confrontación con el Ejecutivo por las lajas del primer cuadro de la capital, mientras que la obra del mercado al norte del municipio jamás se hizo realidad.
En su momento, el gobernador Miguel Barbosa hizo énfasis en que estas dos obras formaban parte de una campaña anticipada de la morenista en vías de su reelección, y evidenciaba la poca capacidad de la entonces alcaldesa para lograr acuerdos.
