La marcha del 8M en Puebla, originalmente concebida como un acto de unidad en la lucha por los derechos de las mujeres, se tornó en un escenario oscuro cuando el Ayuntamiento de Puebla, a cargo de Adán Domínguez Sánchez, reprimió brutalmente a las manifestantes: dos ciudadanas detenidas, dos lesionadas, cinco periodistas agredidos y una represión generalizada marcaron el trágico episodio de este viernes.
El colectivo Voz de los Desaparecidos inició la movilización sin incidentes alrededor de las 11:15 horas. Sin embargo, cerca de las 17:30 horas, la protesta frente a Palacio Municipal se convirtió en un caos. Un polvo azul, producto de extintores, fue esparcido, forzando a las mujeres a correr, tosiendo y cubriéndose el rostro.
La situación empeoró cuando la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a cargo de María del Consuelo Cruz Galindo, comenzó a perseguir a las manifestantes, provocando que los negocios cerraran y la tensión se apoderara de las calles.
Una de las primeras víctimas reportadas fue Michelle Romero Sánchez, de 22 años, quien fue reprimida, golpeada y detenida por policías municipales. Testigos relatan que unos 20 uniformados la llevaron cargando, jaloneando y arrastrando por la avenida Palafox y Mendoza y la 2 Sur.
Romero Sánchez fue agredida física e incluso sexualmente, pues relató que durante los jaloneos recibió tocamientos en sus partes íntimas, además de ser azotada contra la cortina de metal de un negocio, por lo que la víctima ya presentó una denuncia ante la Fiscalía de Puebla contra elementos de la SSC.
El acoso no cesó incluso después de la liberación de Romero. Las policías continuaron persiguiéndola y acosándola, lo que llevó a la intervención de activistas solidarias, en tanto que elementos de SUMA brindaron primeros auxilios ante la crisis nerviosa que sufrió la joven.
La movilización, que buscaba dar voz a la realidad feminista, fue el blanco de la represión del Ayuntamiento de Puebla. En lugar de escuchar las demandas de las mujeres, la policía optó por reprimir su derecho a manifestarse.
La violencia policial no se limitó a la detención de manifestantes, sino que se extendió a los medios de información que buscaban documentar los hechos. Las reporteras Fernanda Escobedo, Anahí Valdez y Bibiana Díaz fueron agredidas, recibiendo gas de extintor en los ojos y agua mientras desarrollaban su labor informativa.
Los actos represivos de la corporación policial ocurrieron sin distingo de género: el reportero de Ángulo 7, Edgar Guzmán, fue rodeado por policías y arrojado hacia una cortina de metal. El fotógrafo Jafet Moz sufrió jaloneos y manotazos mientras grababa la detención de una mujer, revelando la hostilidad hacia los periodistas presentes.
En la manifestación, la prioridad para el gobierno municipal fue la protección del Palacio Municipal y otros monumentos que fueron protegidos por decenas de elementos de seguridad de las más de 50 mil mujeres que desfilaron por las calles del primer cuadro de la ciudad este viernes.
A tal grado llegó la protección a estos recintos que, una menor resultó lesionada cuando una valla metálica que rodeaba el lugar le cayó encima, por lo que fue atendida por paramédicos y mujeres que se encontraban en las inmediaciones.
Asimismo, la Secretaría de Gobernación estatal reportó que una de sus colaboradoras sufrió lesiones mientras participaba con el contingente, en tanto que otras tres mujeres sufrieron desmayos.
La dependencia a cargo de Javier Aquino Limón registró 43 movilizaciones en todo el estado, con un total de 15 mil 876 participantes, mientras que específicamente en la capital poblana, hubo cinco congregaciones donde asistieron 10 mil 100 personas.
De esta cifra se desprende que participaron contingentes de la agrupación UPVA 28 de Octubre, con 2 mil participantes; Voz de los Desaparecidos, con 300; Frente Feminista Radical, con mil 500; Contingente Universitario, con 2 mil 500 participantes, y otros colectivos feministas, con 3 mil 800 personas.
Al interior del estado, la Segob reportó 38 movilizaciones en los municipios de San Martín Texmelucan, Tehuacán, Huauchinango, Zacatlán, Izúcar de Matamoros, Atlixco, Acatlán de Osorio, entre otros, con 5 mil 776 participantes donde no se registraron hechos de violencia, a diferencia del municipio de Puebla, a cargo de Adán Domínguez Sánchez, donde las participantes fueron reprimidas.
UN GRITO DE JUSTICIA
En las calles de Puebla, la marcha del 8M no fue solo una manifestación, sino un poderoso acto de resistencia y solidaridad, donde las mujeres alzaron la voz para romper el silencio que por años las ha oprimido.
En distintos horarios, diversos colectivos salieron a las calles para exigir un alto a la violencia de género, así como la reivindicación de sus derechos como el aborto, un tema que en Puebla está pendiente de legislar tras la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que sentenció la despenalización de este acto en todo el país.
“¿Te enoja una pared pintada o una mujer ensangrentada?”, “Se escandalizan por las que luchan y no por las que mueren” y “En memoria de todas las niñas a las que no les creyeron”, fueron algunas de las consignas plasmadas en cartulinas que fueron colocadas en los muros que rodeaban la fuente de San Miguel.
“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más” y “la policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, fueron algunas de las arengas del cuerpo feminista que inundó de morado y verde el Centro Histórico: feminicidios, discriminación, violencia, abuso sexual y laboral, fueron algunas de las principales quejas en el marco del 8M.
En las calles poblanas fue recordado el feminicidio de Cecilia Monzón, abogada y activista de quien pidieron que finalmente se haga justicia y se emita una sentencia contra su expareja, Javier López Zavala, autor intelectual del delito, así como los autores materiales que le arrebataron la vida en mayo de 2022.
Estudiantes universitarias, así como egresadas de la Facultad de Medicina, se sumaron a la manifestación del 8M en Puebla, alzando sus voces en demanda de igualdad educativa, seguridad y respeto.
Vestidas con prendas moradas y sosteniendo pancartas a lo largo de su trayecto, desde la Facultad de Medicina de la BUAP, hasta el Gallito del Paseo Bravo, entonaron cánticos como “amiga, hermana, aquí está tu manada” y “si te pega, no te ama”.
El Frente Poblano de Mujeres contra Deudores Alimentarios también se unió a la marcha, desplazándose desde la 14 Sur hasta la Fiscalía General del Estado, en un llamado por la justicia y la igualdad.
Alrededor de las 10 de la mañana, madres buscadoras, acompañadas por colectivos feministas, se congregaron en las cercanías de la Fiscalía. Entre las consignas, resonó fuerte el reclamo: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, expresando la urgencia de esclarecer casos de desapariciones.