El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, denunció la existencia de un presunto “cártel inmobiliario” integrado, según dijo, por particulares que habrían despojado de sus tierras a ejidatarios mediante engaños, intimidaciones y pagos irrisorios, para después vender los terrenos a precios millonarios.
Durante un encuentro con medios, Armenta afirmó que se mantiene una investigación estatal en curso contra lo que denominó el “cártel del despojo”, al cual responsabilizó de haberse enriquecido a costa del patrimonio rural.
“Le arrebataron a los ejidatarios las tierras, les pagaron a centavos las hectáreas y hoy las venden en dólares, a cientos de dólares el metro cuadrado. Eso es un saqueo, un abuso y una mezquindad”, expresó el mandatario.
El gobernador de Puebla explicó que el conflicto se agravó luego de que solicitara la donación de dos hectáreas para construir instalaciones de seguridad pública —entre ellas espacios para policías, bomberos y personal de Protección Civil— en una zona de alto valor inmobiliario.
Armenta relató que algunos propietarios de esos desarrollos se habrían opuesto con argumentos clasistas.
“Decían: ‘¿Cómo se le ocurre al gobernador que aquí vivan bomberos o policías?’, como si fueran ciudadanos de segunda. Es el mismo pensamiento con el que antes se opusieron al Puente de la Esperanza”, señaló.
El mandatario aclaró que su administración no está en contra de los desarrollos inmobiliarios, siempre y cuando operen dentro del marco legal y con responsabilidad social.
“Estamos a favor del desarrollo inmobiliario, pero en contra del saqueo, del despojo y del abuso hacia quienes no tienen cómo defenderse”, puntualizó.
Armenta añadió que el gobierno estatal trabaja en recuperar tierras y proteger el patrimonio de las comunidades afectadas, en especial de ejidatarios que fueron presuntamente víctimas de presiones o fraudes para ceder sus propiedades a bajo costo.

