Tras ocho años sin que un presidente visitara el estado de Puebla para la conmemoración de la batalla del 5 de Mayo de 1862, el presidente Andrés Manuel López Obrador regresó a la entidad para acompañar al mandatario estatal, Miguel Barbosa Huerta.
Pero la visita del mandatario federal no fue solamente para acompañarlo a un evento oficial, pues la mesa de seguridad, la conferencia mañanera y la ceremonia conmemorativa del 5 de Mayo fueron el escenario ideal para dar el espaldarazo a la administración de Barbosa Huerta, que se encamina a sus últimos 30 meses.
Desde el inicio de la conferencia mañanera, el presidente de México dejó en claro su sentir con el trabajo del gobierno del estado en temas de seguridad y combate a la corrupción en su administración.
“Estamos contentos, estamos satisfechos con el trabajo que está haciendo el gobernador Barbosa en Puebla”, expuso López Obrador, apuntando al gobernador poblano.
El poblano no se ufana de las palabras del líder de la Cuarta Transformación, las toma con calma mientras intercambia opiniones a un lado suyo con el brazo derecho del presidente en Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández.
Sin perder el tiempo, el gobernador poblano dejaría clara la complacencia que representaba para él y su gobierno la presencia del presidente en sus tierras, el ánimo y la inspiración que representaba para ellos, que conforme más se acerca el final del sexenio, mayor claridad tienen en las metas a trabajar: el combate a la inseguridad, no permitir la impunidad y garantizar el derecho a la salud en todo el estado.
“Puedo decirle, presidente, que en Puebla nos dedicamos a gobernar sin distracciones. Así es que feliz de que esté usted aquí en este día tan significativo. 5 de Mayo es Puebla ante la historia, ante el mundo, 5 de Mayo es Puebla y todo lo que significa en la historia, cuando ese hecho estelar de nuestra historia se da”, le reitera Miguel Barbosa.
Mientras Miguel Barbosa sostenía conversaciones pasajeras, amenas con el secretario de Gobernación, el mandatario federal dejaba en claro el apoyo que su administración tendría para la de Puebla en los temas que necesite.
En temas que muchos habían considerado olvidados por la Federación para Puebla como la sustitución del dañado hospital de San Alejandro o la ampliación uso del Aeropuerto Internacional de Puebla para que se de transporte de carga, López Obrador disipó cualquier especulación dejando la última palabra para el gobernador del estado:
“Si es necesario y hace falta apoyo de la federación, el gobierno del estado cuenta con nosotros”, enfatizó sin dejar espacio a las dudas.
El encuentro entre los líderes de la Cuarta Transformación se pausa un momento para trasladarse de la 25 Zona Militar al Mausoleo de Zaragoza, donde un nuevo espaldarazo le esperaba al mandatario poblano.
La plana mayor de la Cuarta Transformación se daba cita para en Puebla para una fecha histórica. Desde el secretario de Gobernación Augusto López, hasta los líderes de las Cámaras de Diputados y Senadores, Sergio Gutiérrez Luna y Olga Sánchez Cordero, pasando por el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar.
Toda plana del gabinete del presidente de México con el peso de cargo en la espalda, a excepción del diputado Ignacio Mier Velazco, a quien ni siquiera la distinción de coordinador del grupo parlamentario de Morena le concedieron, dieron un mensaje de respaldo total al gobernador de Puebla.
En el presidium, Miguel Barbosa y López Obrador deja en evidencia otro vínculo que los identifica fácilmente, el de conocedores de la historia de un país que ha atravesado por transformaciones en su larga historia, y que buscan concretar una transformación más.
“Puebla siempre ha estado de la patria, Puebla tiene que ver siempre con el destino de la patria, si existe un pensamiento conservador que de manera legitima pueda convivir con todos los pensamientos debo decirle presidente que el pensamiento progresista y liberal es mayoritario en el estado de Puebla”, le expresa Miguel Barbosa ante el lugar que ocupa el estado en la historia, en el pasado, el presente y el futuro.
López Obrador y Miguel Barbosa coinciden en eso, en el lugar de Puebla en la historia de México, en el que ocupó en la intervención francesa, la que tuvieron sus personajes en el estado, y la visión que ven ambos de esa historia y de la postura que deben mantener para adelante.
“Nos sentimos animados, estamos convencidos de su lucha, es usted uno de los mejores hijos de México, esté convencido que en Puebla somos leales, en Puebla el espíritu patriótico nos domina y nos invade, siempre en toda época es tiempo de definiciones, nunca hay un tiempo vacío donde no haya definiciones, y hoy en la Cuarta Transformación tenemos claro cuál es el papel que debemos de jugar”, sentencia Barbosa, mirando hacia el mismo camino de la historia que ve López Obrador.