La reforma energética de 2013 dejó estragos en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que persistirán por los siguientes años, pues de no cambiarse las reglas la comisión estaría en vías de extinción en cuanto a su capacidad generadora de energía frente a las empresas extranjeras.
En una asamblea informativa, en el municipio de San Pedro Cholula, diputadas federales y representantes de CFE en Puebla advirtieron que, de continuar el modelo de generación de energía, para 2029 su capacidad pasaría de 39 por ciento -en el que se encuentra actualmente- a 16 por ciento en todo el país, y seguiría a la baja.
La diputada federal Adela Ramos Juárez, acusó que la pasada reforma energética, en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, buscaba beneficiar a un esquema de negocios de empresas particulares para desarticular el trabajo de la CFE.
Apuntó que una de las injusticias que generó la reforma energética en su momento, fue el beneficiar a cadenas de negocios internacionales instaladas en el país, ya que dejaron de pagar millones de pesos en el servicio de luz mediante contratos de autosuficiencia eléctrica para proveer y generar su propia energía.
“Tenemos que aprobar esta reforma. De lo contrario, CFE desaparecería y, en consecuencia, las empresas privadas se quedarían con el control y suministro de luz con tarifas a su conveniencia, y todo esto sería en detrimento del pueblo y de los mexicanos”, apuntó Ramos Juárez.
El superintendente de la región Puebla de CFE, José Rodolfo Iturbe Aguilar, indicó que en 1999, la comisión contaba con el 100 por ciento de participación en la generación de energía eléctrica. Sin embargo, a partir de la aprobación de la reforma de 2013, ésta ha ido a la baja.
En el primer año de la reforma energética de Peña, la participación de CFE disminuyó a 63 por ciento y la de las empresas privadas subió a 37 por ciento; para 2018, la comisión generada el 52 por ciento de la energía y los privados ya se encontraban en el 48 por ciento.
Para 2020 este porcentaje de la empresa paraestatal, bajó a 39 por ciento y los privados subieron a 61 por ciento; y la estimación para 2029 es que CFE sólo participe en el 16 por ciento de la generación.
El representante de la comisión rechazó que la empresa no cuenta con la capacidad en infraestructura para ofrecer el servicio, ya que tienen 158 centrales de generación de energía con una capacidad instalada de 43 mil 457 megavatios, de las cuales 69 son de energías limpias, 20 de ciclos combinados, 3 carboeléctricas, 19 térmicas convencionales, 5 de combustión interna, y 42 de turbogas.
Iturbe Aguilar agregó que uno de los incumplimientos de la reforma energética de 2013 con los ciudadanos, ha sido la oferta de precios bajos por el servicio de luz, pues no se tomaron en cuenta los costos fijos –inversión, financiamiento, gasoductos y obligaciones laborales– y los variables –combustibles, transmisión, operación y mantenimiento– de la energía.
